CHINA PROTAGONISTA DE NEGOCIOS INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI
Rodrigo CidTrabajo10 de Agosto de 2016
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UNIVERSIDAD [pic 1][pic 2]
NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES CUAUTITLÁN
LIC. EN ADMINISTRACIÓN
Negocios Internacionales
Trabajo de Investigación 1
China en el siglo XXI
Alumnos:
Cid Lara Juan Rodrigo
Mendoza Álvarez Analicia
(Equipo Ñ)
GRUPO 2859
Profr. Joaquín Flores Paredes
Índice
- China protagonista de negocios internacionales en el siglo XXI
- Reformas de las décadas de 1970 y 1980 en China, que dieron pauta a la apertura económica y su inteligencia al mercado mundial.
- Características del socialismo del mercado chino.
- El papel del gobierno chino en el impulso a los negocios internacionales.
- Evaluación de la empresa privada china desde la década de 1980.
- Los factores que determinan la competitividad de los chinos.
- Comportamiento de las exportaciones chinas desde su ingreso en la OMC en 2001.
- Evolución del comercio México-China desde su ingreso en la OMC, diferenciando el contenido tecnológico de los productos.
- ¿Competencia o cooperación entre México y China en el mercado mundial del siglo XXI?
- ¿Qué negocios mexicanos tendrían posibilidades de posicionarse sólidamente en el marcado chino?
- Conclusiones
Introducción
CHINA PROTAGONISTA DE NEGOCIOS INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI
Antes de iniciar comentando sobre la situación actual de china debemos retomar un poco de su misma historia para sentar y entender las bases de cómo llegó a ser lo que es hoy en día china.
China como todo país desarrollado y en desarrollo tiene una gran historia por contar, siendo esta una cultura milenaria que ha sufrido una gran variedad de amenazas extranjeras que buscaban un beneficio de este país y su gente.
El honor al igual que en Japón es un elemento extremadamente sensible, las disputas entre las dinastías y gobierno la mantuvieron en fuerte conflictos con grandes daño para esta nación sin embargo se supo levantar para demostrar al mundo la fortaleza de su pueblo.
El interés de las naciones europeas en China para intentar someterla, cambiarla, revolucionarla o influenciara fueron todas en vano ya que al final de todos esos intentos los países extranjeros terminaron por someterse a las tradiciones chinas, las revueltas, los interés del gobierno y la influencia de las dinastías identificaron problemas del exterior que afectarían de alguna forma la cultura de la nación por lo que al paso de los años sin esperar lo que ocurriría para el siglo XIX decidieron permanecer firmes en sus convicciones y no dejarse cambiar por interés ajenos al país.
Desde los jesuitas tratando de colonizar e imponer una nueva religión y costumbres pudieron, por lo que decidieron declinar en sus intenciones y mejor se dedicar a conocer más sobre esta asombrosa cultura; los producto europeos tampoco tenían gran demanda ni por las familias con poder adquisitivo de las clases altas sino al contrario esto mostraron un interés más fuerte por las manufacturas chinas.
La mano de obra de casi 430 millones de habitantes para 1850 ocasionó una gran presión de imposibilidad de alimentación para esta gran masa poblacional, los intentos de los extranjeros por cambiar esta situación con el objetivo de que China se abriera al mercado internacional trajo consigo la llamada guerra del opio la cual trajo consigo un número más alto de bajas que en la primera guerra mundial, al final china perdió dicha guerra por lo que se tuvo que abrir al mundo de manera portuaria antes Inglaterra.
A comienzos del siglo XIX China era, como en la actualidad, un enorme país que contaba con un gran potencial demográfico. Sin embargo, ese gigante oriental era víctima de la inercia marcada por su centenaria tradición y por las élites gobernantes. Mientras el mundo occidental vivía un intenso proceso de urbanización e industrialización, China era un país de campesinos, compuesto por un sinfín de pequeñas y grandes aldeas; apenas existían ciudades que, desde luego, no eran como las europeas. Esa sociedad rural era relativamente homogénea; tan sólo destacaba del común un pequeño grupo aristocrático al que, debido al inmovilismo existente, era muy difícil acceder.
El gobierno imperial y las dinastías se mantuvieron siempre en un eterno conflicto de intereses donde los menos beneficiados siempre fueron la población obrero-campesina de China, después de los acuerdos la participación de Inglaterra en el mercado Chino se volvió fundamental para los intercambios comerciales de la época.
Las políticas económicas en China fueron evolucionando poco a poco para el tipo de gobierno que prevalecía para finales del siglo XVIII entre revoluciones y movimientos obrero-campesinos China supo salir adelante.
Para el siglo XIX China se hace comunista por apoyo de la URSS a sus partidarios que se alzaron con la victoria ante los socialistas y demócratas.
En la actualidad China es una gran potencia económica desarrollada la cual posee una balanza de pagos sana por la atracción de inversión extranjera en su país como se verá más adelante, la mano de obra y las (pocas pero muy importantes) reformas económico-laborales han hecho de China un país fuerte trayendo cambios que solo en mitos se veían venir, ese crecimiento económico ha hecho a China un país actor de la escena internacional.
El PIB chino ha venido creciendo en la últimas décadas alrededor de un 10% y según algunas previsiones mantendrán dicho crecimiento así hasta 2030 aspirando incluso a superar el PIB de Estados Unidos antes de 2030, para que China pueda convertirse en líder mundial debe pasar una serie de factores que por el momento no hacen nada fácil esto.
Las tendencias demográficas del estado más habitado del mundo son la referencia para saber cómo será el crecimiento o declive de este para 2025, se estima que China dejará de crecer para 2030 por sus bajas tasas de natalidad convertirán a China en un país de gente envejecida y por ende esto representa ciertas complicaciones para el crecimiento y desarrollo de China, la ausencia de población capaz de trabajar convertirá a China en un país rico pero envejecido alejando la inversión extranjera trayendo repercusiones económicamente fuerte para este gigante.
La demanda por energía y materias primas se estima que aumentará de forma que no podrá ser sostenible, la ineficiente administración de su sistema financiero acompañado de un sistema legal está escasamente desarrollado rodeado de corrupción la desigualdad en la repartición de la renta afectan negativamente al futuro económico chino.
Políticas como la del hijo único (hasta hace unos meses cambiada a dos hijos por familia) buscan elevar los porcentajes de la tasa de población joven más sin embargo son medidas tardías que no aseguran buenos números para un futuro, al ser un país que se ha mantenido bajo políticas muy estrictas la mano de obra en China se enfrenta con barreras geográficas y sectoriales.
La falta de un sistema moderno judicial no ha permitido avanzar en materia de propiedad intelectual afectando considerablemente a la inversión extranjera, esto y cualquier detalle según los críticos y gobiernos siempre afectará la imagen, reputación y status de un país que sale de los parámetros de beneficio para los inversores extranjeros, el fuerte crecimiento demográfico actual está provocando un aumento de la demanda energética y continuará creciendo, por lo que la dependencia energética aumentará de 10,5 mbd en 2015 a 13,6 mbd en 2030 según la agencia internacional de energía.
Otra problemática muy fuerte es la contaminación y el fuerte deterioro ambiental en a principales ciudades chinas acompañado de la escasez de agua ha hecho que las miradas se enfoquen en zonas poco industrializadas pero las reformas gubernamentales no ayudan mucho a no querer dar concesiones para que esta pueda ser explotada ya que quedaría en manos de quienes el gobierno chino es un partidario.
La ausencia de democracia no será problema mientras el crecimiento económico se mantenga, la falta de mano obra calificada, el interés de la regiones costeras ricas por beneficiarse del comercio y de las inversiones de países extranjeros esperando que los centros financieros internacionales se acerquen a las capitales financieras chinas.
En resumen, el fuerte crecimiento actual de la economía china no garantiza que vaya a continuar de la misma manera durante las próximas décadas. Al contrario, razones socioeconómicas, políticas y demográficas indican que no es difícil que se produzca una crisis económica en este gigante asiático, y ésta provocaría una profunda crisis política y social donde el poder económico de las regiones y de las ciudades de la costa aumentaría, en detrimento del poder central.
REFORMAS DE LAS DÉCADAS DE 1970 Y 1980 EN CHINA, QUE DIERON PAUTA A LA APERTURA ECONÓMICA Y SU INTELIGENCIA AL MERCADO MUNDIAL.
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