ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CRIMINOLOGIA DE CORTE FENOMENOLÓGICO

eduardoswarup10 de Abril de 2014

3.265 Palabras (14 Páginas)1.824 Visitas

Página 1 de 14

INTRODUCCIÓN

El interés principal de la teoría del etiquetado o labelling (también conocido como teoría del control social, teoría de la rotulación, interaccionalismo), consiste en estudiar el proceso de atribución de definiciones negativas, esto es la acción de etiquetado, los mecanismos del control social que consiguen el etiquetamiento, los procesos de estigmatización y exclusión de los delincuentes. En palabras de HERRERO, “su metodología consiste en rehuir de la formulación de cualquier clase de etiología criminal, porqué, según ellas, el crimen no es algo ontológico, sino definitorial. Es decir, no existe tanto criminalidad cuanto incriminación”. Esta teoría atribuye importancia por un lado a los órganos de control social, que aplican las normas según determinados estereotipos, atribuyendo la etiqueta de delincuentes a algunos individuos en particular; por otro lado, estudia con detenimiento las transformaciones que se verifican en la identidad del individuo que ha sido registrado con la etiqueta o estigma de delincuente.

Esta teoría que afirma “que el sistema de justicia es en gran medida causante del problema de la delincuencia”.

“A medida que etiquetamientos y tipificaciones tienen lugar desde el nacimiento en el grupo íntimo de la familia y que repercuten, cada vez en mayor medida, sobre el niño con el aumento de la edad, aquella tipificación adquiere, entonces, mayor peso al propio tiempo que ella resulta adoptada y ulteriormente desarrollada por las partes profanas de la interacción. Si tal tipificación se realiza, además, con el agregado de atributos negativos (por ejemplo, delincuente, vago, criminal, etc.), entonces debe hablarse de estigmatización. Esto ocurre repetidamente a través del contacto con las instancias oficiales de control (por ejemplo, las oficinas juveniles), y sucede (respondiendo a la imagen común del ‘criminal’) preponderantemente con niños y jóvenes que pertenecen al estrato social más bajo, los cuales (según una difundida tesis del enfoque ‘labelling’) no se diferencian tanto de sus iguales de otros estratos”.

CONCEPTOS FUNDAMENTALES

La teoría del etiquetado, las teóricas críticas y las nuevas teorías feministas. Todos ellos comparten algunos elementos importantes.

Suponen una reacción contra la Criminología tradicional, concebir la delincuencia como una realidad factual, un problema social, que debe ser explicado y atajado con medidas diversas.

El paradigma que se halla en la base de todas las teorías de este grupo es, por el contrario, conflictual: la delincuencia, los delincuentes en los mecanismos de control establecidos.

Las leyes son creadas para definir ciertos comportamientos, que generalmente son propios de los sujetos y grupos más frágiles como indeseables y delictivos. Los mecanismos de control social son los que en realidad definen y crean la delincuencia existente en la sociedad.

Su principal perspectiva programática y aplicada es reivindicar los derechos de los grupos marginados, transformar la sociedad, y redefinir el significado de la delincuencia.

TEORIA DEL ETIQUETADO O DE LA REACCION SOCIAL (LABELING APPROACHI)

Durkheim es uno de los defensores de la teoría del etiquetado. Matza desde su perspectiva naturalista, “Siendo, pues, la desviación un rasgo común a toda sociedad, por venir implicada por la organización social y moral, no necesita de una explicación extraordinaria. Extraviarse de un camino no es ni más comprensible ni más asombroso que mantenerse en él”.

LAS TEORIAS DEL ETIQUETADO EN LA ACTUALIDAD

La criminología oficial y el análisis de la desviación.

Desde el punto de vista de diccionario, desviarse es “salirse fuera, por ejemplo, de un camino o de una pauta”. En la década de los sesenta y setenta, una reacción contra los presupuestos de la Criminología oficial, de corte positivista. Se consideró que la Criminología estaba ensimismada en pequeñas cuestiones prácticas (diagnóstico de los delincuentes, tratamientos, etc.) pero distante de las cuestiones fundamentales, concernientes a la definición y construcción de la delincuencia mediante la estructuración de los mecanismos para su control. Según Matza, la Criminología ha orientado sus esfuerzos fundamentalmente hacia el estudio de los individuos desviados, teniendo como propósito final la corrección de los desviados. La Criminología olvida importantes productores de desviación: el estado, los mecanismos de control, todos aquellos estamentos que conceptualización a ciertos sujetos como desviados.

La delincuencia es más bien el resultado de los procesos de control social. El control social debe ser considerado más como una variable independiente que influye sobre la delincuencia. La desviación en su conjunto, y la delincuencia en particular, son interpretadas no como una serie de características de ciertos sujetos y grupos.

Desviación primaria y secundaria.

La desviación primaria corresponde a la primera acción delictiva de un sujeto, que puede tener como finalidad resolver alguna necesidad, por ejemplo económica, o producirse para acomodar su conducta a las expectativas de un determinado grupo subcultural, como por ejemplo ciertas formas de violencia juvenil. La desviación secundaria se refiere a la repetición de los actos delictivos, especialmente a partir de la asociación forzada del individuo con otros sujetos delincuentes como resultado de su detención, de su procesamiento y de su encarcelamiento.

El proceso de etiquetado y la desviación.

La perspectiva del etiquetado propone que una vez que se produce la desviación primaria (es decir, una infracción de la norma) el individuo puede ser catalogado como desviado o delincuente. Dentro de la subcultura delictiva el individuo puede cambiar su autoconcepto a través de dos mecanismos. Una parte, mediante un proceso de asociación diferencial con otros sujetos en sus mismas circunstancias. Otra parte, mediante la interiorización de la etiqueta de “desviado” o “delincuente” que le asigna la sociedad cuando le detiene, procesa y condena.

La desviación no es una cualidad del acto cometido por la persona sino una consecuencia de la aplicación que los otros hacen de las reglas y las sanciones para un “ofensor”. Según Matza “los fenómenos desviados son comunes y naturales una parte normal e inevitable de la vida social, lo mismo que su denuncia, su regulación y su prohibición”.

Según la teoría del etiquetado, una vez adquirido es estatus de desviado o de delincuente es muy difícil cambiar este estatus por dos razones: una por la dificultad de la comunidad para aceptar nuevamente al individuo etiquetado, y otra porque la experiencia de ser considerado delincuente, y la publicidad que ello comporta, suelen culminar un proceso en el que el propio sujeto se auto percibe como tal.

La amplificación de la desviación.

La amplificación supone un hiperdimensionamiento artificial de una cierta problemática social, como por ejemplo la delincuencia o ciertos comportamientos delictivos específicos.

Se produce una cadena de acontecimientos que van desde la desviación primaria de un individuo o un grupo, pasando por la reacción de las agencias de control, hasta la desviación secundaria, que implica la auntoconciencia del sujeto como desviado, y suelo venir acompañado de nuevas acciones catalogadas como desviadas. La teoría de la criminalidad ha aducido que muchas de las definiciones de la delincuencia y las estructuras de control en las sociedades modernas resultan de un sistema social competitivo que rehúye garantizar a sus miembros una vida digna. Reiman sugiere una mayor eficacia en el sistema de justicia penal. Debería confrontarse abiertamente a los representantes de la justicia penal con los sectores más ricos y poderosos de la sociedad. Sin embargo para evitar esta confrontación siempre limitan la visión de los agentes de control, pero nunca en una dirección que resulte adecuada ni suficiente para reducirla o eliminarla. Greenberg, ha analizado la relación existente entre delincuencia y las jerarquías de poder por razón de edad, clase social y raza.

Validez empírica

Algunos han reducido la teoría del etiquetado al estatus de teoría sensibilizadora sobre la desviación o sobre los desviados, por encima de considerarla un auténtico planteamiento analítico de este problema.

En respuesta a esta crítica, los teóricos del etiquetado se han defendido argumentando que si bien esas limitaciones son ciertas. Según Giddens se pueden efectuar dos criticas fundamentales a la teoría de la reacción social. La primera es que. Al dirigir exclusivamente su atención al proceso del etiquetado, se soslaya la consideración de aquellos factores y mecanismos que conducen inicialmente a los comportamientos que finalmente, son catalogados como desviados o delictivos. En segundo lugar, no está totalmente claro que el etiquetado tenga per se la capacidad, que le atribuye la teoría, de fomentar la futura conducta delictiva. Finalmente, la consideración del hecho delictivo como una construcción completamente social resulta al menos dudosa en delitos que parecen transculturalmente consistentes, como el homicidio, el robo o la violación.

Además, no se olvide que una mayoría de las víctimas de esos delitos comunes son miembros de los mismos sectores sociales que nutren a la sociedad de delincuentes. Negar el derecho al estado de intervenir en estas cuestiones equivale a creer que solo con cambiar los términos legales, los hechos a los que se refiere tales términos desaparecerán. Es una ilusión del nominalismo.

Su énfasis en el influjo que tienen

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (21 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com