Crecimiento financiero multilateral y bilateral

crecimiento del financiamiento multilateral y bilateral

Los aportes del BID a las microfinanzas tuvieron un gran crecimiento, cuando el Fomin inicio acciones para fortalecer al sector privado en América Latina y el caribe mediante fondos no reembolsables e inversiones.

En 1993 el Fomin creo un mecanismo para invertir en microfinanzas de forma directa, también apoyo a las instituciones microfinancieras en capacitación para la captación de fondos de mercado, estas instituciones descubrieron que al acceder a una calificación de riesgo o gestión aumentaba la cantidad de fondos disponible y lograban mejores condiciones de financiamiento en sus préstamos.

En 1988 El Fomin empezó a financiar a las microfinanzas en el Perú, dando formación a 5 edpymes, donde estas recibieron una donación y crearon manuales, procedimientos y sistemas de gestión financiera y contable acorde a los requerimientos de la SBS.

1998, el BID Auspició el programa de financiamiento de microfinanzas más grande de América latina, También de Crédito Global para la Microempresa (Micro global) donde canaliza fondos a través de instituciones de segundo piso incluyendo a bancos nacionales de fomento.

Según         las cifras de         Cofide, el 60% de estos fondos fueron prestados a los bancos comerciales para incentivarlos a financiar a las microempresas, otro 34% a las cajas municipales y los fondos restantes fueron canalizados a las cajas rurales y edpymes.        

El programa apoyó también a la SBS en el desarrollo de su capacidad para supervisar a las cajas municipales y cajas rurales.

El banco Mundial apoyo a las microfinanzas mediante la creación de su división especializada (CGAP) dedicada a mejorar la efectividad de programas de microfinanzas. CGAP dedico el 75% de sus fondos a la capacitación de las instituciones microfinancieras que competían por las donaciones mediante propuestas. También se centro en asignar recursos para el establecimiento de estándares básicos para el sector.

Otras fuentes de recursos para las microfinanzas fueron las agencias de ayuda bilaterales como las de Canadá y Suiza, el FMO de Holanda, el KFW de Alemania, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la cooperación multilateral de la Unión Europea.

Mediante la monetización de alimentos donados, USAID canalizó gran cantidad de fondos que fueron transferidos a las ONGs para ser prestados a las pequeñas y microempresas comprometidas con la producción agrícola y artesanal.

En 1994 en Perú se dio el programa de créditos antipobreza para microempresarios(APPLE) con el fin de apoyar créditos a mujeres empresarias.

Después del 1994 creció el aporte de USAID a la microempresa, y destinó fondos adicionales al financiamiento directo de las carteras dedicadas a las microfinanzas

Los programas de microfinanzas también recibieron el apoyo de instituciones como la FIA que realizo donaciones para garantizar prestamos o capital de trabajo para carteras de créditos de diversas ONGs

La inversión privada en microfinanzas

A finales de los años 90, entró el financiamiento privado para las microfinanzas conocida como inversión social.

 Los “inversionistas sociales” buscaban un doble objetivo: una inversión que proveía un retorno financiero y genera un impacto social. También la tasa de interés de sus prestamos eran bajas en comparación con el mercado formal, los inversionistas tienen la intención de invertir su dinero por un período de tiempo suficiente para permitir el crecimiento de la institución vía la reinversión de utilidades.

En 1995 se creó el primer fondo privado de acciones dedicado a las microfinanzas llamado PROFUND, con el fin de probar que las instituciones microfinancieras podían ser rentables y autosuficientes.

Las instituciones microfinancieras empezaron a considerar acceder a los mercados de capitales, pero se encontraban con una barrera, que los mercados de capitales no prestarían a instituciones no reguladas, pero Banco sol como primera institución microfinanciera regulada dio el ejemplo convirtiéndose en banco y accediendo a prestamos o aportes de capital.

PROFUND invirtió US$2 millones en acciones en Mi Banco donde estuvo influenciada por el tamaño del mercado microfinanciero y porque era la alternativa más atractiva dentro del estrecho rango de instituciones reguladas. Un obstáculo para invertir en las cajas municipales eran que sus propietarios eran gobiernos municipales y en las edpymes era su historial incierto por el poco tiempo que llevaban.

(1998) Se creó el Fondo de Microcrédito Dexia, el primer fondo de inversión comercial para instituciones microfinancieras especializadas en el financiamiento de pequeñas empresas.

PROFUND fue una fuente de financiamiento para las microfinanzas que, a partir del año 2000, empezaría a crecer exponencialmente. Para las cajas municipales, la principal fuente siguió siendo los depósitos. Para todas las instituciones microfinancieras el crédito canalizado a través de Cofide creció dramáticamente a lo largo de la década, potenciado por los bancos multilaterales y las agencias bilaterales de ayuda. La década cerró con la aparición de una promisoria nueva fuente de fondos, los inversionistas del sector privado.

INSTITUCIONES FACILITADORAS DE LAS MICROFINANZAS

Durante los años 90, nacieron una variedad de instituciones que facilitaron el desarrollo de las microfinanzas.

La SBS tuvo un acercamiento al sector supervisando y monitoreando los préstamos a la microempresa.

Se crearon centrales de riesgo con el fin de evaluar las instituciones de microfinanzas, útiles tanto internamente como para los potenciales inversionistas.

La Superintendencia de Banca y Seguros (SBS)

La SBS continuó facilitando la evolución y la ampliación de las microfinanzas mediante una actitud proactiva y amigable.

...