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Criterios para valorar la publicidad


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2023  •  Documentos de Investigación  •  5.027 Palabras (21 Páginas)  •  15 Visitas

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Rev. Reflexiones 85 (1-2): 199-206, ISSN: 1021-1209 / 2006

CRITERIOS PARA VALORAR LA PUBLICIDAD

Daniel Jiménez Montero*

danieljimenez@ice.co.cr

Fecha de recibido: 28 de abril 2006        /        Fecha de aceptación: 4 de setiembre 2006

Resumen

El ser humano posee una serie de rasgos fundamentales denominados bajas pasiones, cuyo fin es salvaguardar su integridad en momentos de peligro de subsistencia. Lastimosamente, la publicidad las ha venido utilizando incorrectamente por cuanto las ha venido invocando con fines meramente comerciales.

Ante esta situación conviene reflexionar respecto de la publicidad y los modos correctos de practicarla, con el interés de salvaguardar la integridad del ser humano. Así las cosas, el contenido de este artículo gira en torno al concepto de la publicidad, ofreciendo una serie de criterios para su valoración desde la perspectiva de una buena antropología filosófica.

Palabras claves: Mercadeo, ventas, publicidad, ética, bajas pasiones

Abstract

Human beings posses a series of fundamental traits called basic instincts, with the purpose of safeguarding our integrity when our subsistence is in danger. Unfortunately, publicity has been misusing them for commercial purposes.

Before this situation, is necessary a reflection regarding publicity and its appropriate usage, with an interest of safeguarding all human integrity. Therefore, the content of this article revolves around the concept of publicity, offering a series of criteria to evaluate its worth from a good philosophic anthropologic perspective.

Keywords: Marketing, sales, advertising, ethics, basic instincts.

Résumé

L’être humain a une série de traits fondamentaux dénommés basses passions dont sa fin est de sauvegarder son intégrité dans les moments où sa subsistance est en danger. Malheureusement, la publicité les a utilisé à mauvais escient a des fins purement commerciales. Devant cette situation il est bon de réfléchir à la publicité et les moyens corrects de sa pratique afin de sauvegarder l’intégrité de l’être humain. Ainsi le contenu de cet article se concentre sur le concept de publicité, offrant une série de critères pour sa mise en valeur depuis la perspective de l’anthropologie philosophique.

Mots clés: Marché, ventes, publicité, éthique, basses passions.

[pic 1]

*        Escuela de Administración de Negocios, Universidad de Costa Rica.

200 Rev. Reflexiones 85 (1-2): 199-206, ISSN: 1021-1209 / 2006        Daniel Jiménez Montero

Introducción

Una de las disyuntivas vigentes en el sector empresarial está relacionada con la publicidad. Por un lado, es clara su importancia como un ins- trumento que favorece el desarrollo empresarial. Y por otro lado está vigente la idea de que priva un uso incorrecto de la publicidad.

Ante esta situación surge el interés de redactar una serie de ideas que permitan la valo- ración de la publicidad actual, de manera tal que se pueda tomar una posición al respecto, así como adoptar las medidas correctivas que fuesen nece- sarias. Tales son los objetivos de este artículo, cuyo contenido inicia con la exposición de una serie de conceptos antropológicos fundamenta- les, requeridos para definir un buen concepto de publicidad; continúa con dicha definición y con- cluye con una reflexión en torno a la valoración de la publicidad actual.

Origen y ámbito de las bajas pasiones como rasgo distintivo de la naturaleza humana

A diferencia de los animales, el ser huma- no posee dos facultades que le permiten tomar una posición proactiva ante el entorno y su vida particular. Estas son la inteligencia o la capacidad que faculta al hombre a comprender la realidad vigente, y la voluntad o la capacidad que lo facul- ta a querer y querer hacer aquello que la inteligen- cia ha interiorizado y que considera bueno lograr o alcanzar (Yepes, 1997: 97).

Estas dos potencias facultan al ser humano a comprender y modelar tanto la realidad vigente fuera de sí como su propia situación personal. Por ello el hombre es capaz de gobernar tanto el entorno como su propia personalidad. Esta es la diferencia fundamental entre el hombre y los animales. Al carecer estos de ambas potencias, su comportamiento está regido por el instinto, que es una especie de código de la naturaleza creado para tal efecto.

La presencia de la inteligencia y de la voluntad en la naturaleza humana implica otro aspecto de gran valía: la libertad. Una buena psi- cología indica que la libertad es la libre elección


del bien. Usualmente se confunde la libertad con el libre albedrío. Entonces conviene dejar clara la diferencia entre ambos conceptos. El libre albedrío es la posibilidad que tiene el hombre de hacer lo que le venga en gana, en razón de las potencias de inteligencia y de voluntad. La liber- tad es la libre elección del bien basada en actos humanos. Y un acto humano es un acto realizado por una persona en forma consciente y en donde haya tenido la oportunidad de elegir una entre al menos dos opciones factibles, previamente valo- radas. (Yepes, 1997). Un mal empleo de la liber- tad podría incluso atentar contra la dignidad de la naturaleza humana, es decir, el hombre es capaz de tomar decisiones que atentan contra su propia exis- tencia. Tal es el costo de la libertad. Así, mientras que el hombre es capaz de animalizarse, esto es, de tomar una serie de decisiones que lo alejan de su naturaleza degradándolo al nivel de los anima- les, lo inverso –que los animales lleguen a homini- zarse– solamente es posible bajo la acción divina. Por eso resulta dolorosa la expresión artística incluida por el cantante brasileño Roberto Carlos en su canción intitulada ‘Progreso’ cuando dice: “yo quisiera ser civilizado como los animales”. El dolor embargado reside en la plena conscien- cia de que el hombre puede perder el control de su vida, hasta tal punto que su comportamiento podría ser peor que el de cualquier otro ser vivo. Ante esta situación hipotética, resulta muy triste que el hombre pida a Dios que le dé un compor- tamiento similar al de los animales, por cuanto fue incapaz de utilizar correcta y oportunamente las potencias de inteligencia y de voluntad que le fueron dadas.

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