EL Mercado Del Arte

EL MERCADO DEL ARTE

Es habitual escuchar en la radio o leer en cualquier periódico que una obra de arte fue vendida en cinco, diez o quince millones de dólares, y es muy común al conocer este tipo de noticias preguntarse, ¿Quién tiene tanto dinero para gastar en arte? y ¿Porqué algo que pudiera parecer insignificante puede alcanzar precios tan elevados?, ya que si se compara con gastos comunes que desarrollan las personas como vehículos, inmuebles o negocios, comprar arte no parece tan útil ni productivo. Por eso es necesario analizar que variables son tomadas en cuenta para determinar su precio.

Primero es necesario tener en cuenta su historia, saber que la persona que compra una obra de arte de cualquier tipo, está primero que todo comprando parte de la época en la que fue desarrollada la obra, “el tiempo es oro” suelen decir algunas personas, y estas palabras son completamente ciertas en el mundo de esta práctica, el mercado del siglo veintiuno nos propone que lo que tenga tiempo es obsoleto, pasado de moda y no funciona, con el arte por el contrario, el hecho que una obra se conserve intacta después de haberle sucedido muchos acontecimientos, por ejemplo algunas obras han sido robadas, transportadas y comercializadas en mercados que no son lo suficientemente confiables, otras por ejemplo han sido motines de guerra, existen algunas que no se conservaban en un ambiente que ofreciera las mejores condiciones especialmente climáticas o existencia de plagas, muchas obras son el reflejo de los acontecimientos que le suceden, que sean parcialmente editadas, que sobrevivan a catástrofes algunas obras fueron diseñadas en algunos países y han sufrido tantos acontecimientos que terminan en ciudades, países o incluso continentes completamente diferentes al lugar donde fueron realizadas, sobrevivir a estos acontecimientos hacen que el arte cobre un valor intrínseco que se paga con mucho dinero y que se debe gracias a su historia

Pero el valor no solo es determinado por los años, además hace parte vital de la esencia del arte, el autor por el que fue realizada dicha obra, esto porque en el momento de comprarla también indirectamente se compra el nombre de la persona que la realizó, un nombre que entre más conocido sea más valor termina agregando a la obra de arte, pero no solo se tiene en cuenta el conocimiento del nombre, es necesario observar que las obras cuentan, quien las hizo, como fueron hechas, en que tiempo fueron hechas, muchas veces una obra de arte es el resultado de toda una vida de trabajo, de toda una vida de dedicación y auto aprendizaje, es fácil entender a cualquier autor que después de terminar su obra no haya querido venderlo, y no por capricho, tal vez no querían hacerlo porque en esa obra observaban el fruto desarrollado de los sueños que había tenido durante toda su vida, de manera que es fácil comprender que es aun más que un simple cuadro, o una simple escultura, muchas veces el arte es la vida misma de sus autores.

Tal vez muchos artistas no dimensionaran de forma coherente la magnitud del trabajo que realizaban, sin embargo lo realizaban con gran pasión tal vez con cada trabajo queriendo superar sus trabajos anteriores, de manera que como no va a ser costoso, si más que una pintura, una escultura o cualquier tipo de arte, se está comprando la vida misma de alguien en la historia que quiso inmortalizarse con su talento, y pensar en esta inmortalización, da gran valor ante cualquier persona que podrá tenerla en la sala o alguno de los cuartos de su casa.

El arte ofrece exclusividad, cuantas personas pueden darse el lujo de decir que cuentan con una mona lisa hecha por Leonardo da vinci en su oficina, nadie puede hacerlo, igual con el resto del arte, lo que se termina se termina definitivo y además único de manera que si una persona quiere comprar por ejemplo un cuadro o una escultura, que sea admirada por millones de personas que se catalogue como una obra majestuosa que es capaz de doblegar los más agudos sentidos y que además de esto solo existe un único ejemplar en el mundo, es entendible que se tenga que desembolsar una gran cantidad de dinero para adquirirlo.

Tal vez comprar arte no sea solo un derroche ni una excentricidad. A partir del renacimiento, las iglesias contrataban a los grandes autores para que diseñaran sus catedrales y sus decorados, los artistas estaban con gran parte de la nobleza, se pensaba que comprar arte era comprar parte del cielo en la tierra, entonces es fácil imaginar la sensación que produce tener una gran obra de arte en parte de su casa, el placer que produce tener a un anfitrión en su casa una obra por ejemplo de Miguel Ángel o cualquier otro gran autor de la historia, esto hace que la persona suba su estatus, que sea admirada como un intelectual y una persona culta que tiene gran conocimiento de la historia del arte.

Por otro lado la naturaleza del arte indica que tiene que ser de precios elevados, no es posible imaginarse un artista que en años podría realizar solo uno o dos trabajos de gran relevancia y que estos fueran vendidos a un precio bajo, no podría ser sostenible el negocio del arte y no existirían artistas porque, aunque amaran el arte tendrían que realizar otros trabajos para poder sostenerse y subsanar todas sus necesidades, de manera que como todo negocio el arte tiene que ser rentable o mínimo auto sostenible.

Es necesario entender que el costo del arte no es solo el valor de las pinturas del lienzo o los materiales que utiliza cualquier artista, ni tampoco el tiempo que este gasta para diseñar su obra, el verdadero costo es el costo de comprar la idea, tal vez una idea que pudo haber sido catalogada como tonta, obscena o insultante en su tiempo, pero aun así fue materializada por un gran artista, que tal vez tomo un gran riesgo porque no es desconocido para nadie que en tiempos anteriores lo nuevo y diferente era penalizado, solo la decisión de una persona por entregar su vida a una idea que va en contra de las corrientes normales hace que el resultado de sus riesgos de su vida, tal vez de su historia si es descrito como una gran obra, más que importante es necesario que todo esto sea pagado con grandes cantidades de dinero

A través de la historia del mercado del arte se han visto tres fases, las cuales recorre una obra artística, comenzando por la producción que hace el pintor, escultor, músico o escritor, es de allí de donde nace la obra y donde se utilizan los diferentes materiales e insumos, donde se aplican los procesos técnicos especiales de cada autor, donde se implanta un estilo, una experiencia y la creatividad que tienen los artistas para poder ofrecer su obra al mundo; luego de esta fase de producción se pasa a la transferencia del producto terminado, donde esta la intermediación de las galerías, las subastas,

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