ETICA EMPRESARIAL

Mucho se ha hablado de la necesidad de desempeñar funciones administrativas desde una perspectiva profesional, por supuesto incluyendo todas y cada una de las ideas plasmadas en nuestros análisis.

Hemos dejado claro que en la medida en que el administrador se capacite, conozca, domine, participe, se convenza, tenga visión, sea estratega y tenga claro el rumbo que debe tomar la organización, el éxito estará de su lado y en consecuencia del lado de quienes trabajan para la empresa.

En capítulos anteriores sea hecho énfasis en la necesidad que existe de que los administradores estén concientes que trabajan con gente y no con máquinas, que el recurso humano necesita sentirse aceptado como miembro activo de la organización y que el ser líder no significa trabajar y ordenar por encima de los derechos y necesidades de los demás.

En muchas ocasiones las empresas centran su atención en establecer procesos, en reclutar al personal adecuado de acuerdo a puestos y preparación, en seguir normas, en alcanzar volúmenes de producción y en consecuencia ganancias, en no tener problemas con las dependencias encargadas de vigilar seguridad, higiene, condiciones laborales, contratos, prestaciones, instalaciones, en fin tantos puntos con los que la empresa debe cumplir legalmente, y que considero bueno, o quizá excelente que las organizaciones se preocupen por seguir con las normas que marca la ley para poder operar de manera libre y competitiva.

Pero en esto me gustaría puntualizar lo siguiente, y aclaro que no estoy generalizando, sin embargo existen muchos casos con la descripción anterior. ¿Realmente las empresas, líderes, socios o dueños, se preocupan por el recurso humano en su totalidad?, entiéndase totalidad como inclusión de los términos: necesidades, gustos, limitantes, sueños, condiciones laborales, economía, familia, distracciones, entretenimiento, salud, educación y muchos otros que podrían alargar esta lista.

Si tenemos claro que el personal es quien produce y por lo tanto es quien posiciona a la empresa en los más altos lugares o los más bajos comercialmente hablando, ¿por qué dejamos de lado el bienestar del empleado?, ¿por qué nos olvidamos que esa estabilidad en todos los aspectos se refleja en su trabajo diario?, ¿por qué de manera egoísta no terminamos de entender que son seres humanos que necesitan motivación?, y me permito aclarar que no es un capricho de los trabajadores.

Estoy convencido de que si a nuestros hijos les decimos lo importante que son en nuestras vidas, que si a nuestros padres les agradecemos día a día el habernos dado la vida, que si a los amigos les otorgamos parte del tiempo que tenemos para escucharlos, si conocemos a detalle las necesidades, sentimientos, emociones, inquietudes, sueños, preocupaciones de nuestra pareja, ¿por qué no permitirnos como líderes o administradores conocer todos esos aspectos de los colaboradores de la empresa, que al final de cuentas son los que nos han posicionado y los que nos han respaldado durante tanto tiempo para obtener las ganancias que se tienen en la organización?.

Indiscutiblemente es un tema muy complejo pero que no deja de ser primordial en el desarrollo de las organizaciones, a mi juicio, a nivel mundial.

Si queremos bienestar, crecimiento y confianza por parte de los trabajadores, es lógico que ellos esperen reciprocidad en la manera de actuar de la empresa y de sus líderes.

Es por ello que el tema que analizaremos en esta actividad es precisamente ese, “la motivación”

Comencemos pues por definir el concepto de la palabra motivación. Existe una gran cantidad de autores que han establecido las características que deben tomarse en cuenta para desarrollar prácticas motivacionales.

En primera instancia la autoría de nuestro texto base plasma la motivación como “conjunto de fuerzas que impulsan, dirigen y mantienen cierta conducta”. (Hitt, Black, Porter, 2006).

Ciertamente todos tenemos esa idea del término motivación pero también es cierto que el ser humano por naturaleza busca una motivación a todas sus acciones, digamos que se convierte en una manera de impulsarnos de forma personal o grupal.

El análisis del capítulo doce, nos deja clara la necesidad de esas fuerzas de “empuje” y de “arrastre”, si estudiamos profundamente este argumento nos damos cuenta que ciertamente son fuerzas fundamentales en el desarrollo de las diferentes actividades del ser humano, en cualquiera de las áreas en las que se desenvuelve.

Nuestra experiencia, aprendizaje y conocimiento nos van enriqueciendo de tal manera que tenemos la capacidad de construir esas fuerzas de “empuje” y convencernos de nuestras habilidades, destrezas y limitantes, para sentirnos motivados a realizar o mantener cierta acción, nivel o sentimiento, de la misma forma vivimos en un entorno o en varios entornos determinados que nos brindan la posibilidad de ser receptivos a todas y cada una de las fuerzas de “arrastre”, que también son necesarias en nuestras actividades, el sentirnos apoyados, reconocidos y queridos, nos da la pauta para poner más énfasis, empeño y dedicación a lo que desarrollamos.

Vale la pena incluir en este análisis las definiciones de importantes estudiosos de la motivación, sus causas y consecuencias, y que considero son muy puntuales y coherentes para nuestra materia.

La motivación vista desde el ámbito laboral se podría definir como el impulso de diferente origen que orienta a la persona a desempeñarse de una forma positiva o negativa en el trabajo. Con respecto a esto plantean que uno de los objetivos fundamentales en el estudio de la motivación laboral debería ejercerse directamente al desarrollo organizacional. De forma que permita el uso de modelos y teorías existentes en la misma frente a cualquier problemática, permitiendo establecer planes o programas de formación en las organizaciones, la gestión pertinente en la toma de decisiones y la evaluación del desempeño y rendimiento laboral (Peiro y Prieto, 1996).

La motivación es un medio que moviliza, orienta y regula la actuación de un individuo, con la finalidad de satisfacer sus carencias, generadas con el fin de estimular la actuación del mismo y alcanzar las metas. (Martínez, 2000)

Según (Espada 2006) la motivación es el factor base emocional para el ser humano y para cualquier profesional, estar motivado indica realizar las tareas cotidianas sin apatía y sin un sobreesfuerzo adicional.

Se considera que la motivación incluye la presencia de cierta conducta direccional, al existir una táctica instrumental que se lleva a cabo para lograr los objetivos establecidos, de manera que la motivación es, al mismo tiempo, una manifestación de

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