El Papel Del líder Estratégico Y Su ética.

El papel del líder estratégico y la ética del mismo.

El liderazgo de un líder estratégico es representado por un avance y perfeccionamiento dirigido a las personas, impulsados por una visión compartida. En este sentido, el liderazgo ético es el arte de influir sobre las personas para que trabajen con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.

De esta manera, el líder estratégico impulsará las bases éticas, las cuales deben entenderse como un proceso que incluye la influencia sobre ciertos aspectos como: los objetivos de las tareas y las estrategias de un grupo u organización; las personas para que implementen las estrategias y alcancen los objetivos; los grupos para que haya identificación entre sus miembros; y sobre la cultura de la organización. Asimismo, es la demostración de una conducta normativamente apropiada a través de las acciones y relaciones interpersonales, y la promoción de tal conducta en los seguidores a través de comunicaciones de doble vía, refuerzo, y toma de decisiones.

El denominado liderazgo ético, fundamentado en una visión holística del trabajo, un sentido de comunidad y un proceso de toma de decisiones compartido, antepone como principal valor el servicio a los demás, destacando también el importante papel que las empresas pueden y deben tener en la mejora de las condiciones de vida de las personas, así como, en el progreso de la sociedad.

Por otra parte, la responsabilidad social entendida por Navarro (2009: 21), como el grado de obligaciones que la organización asume a través de acciones que protegen y mejoran el bienestar de la sociedad a medida que trata de alcanzar sus propios objetivos, es la forma en cómo afecta a la comunidad.

Si una organización es socialmente responsable cumpliría las siguientes obligaciones: Incorporar objetivos sociales a sus procesos de planeación, aplicar normas comparativas de otras organizaciones a sus programas sociales, presentar informes a los miembros organizacionales y a los socios sobre los progresos de la responsabilidad social y experimentar diferentes métodos para medir el desempeño social.

En este sentido, la responsabilidad social representa un enfoque ético de liderazgo y gestión empresarial que se traduce en un comportamiento responsable hacia los diversos grupos de interés, empleados, clientes, accionistas, proveedores, competidores y sociedad, con el fin de satisfacer sus necesidades.

De esta manera, si la ética establece los principios que definen las actuaciones de un líder estratégico en el ambiente interno de una organización, la responsabilidad social se preocupa por las consecuencias que esas actuaciones empresariales pueden tener sobre la sociedad en general o ciertos grupos en particular (departamentos e incluso externos como outsourcings, proveedores, etc.)..

Por consiguiente, la ética tiene que ver con la persona, al tratarse de un líder, lo que realmente se piensa abarca en gran medida: los principios.

La dirección de una empresa es ética cuando se rige por unos principios que se llevan a la práctica empresarial. Por otra parte, la dirección del líder estratégico ha de regirse por unos valores, un valor ético o virtud al menos, construir confianza y credibilidad entre sus subordinados. También, supone el primer paso a un liderazgo ético fundamentado en virtudes.

Naturalmente, la ética empresarial se refleja en la cultura, y es a los directivos a quienes corresponde crear, mantener y cambiar una cultura ética. La cultura organizacional impulsada por los lideres se transforman a través del ejemplo (la practica) y de las normas (códigos de conducta, implantación de políticas, entre otros).

Según Francés (2004: 46), pensar en la ética hoy significa pensar la pérdida de una referencia absoluta para la determinación de la moral en las actuaciones humanas.

Dentro de este contexto se puede considerar que la ética debe basarse en

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