El nacimiento de Swatch

1. INTRODUCCIÓN

Al inicio de la década de los 80 la industria relojera suiza se encontraba al borde del colapso, principalmente debido al importante desarrollo llevado a cabo por la industria japonesa en la tecnología del cuarzo. Curiosamente, aquella tecnología había sido un invento suizo pero no fue desarrollada, en un principio, por esta industria debido a que se consideró que eran relojes de escasa fiabilidad y que constituirían una “moda pasajera”. Consecuentemente, Suiza se siguió centrando en la fabricación de relojes mecánicos de alta gama. Aquella decisión marcaría un punto de inflexión en la historia de la industria relojera mundial.

2. LA INDUSTRIA RELOJERA SUIZA HASTA EL NACIMIENTO DE SWATCH

Antes de la década de los cincuenta, la industria suiza relojera dominaba el sector mundial con un 80% de la producción y con más de 2500 empresas a lo largo y ancho de todo el país. Por aquel entonces, los relojes eran fabricados artesanalmente utilizando materiales preciosos y resistentes al desgaste mecánico como los rubíes o zafiros y se requería de la experiencia de ingenieros en micromecánica para su montaje. Por estos motivos, los relojes suizos eran auténticas joyas que se transmitían de generación en generación y cuya compra era considerada como una inversión económica. Por lo tanto, Suiza se había convertido en una referencia mundial en cuanto a la fabricación de los mejores relojes del mundo y su marca de identidad, “hecho en suiza”, era sinónimo de calidad, categoría y prestigio para el consumidor.

A principios de los años cincuenta comienza a surgir la competencia de la industria suiza relojera. En 1951, TIMEX lanza al mercado nuevos relojes mecánicos desechables. Son relojes funcionales, sencillos, muy resistentes y no reparables. Su fabricación automatizada empleaba materiales de bajo coste, lo que posibilitaba su comercialización a precios muy reducidos. Además, aparecen nuevos canales de distribución debido a que las joyerías tradicionales no querían comercializar estos relojes. Paralelamente y para apoyar el lanzamiento de la marca, se hacen fuertes campañas publicitarias. Como resultado de estas decisiones, TIMEX se convierte en el líder mundial de ventas en el año 1970.

En ese mismo año, 1970, surge la tecnología basada en el cuarzo. Dicha tecnología emplea componentes electrónicos que dotaban al reloj de un número mayor de funcionalidades y de una precisión similar al mecánico. Estos relojes se empiezan a producir en masa en Japón y en Hong Kong con costes de fabricación muy reducidos. Gracias al desarrollo de esta tecnología, Seiko se convierte en 1979 en líder mundial de ventas de relojes de precio medio, ya que TIMEX seguía liderando los de precio bajo, convirtiéndose en la mayor compañía relojera del mundo en cuanto a ingresos. Este nuevo mercado revoluciona

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