Estructura funcional VS Gestión por procesos

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Estructura funcional VS Gestión por procesos

María José Mendoza Toncel

Fundación Universidad del Norte

Evolución del pensamiento administrativo

Barranquilla, Atlántico

2020

Gestión de procesos vs estructura funcional

Desde la Revolución Industrial, las empresas empezaron a priorizar la adquisición de maquinaria, tecnificación de la mano de obra e introducción de las tecnologías para optimizar la productividad. Con todo esto, se lograron reducir los tiempos de producción y aumentar la cantidad de bienes generados por la empresa para lograr mayor beneficio económico, sin embargo, el paso del tiempo ha demostrado que un factor más importante que la tecnología y la maquinaria es el conocimiento. El conocimiento, adquiere relevancia en la medida en que de él se desprende la toma de decisiones que es el proceso más importante en una empresa, de esto dependen las compras, reinversión, cantidades, tiempos, personal, distribución y en general todas las etapas por las que pasa el producto o servicio que ofrece una empresa y los factores que intervienen en ella.

     En este sentido, se encuentra que el poder del conocimiento se condensa en la gestión de la organización y va más allá del simple hecho de adquirir maquinaria y tecnología. La transformación de las organizaciones demanda la autoevaluación constante y el monitoreo a la gestión que se realiza en ella, debido a que, en un entorno de alta competitividad, la sostenibilidad de la empresa requiere la adaptación a los cambios, por lo que su visión sobre la gestión será determinante para su desempeño. Es así como la gestión puede realizarse a través de distintos enfoques, lo cual determinará la relación entre directivos, empleados y clientes, y la forma en que se trabaja para cumplir los objetivos y metas de la organización. Dos de estos enfoques son Gestión por procesos y la Estructura funcional o gestión por funciones. En el presente ensayo se describirá y analizará cada una de estos señalando sus divergencias.

     En primer lugar, la Estructura funcional corresponde al modelo clásico de gestión donde existe una clara separación por departamentos, se realiza una división del trabajo y existe una autoridad jerárquica (Del Real, s.f., pp. 1-2). Según Minsal y Pérez “La organización por funciones reúne, en un departamento, a todos los que se dedican a una actividad o a varias relacionadas, que se denominan funciones.” (2007, p. 2) y es más utilizada en empresas pequeñas para aprovechar eficientemente los recursos.

La Estructura funcional se hace visible mediante el organigrama “que muestra los diferentes niveles jerárquicos de responsabilidad y las diversas áreas funcionales de las que se deriva la división del trabajo” (Garrido, 2017, p. 10), es sencilla, ideal para las pymes y otorga gran responsabilidad a la parte administrativa como cabeza de la organización. En este punto se encuentra una diferencia con la gestión por procesos debido a que en esta última las responsabilidades son compartidas y asumidas por profesionales cualificados que apoyan y nutren las labores de gerencia en el marco de una jerarquía mínima donde prima el proceso y el conocimiento.

     Al respecto de esto, Soto (2011, p. 1) señala que las características de la Estructura funcional son: estructura organizacional jerárquica, actuación interna y cerrada, la dirección se da mediante órdenes gerenciales y se realiza control externo. Mientras que en la gestión por procesos la estructura organizacional es sistémica-interconectada, la actuación es externa y abierta, existe una auto-gerencia y auto-control y el recurso principal es el conocimiento (Soto, 2011. P. 1)

     Por otro lado, la gestión por procesos surge por la necesidad de un trabajo interrelacionado que priorice la atención en las actividades que realiza la empresa para optimizarlas. Como manifiesta Torres, esto permite lograr los resultados de forma más eficiente, es una gestión integral que requiere un amplio conocimiento y un concepto de la empresa como sistema (Torres, 2012, p. 160). Este mismo autor agrega que la gestión por procesos se ocupa más en la comprensión del cliente y la orientación a la satisfacción de sus necesidades, diferente a la gestión tradicional donde el cliente se encuentra totalmente desligado al proceso productivo de la empresa.

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