Etica Y Empresa

RELACIÓN ENTRE UNA SOCIEDAD CONSUMISTA, FENÓMENO DEL CONSUMISMO Y ÉTICA DE LA EMPRESA

Consumismo, consumo, ética empresarial y responsabilidad social; todos estos términos que vemos emplear en nuestro diario vivir y que con ellas contravienen miles de disyuntivas que nos afectan no solo como individuos sino, como integrantes de una sociedad y que de una u otra manera modifican nuestro modo de ver la realidad. El presente escrito solo trata de mostrar un pequeño análisis de este complejo proceso social en el que el ser humano se convierte en el eslabón que une toda la cadena de hechos, razones, causas y consecuencias que preceden a la sociedad contemporánea en la que vivimos actualmente teniendo como base la mirada retrospectiva de diferentes autores. En este proceso veremos como el consumo se convierte en un consumismo desmedido entre las masas y como los empresarios al verse responsables de este efecto, buscan desesperadamente medidas que les retribuyan el valor moral y ético en sus empresas devolviéndole el sentido humanístico frente a la sociedad.

El mundo en el que vivimos no siempre ha tenido una sed compulsiva por satisfacer sus “necesidades” de estatus y de prestigio frente a las demás personas. Desde siempre, el hombre se ha visto en la necesidad de consumir para sobrevivir, esto, con el transcurso del tiempo se ha convertido en una costumbre que ha pasado de la adquisición de alimentos (entre otros bienes), a la acumulación de artículos materiales y de servicios que se producen, se venden y se compran con el vago e inútil deseo de llenar los espíritus vacíos del hombre promedio actual resultado del dominio que emplean los medios de comunicación, la agencias de publicidad y en la cima de todo, las monstruosas corporaciones que manejan el mundo a su gusto dejando en un segundo plano los sistemas políticos. “Cuanto más se multiplican los desengaños y las frustraciones de la vida privada, más se dispara el consumismo como consuelo, como satisfacción compensatoria como una forma de levantar el ánimo…” (Lipovetsky, 2008, Pág. 52). Esto conlleva al hombre a convertirse en un fin y en un medio; un fin en el sentido que es a él al que se quiere alienar, al que se quiere llegar con el producto y un medio en tanto que será el mismo individuo el que mantenga funcionando esta cadena con sus dinero.

Cabe resaltar que el humano promedio tiende a omitir la radical y profunda diferencia entre lo que es el consumo y lo que es el consumismo, razón por la cual suele considerar sus deseos de bienes como necesidades de primer grado, fundamentales para su desenvolvimiento en una vida cosmopolita lo cual en parte es cierto, consumir es sencillo ya que el único requisito en la actualidad para ser alguien es tener poder adquisitivo y esto brindara facilidad y disponibilidad absoluta para adquirir el bien que desee sin ninguna dificultad ni impedimento (Tim Harford, 2008, Pág:95) y sucede de esta forma porque así es como lo quieren las corporaciones que apoyadas por los sistemas políticos de los países desarrollados, logran poner sus productos a disposición de todo aquel que lo quiera comprar sin ver límites ni fronteras territoriales.

Es por esta razón que las políticas gubernamentales juega un papel tan importante en el imperialismo que manejan las empresas y compañías multinacionales ya que mediante tratados, acuerdos, convenios, etc., se logran abrir las puertas sin restricción alguna con el fin de darle inicio a una mejor economía mundial y desarrollada, pero que en contra

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