Firmas Auditoras
isamaramisuki4 de Abril de 2015
3.394 Palabras (14 Páginas)394 Visitas
KPMG
KPMG nació de la fusión, en 1987, de todas las firmas miembro de Peat Marwick International (PMI) y Klynveld Main Goerdeler (KMG).
Con más de 100 años de experiencia en el mercado, la historia de KPMG es la trayectoria de sus profesionales y su nombre, las iniciales de los miembros fundadores.
• K procede de Klynveld. Piet Klynveld fundó la firma auditora Klynveld Kraayenhof & Co. en Ámsterdam en 1917.
• P por Peat. William Barclay Peat fue el fundador de la firma de auditoría William Barclay Peat & Co. en Londres en 1870.
• M de Marwick. James Marwick creó la auditora Marwick, Mitchell & Co. junto a Roger Mitchell en Nueva York en 1897.
• G proviene de Goerdeler. Reinhard Goerdeler dirigió durante muchos años Deutsche-Treuhand-Gesellschaft y posteriormente fue presidente de KMG. Fue él quien definió en gran medida las bases de donde surgió la fusión de KMG.
En 1997, KPMG y Ernst y Young anunció que iban a fusionarse. Sin embargo, aunque se le concedió la fusión de PricewaterhouseCoopers forma aprobación regulatoria, la KPMG/Ernst y Young empate-fue abandonado más tarde
En 2001 KPMG vendió su empresa de consultoría de EE.UU. a través de una oferta pública inicial de KPMG Consulting Inc, que ahora se llama BearingPoint, Inc. A principios de 2009, BearingPoint se acogió al Capítulo 11 de protección de bancarrota.
Los brazos de la consultoría británicos y holandeses fueron vendidos a Atos Origin en 2002.
En 2003 KPMG se deshizo de su brazo legal, KLegal y KPMG LLP vendió sus Servicios de Asesoría de Controversias de FTI Consulting.
Las firmas miembro de KPMG en el Reino Unido, Alemania, Suiza y Liechtenstein se fusionaron para formar KPMG Europe LLP en octubre de 2007 - Estas firmas miembros fueron seguidos por España, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, la CEI, Turquía, Noruega y Arabia Saudita. Ellos nombraron copresidentes, John Griffith-Jones y Ralf Nonnenmacher. La nueva sede se encuentra en Frankfurt, Alemania
Auditoras: quedan las 'Cuatro Grandes'
Desde 1986, el sector de la auditoría ha vivido un proceso de fusiones que ha reducido, de nueve grandes actores, a un cuarteto de firmas de auditoría que se encargan de revisar las cuentas de las mayores compañías del mundo.
J. Jardón. Madrid
"La unión hace la fuerza". Este parece ser el dicho popular que las auditoras han aplicado al pie de la letra durante los últimos veinte años. De las nueve grandes compañías del análisis de cuentas que existían en el mundo, hoy sólo quedan cuatro: Ernst&Young (E&Y), KPMG, Deloitte y PricewaterhouseCoopers (PwC).
Fusiones y desapariciones han sido las principales fórmulas que han seguido las firmas para crecer en el mercado. Unido a estas operaciones ha estado la necesidad de acompañar a la internacionalización de las grandes empresas. Las auditoras han crecido en tamaño y han ubicado localizaciones todo para mejorar y continuar la oferta de sus servicios para sus clientes.
La primera de las fusiones que se ha vivido en estos veinte años se produjo en 1987, con la integración de las firmas PMI y KMG conformando la actual firma suiza KPMG. La segunda, y realizada a continuación, fue en 1988, cuando Ernst & Whinney firmo un acuerdo para integrarse con Arthur Young. Tras la finalización de estas operaciones, unida a la de Deloitte a comienzos de los noventa, dejó paso a un tiempo de tranquilidad y de prosperidad a las compañías.
Caso Enron
Pero llegó el año 2001, y la energética americana Enron se declaró en quiebra, con la consiguiente salida a la luz del escándalo.
El Departamento de Justicia estadounidense comenzó entonces una investigación, en la que la firma Andersen fue acusada de destrucción de documentos y de obstrucción a la justicia. Un proceso que llevaría a su desaparición en 2002. En el mundo las firmas componentes de las red Andersen Worldwide se escindieron y se unieron a otras firmas rivales. En España, Andersen se fusionó con Deloitte.
El caso Enron abrió la puerta a la desconfianza en los mercados y a un movimiento legislador por parte de los Gobiernos de Europa y EEUU. El objetivo de las regulaciones era controlar las relaciones entre las empresas y sus auditores.
En EEUU, la ley que quiso poner fin a los desmanes provocados por el caso Enron, y otros como Worldcom, fue la Sarvanes-Oxley, que de forma estricta obliga al cumplimiento, por parte de las empresas y de las auditoras, de unas medidas que velan por la seguridad y que intentan evitar los escándalos contables.
Esta ley, que impone prácticas de gobierno corporativo a todas las empresas cotizadas, ha devuelto y elevado la confianza de los accionistas en los empresarios. Tanto es así, que un porcentaje mayoritario de las compañías del ránking más admiradas por el valor que dan al accionista responde a las que tienen su sede en EEUU.
En España, a la ola de transparencia mundial, tras escándalos como Enron y WorldCom, se unió el caso Gescartera, que desembocó en la mayor multa de la historia de la auditoría en España: 632.000 euros a Deloitte, la auditora de la firma de valores. Este caso, que reveló un agujero contable de 18.000 millones de pesetas (3.000 millones de euros) en la agencia de valores, precipitó la dimisión de la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pilar Valiente, y la renovación de su cúpula.
El Gobierno del PP aprovechó entonces para abordar una reforma de la auditoría, a través de la Ley Financiera. Hasta ese momento, en España sólo regulaba la actividad auditora la Ley 19/1988 de Auditoría de Cuentas. Aprobada por el Gobierno socialista, establecía una normativa a nivel nacional similar a la existente en los países miembros de la Unión europea en materia mercantil. Entre otros aspectos, establecía que las empresas debían presentar sus cuentas bajo la supervisión y el visto bueno de una sociedad de auditoría.
La regulación que entró en vigor en 2002 estableció limitaciones a las auditoras, para impedir, por ejemplo, que presten servicios de consultoría tecnológica, control interno, o la defensa del cliente ante un tribunal, a una compañía cuyas cuentas anuales revisen.
Además, el cambio de la ley afectó a temas clave como la sustitución obligatoria de equipos y socios encargados de una auditoría, las pruebas de acceso a la profesión de auditor, la supervisión de las firmas por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (Icac), la formación continuada de los auditores, y la creación obligatoria de comités de auditoría en las empresas cotizadas.
Las NIC
En 2003, España aprueba la implantación de las normas de contabilidad internacional, de forma que se puedan compatibilizar las normativas contables de diferentes países y tener un conocimiento real de las cuentas de las empresas. En este campo, las auditoras han jugado un papel especial, en cuanto que han aconsejado a las empresas cómo hacer y favorecer este cambio.
La octava directiva, que regula la profesión de auditoría en Europa, y que fue aprobada en septiembre del año pasado, puede suponer el comienzo para que este colectivo asiente sus bases y logre la estabilidad.
En concreto, la directiva ha centrado su debate en cuestiones relativas a la rotación de las firmas, a la obligatoriedad del comité de auditoría para las empresas no cotizadas, la independencia de la profesión, la responsabilidad limitada de los profesionales, y el informe único de auditoría.
Entre sus conclusiones, esta directiva olicita a la Comisión Europea que realice un informe que analice la responsabilidad de los auditores en los casos de escándalos financieros antes de 2006.
El susto de KPMG
Pero la auditoría no parece trabajar tranquila, ya que, el año pasado, la firma KPMG estuvo a punto de desaparecer y de dejar las cuatro grandes en tres. Ese fatal desenlace no se produjo, gracias a un acuerdo entre el Departamento de Justicia de EEUU y la auditora, que ha permitido a la firma evitar una querella por la venta de productos financieros destinados a la evasión fiscal (denominados tax shelders) y por obstruir las investigaciones de la Justicia.
A través de este acuerdo, la auditora tuvo que reconocer públicamente que cometió fraude con la venta de estos productos, y que obstruyó el trabajo de la Justicia. También, durante tres años, un interventor independiente controlará las actividades de KPMG. Un mal menor, frente a su total desaparición. Tras Enron, los gobiernos han regulado las relaciones entre empresa y auditora.
Pricewaterhouse y Coopers & Lybrand
El 1 de julio de 1998, tras un largo proceso de fusión, nació la firma de auditoría que se convirtió y continúa siendo líder en el mundo. Esta compañía fue fruto de la fusión entre las auditoras Coopers & Lybrand y Pricewaterhouse, hasta ese momento la cuarta y sexta en el ránking mundial respectivamente. De esta forma la compañía resultante arrebataba el liderazgo del sector a la red internacional Andersen Worldwide en el mundo, y también en España.
El origen de la firma Pricewaterhouse proviene de su fundador Samuel Price, un contable, que comenzó a trabajar en Londres en 1849. En 1865 forma parte de una sociedad con Edwin Waterhouse, que a partir de 1874 empezó a ser conocida como Priwaterhouse.
Como consecuencia del comercio entre el Reino Unido y los EEUU, Pricewaterhouse abrió una oficina en Nueva York
...