Gerencia De La Producción Aplicada A Televen

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como objetivo demostrar, a través de un estudio de carácter exploratorio, que la Gerencia de la Producción, y cada una de las fases del proceso productivo, son comunes a la generalidad de las empresas independientemente de la especificidad del producto que se dedican a producir.

Para ello, tras revisar los fundamentos teóricos de la Gerencia de la producción y los conceptos inherentes a ella, vistos durante el curso de especialización en Gerencia Empresarial, se procedió a aplicar esta teoría a una empresa determinada.

La empresa seleccionada como objeto de estudio es la televisora venezolana Televen. El criterio de selección obedeció, fundamentalmente, a que los productos producidos en sus instalaciones la distancian de la tradicional concepción que se tiene de una empresa o fábrica que transforma materia prima en productos de consumo masivo. Este hecho facilita, de algún modo, la demostración que nos hemos planteado como objetivo, ya que permite ver como se cumplen cada una de las fases del proceso de producción en una empresa no tradicional.

LA TELEVISIÓN EN VENEZUELA

Reseña Histórica

Debido a los altos costos de instalación y de funcionamiento, la expansión de la televisión en el país fue lenta, dificultosa y con varios intentos fallidos. Pero a partir de los años 70, y gracias al auge de los precios de petróleo, la situación se invierte y se produce una alta concentración de capitales en esas actividades

Los inicios de la televisión en Venezuela datan del año 1952. Aunque el primer canal creado es la Televisora Nacional YVKA-TV Canal 5 (TVN-5), que surge bajo control directo del Estado.

Al año siguiente nace Televisa YVLV-TV Canal 4 (posteriormente adquirida por el Grupo Cisneros y denominada actualmente Venevisión) y en 1953 – auspiciada por la Corporación Radiofónica Venezolana (Corven) es fundada Radio Caracas Televisión, bajo la propiedad del Grupo Phelps y R.C.A. La Cadena Venezolana de Televisión (CVTV), Canal 8, fue fundada en 1964 por el Grupo Vollmer, asociado a Time-Life, durante una década funcionó como canal privado, pasó a manos del Estado durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez y durante seis años tuvo eliminada la publicidad comercial.

Durante el gobierno de Luis Herrera Campins (1979) se decretó el uso del color en televisión y se adoptó el sistema estadounidense en color NTSC-M.

La televisión en Venezuela, se ha convertido en el medio de comunicación más importante del país. En Caracas, por ejemplo, casi el 100 % de los hogares posee al menos un aparato de televisión y en el resto de país la cifra sobrepasa el 95 %. Alrededor de las ¾ partes de la inversión publicitaria va a la pantalla chica, y sin duda alguna, es la televisión el medio de distracción e información más extendido entre las familias del país.

En la década de los 80 fue simbólica la exportación de telenovelas venezolanas en una experiencia protagonizada por RCTV y Venevisión. En 1986, por ejemplo, el canal 2 logró 12 millones de dólares por sus ventas al exterior.

Para la década de los 80 también hubo novedades en Caracas en el campo de la televisión. La Corporación Televen salió al aire en 1988 y con el paso de los años su señal llega a todos los rincones del país.

Evolución de la crisis de la Telenovela en Venezuela.

En 1996, la afición por las telenovelas venezolanas levantaba pasiones, mientras las producciones brasileras competían –desde Televen – con RCTV y Venevisión.

Pero las pasiones levantadas por los “culebrones” no son solamente por lo que cada capítulo transmite, también por el hecho de ser telenovelas. Los comentarios con respecto a ella son de todo tipo: basura, con actuaciones forzadas, su producción es mediocre, alienan a la población, etc., etc. A este respecto se pronunció, a finales de 2002, Leonardo Padrón, en un artículo titulado: La telenovela, ¿género literario del siglo XXI?, publicado por la Revista Bigott Allí, Padrón expone varios puntos interesantes. Uno de ellos: “Sí, las telenovelas han funcionado así durante años: con argumentos superficiales, con el simplismo de su esquema narrativo, con la manera abusiva como prolongan la historia, con la presentación de estereotipos en vez de personajes, con diálogos banales o impostados, con sentimientos toscos y vulgares. Así son, así gustan. En la historia de la cultura del hombre, y la historia de la evolución de sus rituales creativos. (…) la telenovela es aún un género joven, muy joven, históricamente hablando, más allá de que sus raíces estén en el folletín del siglo XVIII y en los nombres de Alejandro Dumas, Balzac, Víctor Hugo y Dickens”.

En relación a lo expresado hasta el presente, toca repensar lo mucho que se puede hacer para integrar creatividad y calidad junto con la preexistente cartilla sentimental. No cabe duda que la telenovela es un negocio, pero también una forma de ser latinoamericano, de ser venezolano. Es parte de nuestra idiosincrasia ese arte de narrar nacido en las tabaquerías cubanas de finales del siglo XIX. En las cuales se leían en voz alta capítulos de los folletines sentimentales que a las torcedoras de la fábrica hacían llorar, reír, gozar. Algo así explica Ibsen Martínez en un artículo dedicado a la novela Rating, de Alberto Barrera Tyszka, parte de las obras de ficción que han surgido para analizar el género.

Ahora, según autores, productores, directores y actores, es necesario apartarse del tradicional melodrama para acercarse más al formato de las series de drama o comedia, más ligeras y que tanto éxito han tenido en otros países.

Lo anterior cobra sentido cuando Televen, en el año 2012, comenzó a apostar por la recuperación del terreno perdido por la telenovela venezolana en el exterior. En ese sentido, produjo su primera telenovela en alta definición llamada Nacer Contigo, la cual no obtuvo los resultados que se esperaban. Posteriormente, la televisora firmó un convenio con productoras extranjeras para realizar en sus estudios Dulce Amargo, con Scarlet Ortiz, Roxana Díaz, Juan Carlos García y selecto grupo de actores con variadas nacionalidades.

En los pasillos del tercer piso de Televen, donde se grababa “Dulce amargo”, se respiraba el aire optimista de los que emprenden, con nuevos bríos, hacia la reconquista. Actores, asistentes y productores iban y venían llenos de entusiasmo. Muchos de ellos llevaban meses o años sin trabajar en una telenovela, cuando hace menos de una década iban de un proyecto

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