“LA MOTIVACIÓN EN VALORES”

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UNIVERSIDAD EUROPEA DE MADRID

MÁSTER EN DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS (MBA)

“LA MOTIVACIÓN EN VALORES”

1° FORO DE DESEMPEÑO

MADRID, ESPAÑA

Para poder entender sobre que trata la motivación en valores dentro de la empresa, es necesario empezar a interiorizarnos con lo básico, por lo que partiremos definiendo la motivación. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), es el “conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona”. En simples palabras, sería lo que mueve a una persona a realizar alguna actividad, por ejemplo ¿Qué nos motiva a levantarnos por la mañana, a poner cada día una sonrisa en nuestra cara, a ser la mejor versión de sí mismos, a luchar por nuestros sueños…? Seguramente cada uno de nosotros tendrá sus respuestas personales, pues somos seres orgánicos, únicos, y en constante cambio, donde claramente existen diferentes razones que nos mueven a diario. Sin embargo, pienso que, si cada día nos hacemos estas preguntas y tenemos respuestas a ellas, significa que vamos en buen camino, ya que, si no tenemos razones para estar motivados en la vida, no haremos las cosas bien o simplemente no las haremos, y nos quedaremos con esa sensación agria de que no somos capaces de conseguir nada de lo que nos proponemos.

Asimismo, es que existen diferentes teorías modernas de la motivación, partiendo por la más importante y conocida, la pirámide de Maslow, el cual sustenta la motivación en las diversas necesidades humanas (enfoque orientado hacia el interior de las personas). En segundo lugar, están los factores de Herzberg, que basa su teoría en el ambiente externo y en el trabajo del individuo (enfoque orientado hacia el exterior), donde la motivación dependerá de los factores extrínsecos e intrínsecos. Y, por último, la Teoría de las expectativas por Vroom, que hace énfasis en las diferencias entre personas y cargos (se refiere a la motivación, no al comportamiento).

En consecuencia, si hablamos de la motivación en las organizaciones, podemos decir que esta es la fuerza impulsora de conductas y comportamientos humanos, considerada como la principal herramienta para alcanzar las metas deseadas de la empresa, promover su eficacia y aumentar la innovación. Es por esto, que el principal capital de una compañía no es el dinero como la mayoría piensa, sino, su “capital humano”, pues la empresa es la gente que trabaja en ella, siendo esta la base del éxito. Por lo tanto, es importante que estos actúen motivados, de hecho, esto debería ser una de las prioridades de los directivos, saber mantener y elevar la motivación en sus colaboradores.

Sin embargo, también existen los valores, aquellas virtudes o cualidades que caracterizan a una persona, una acción o un objeto que se consideran típicamente positivos o de gran importancia para un grupo social. Estos, han estado presentes desde los inicios de la humanidad, pues para el ser humano siempre han existido cosas valiosas, por ejemplo, el amor, la honestidad, felicidad, gratitud, justicia, respeto, entre muchos otros. Por lo mismo, es que, con el objetivo de alcanzar el bienestar colectivo, existe una serie de valores que son compartidos por la sociedad y establecen cómo deben ser los comportamientos y actitudes de las personas, clasificándolos en valores humanos, culturales, sociales, éticos y morales. De todas formas, algunos valores se van reflejando en el curso de la vida, otros son más permanentes en el tiempo y varios cambian con las necesidades y experiencias de las personas, aunque no olvidar, que todo valor se presenta en sentido positivo y negativo.

Ahora, yéndonos un poco más a lo que nos incumbe, ósea a los valores corporativos, podemos afirmar que estos son los pilares de la identidad organizativa, ya que guían la toma de decisiones y nos permiten dar sentido a las acciones del día a día, teniendo implicaciones sociales y de desarrollo en las dinámicas de trabajo. Por lo mismo, es vital que todos los colaboradores conozcan estos valores, para que tengan un referente de cuál camino elegir, y así evitar conflictos en la dirección.

Por todo esto, son considerados la base para alcanzar el bienestar personal y general de todos quienes nos rodean, siendo importantes por varias razones. En primer lugar, porque se relacionan con nuestros comportamientos y con la forma en que desarrollamos nuestras vidas desde el punto de vista personal, familiar, laboral y social, aunque su jerarquía de importancia varíe en cada uno de estos aspectos. Segundo, al reconocer los principios que rigen nuestros comportamientos y sentimientos, nos motivan a ser cada día mejores personas. Y en último lugar, pero no menos significativo, sirven de guía para tomar las decisiones correctas ante los diversos acontecimientos de la vida, y nos permiten responsabilizarnos de nuestros actos.

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