LAS PREFERENCIAS PARA LA TOMA DE DECISIONES

“LAS PREFERENCIAS PARA LA TOMA DE DECISIONES”

INTRODUCCIÓN

El presente documento tiene como objetivo describir el papel que desempeñan las preferencias en la toma de decisiones, ya que las personas constantemente nos enfrentamos a la toma de decisiones para la resolución de problemas con afectaciones positivas o negativas, en nuestra vida familiar o laboral.

Se establecerá el marco en el cual se realizará la descripción de los elementos que componen un problema, así como uno de los modelos que describen las diferentes etapas del problema hasta su solución, estableciendo que cada vez que un individuo realiza una elección, se muestra una preferencia entre alternativas.

LA TOMA DE DECISIONES

Los individuos pueden llevar a cabo la selección de una alternativa de solución para la toma de decisiones de diversas formas: encontrándose bajo la influencia de grupos o de forma individual, contando con información base en la que puedan sustentar su decisión (teniendo certeza) o incluso no teniendo la certeza de si se logrará obtener un resultado, a su vez esta toma de decisiones puede darse bajo un escenario de incertidumbre, riesgo e incluso con desconocimiento total de información. (Hansson, 1994, p. 26)

Tversky (2004, p. 413) establece que en la toma de decisiones se establecen nuestras elecciones como actividades dirigidas a seleccionar un fin ubicado dentro de un grupo de opciones, maximizando los beneficios posibles, utilizando ya sea métodos numéricos o heurísticos.

Sánchez (2010, p. 1) identifica que un problema clásico de decisión tiene los siguientes elementos básicos:

Decisiones o alternativas posibles.

Estados de la naturaleza que definen el contexto de definición del problema.

Valores de utilidad asignados a las alternativas y a los estados de la naturaleza.

Una función que establece las preferencias del decisor sobre los posibles resultados.

Considerando que un problema tiene diferentes elementos, existen diversos modelos del proceso para la toma de decisiones, y de ellos el modelo desarrollado por Mintzberg, Raisinghani y Théorêt (1976, p. 251) en contraste a los de Condorcet (1794), John Dewey (1910) y Herbert Simón (1960) indican que el proceso de toma de decisiones no se ejecuta forzosamente en una secuencia lineal ordenada, si no que puede ser un ciclo que sea ejecutado hasta que se encuentre una decisión que satisfaga la solución del problema. Este proceso es un modelo ampliado del modelo de Herbert Simon (1960) el cual consta de las siguientes fases:

Identificación del Problema: Consiste en 2 rutinas (Mintzberg, Raisinghani y Théorêt (1976, p. 254))

Reconocimiento de la decisión: los tomadores de decisiones Se identifican los problemas y oportunidades, en gran parte de forma verbal por los tomadores de decisiones.

Diagnóstico: Intervención de los canales de información existentes y la apertura de nueva información para clarificar y definir las cuestiones del problema.

Desarrollo: Se definen y aclaran las opciones, también tiene dos rutinas:

Búsqueda de objetivos en soluciones ya tomadas.

Diseño: Se desarrollan nuevas soluciones o se modifican las existentes.

Selección. Consiste en 3 rutinas:

Pantalla: Se generan más alternativas de las que pueden ser evaluadas. Se eliminan algunas que no pueden ser evaluadas.

Evaluación-Selección: Elección real entre las alternativas.

Autorización: Aprobación para la solución seleccionada, se obtiene de la más alta jerarquía

El modelo anterior del proceso de Toma de Decisiones puede marcar una pauta para la selección de alguna de las alternativas que mejor convenga a nuestros fines, sin embargo, desde el punto de vista de la Psicología este proceso puede muchas más variantes, y una de ella es “la preferencia”.

PREFERENCIAS

Cada vez que un individuo realiza una elección, se muestra una preferencia entre alternativas. Para tomar una decisión, inicialmente consideramos nuestra percepción (método de decisión heurístico) con la finalidad de validar nuestro entorno, organizando e interpretando nuestras vivencias con la finalidad de darle un significado al ambiente que nos rodea (Robbins, 1998, p. 90) y con base en esa percepción otorgamos preferencias a las posibles alternativas de solución (Sen, 1973) (Tversky, 2004) las cuales pueden ser abiertas o cerradas (Hansson, 1994, p. 23) lo que indica que los seres humanos se adaptan al medio ambiente de acuerdo con sus propias necesidades (Einhorn y Hogarth (1981)).

La condición de transitividad es la piedra angular de las teorías de decisiones normativas y descriptivas (Tversky (2004, p. 433)) ya que con ella se requiere la existencia de un ordinal escalar, el cual permite la asignación de preferencias.

Hansson (1994, p. 18) y Tversky (2004, p. 433) indican que en la teoría de la decisión supone que no sólo la preferencia estricta denominada por (>), sino que también la preferencia débil (≥) y la indiferencia (≡) son transitivas.

Una relación de preferencia o indiferencia, que se denota como: ≥ y se indica que esta relación es transitiva si para todo x, y y z se cumple que:

x≥y y y≥y implicaría entonces que x≥y

Donde se entendería que en un escenario con 3 alternativas (Número finito o numerable) para la toma de una decisión se cumple que:

x≥y., si se tiene una mayor preferencia por la alternativa x que por la alternativa y

y≥z, si se tiene una mayor preferencia por la alternativa y que por la z

Entonces implicaría que x≥zse tendría una preferencia de la alternativa x por sobre la z. (Preferencia Fuerte)

Como indica Hansson (1994, p. 19) en la toma de decisiones la relación de preferencias es usada para encontrar la mejor alternativa. Se puede usar la siguiente regla simple: Una alternativa es (única) mejor si y sólo si es mejor que todas las otras alternativas. Si esa es una única y mejor

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