NUEVA VIDA A LA BASURA

Compañías mexicanas reciclan envases y bolsas de plástico para obtener madera plástica y fabricar muebles, autopartes, pisos y hasta corrales. El proceso de transformación no es tóxico y no genera mermas. Con esto, se reduce la contaminación por basura, se desarrolla tecnología y se crean empleos.

Por Laura Canales Ciudad de México.- Cada vez más empresas encuentran en la basura una oportunidad de negocio. Al reciclaje de envases de PET con el que algunas firmas ya fabrican hasta prendas de vestir se suman otros productos.

De los juguetes, botes de shampoo, envases de detergente, bolsas de plástico o bien recipientes de yogurt, que son considerados desechos sólidos, se obtiene la madera plástica, insumo que sirve para manufacturar productos que utilizan diversas industrias como la automotriz, construcción y mueblera.

El nicho de oportunidad de la madera plástica (material de alta resistencia que se obtiene del procesamiento de plástico) es muy amplio.

Gysapol, una de las pocas empresas mexicanas que se dedica a este negocio fabrica desde redilas para camiones y tarimas hasta corrales y cercas.

Por ahora, el límite en el crecimiento de la fabricación de estos productos -que contribuyen al cuidado del medio ambiente, ya que se le da un adecuado uso a la basura- lo ponen los propios consumidores.

“Con las tablas de la madera plástica se puede armar prácticamente lo que quieras”, afirma Bernardo Greenham, director de Basura Cero, empresa mexicana dedicada al procesamiento y comercialización de este material.

Esta compañía que pone por delante la filosofía ecológica se creó en 2009 con el objetivo de colaborar en el aprovechamiento de los residuos sólidos para optimizar el ciclo de la basura. Los desechos industriales son recolectados, lavados y triturados para después convertirlos en objetos de consumo.

Cada año en México se generan 40 millones de toneladas de residuos sólidos, de los cuales el 53% son de tipo orgánico; mientras que el 47% restante está compuesto por papel, cartón, hojalata, vidrio, plástico y otros materiales diversos. Esto provoca un grave problema de confinamiento de estos residuos, pues muchos de ellos tardan años en degradarse.

La directora de Gysapol, Lucía Lebrije describe las ventajas del reciclaje y elaboración de madera plástica: “Este material es un sustituto de la madera, reciclado y reciclable, libre de mantenimiento, a prueba de putrefacción, inastillable, libre de absorción, no se le forman hongos, ni genera olor, no propaga el fuego y es fácil de maquinar e instalar”.

Proceso limpio con tecnología mexicana

La materia prima de la madera plástica son los distintos plásticos industriales como los polietilenos de alta y baja densidad (PE), polipropilenos (PP) y polivinilos clorados (PVC), entre otros polímeros.

Por medio de procesos como la extrusión y la fusión de plásticos se transforman los residuos sólidos en artículos de alto desempeño y duración.

La tecnología utilizada se encuentra en constante innovación, pues de acuerdo con las especificaciones de uso del producto, se diseña el perfil de madera plástica. “No es igual la mezcla, por ejemplo, de los bolardos, que requieren resistencia y flexibilidad, que unas tarimas industriales”, aclara Lucía Lebrije.

Tanto Gysapol como Basura Cero utilizan tecnología 100% mexicana, creada por ellas mismas.

Bernardo Greenham platica que Basura Cero cuenta prácticamente con un laboratorio, donde se crean distintas opciones. “Todo el tiempo estamos experimentado con diferentes tipos de residuos y acabados; probamos diferentes mezclas que incluyen materiales como fibra de coco o trigo”.

La maquinaria que emplean en los procesos productivos constantemente

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