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Nologo - Naomi Klein


Enviado por   •  9 de Marzo de 2015  •  4.483 Palabras (18 Páginas)  •  255 Visitas

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INDICE

INTRODUCCION………………………………………………………………………….3

SIN ESPACIO………………………………………………………………………………4

SIN OPCION……………………………………………………………………………….8

SIN TRABAJO…………………………………………………………………………….11

NO LOGO………………………………………………………………………………..15

CONCLUSION……………………………………………………………………………18

INTRODUCCION:

El libro de Naomi Klein, es un análisis profundo del gran impacto que tiene la globalización en la sociedad; de cómo se imponen marcas, productos, tendencias de mercado, etc. Para un mejor entendimiento, podemos decir que este libro se divide principalmente en cuatro capítulos, los cuales son los siguientes:

 Sin espacio: Este capítulo habla sobre el gran impacto que tiene hoy en día la marca para la venta de algún producto, y es lo primordial para vender algo. Además de otras estrategias de ventas, como la publicidad y del cómo debe estar presente siempre en todo lugar.

 Sin opción: Se menciona que es tanta la saturación publicitaria por parte de las empresas que no te dejan opciones para poder tomar decisiones sobre lo que quieres consumir.

 Sin Trabajo: Aquí se habla de cómo la globalización afecta severamente a la sociedad, de cómo el desempleo y los salarios bajos perjudica a todos e incluso ahora se contrata personal con otras técnicas.

 Nologo: La inconformidad de la gente ante la saturación de marcas, por lo que surge la piratería publicitaria, que consiste en modificar el anuncio original para mostrar el verdadero mensaje.  

I.- SIN ESPACIO

Para superar la crisis de Estados Unidos, en la década de los 80's fue primordial no dejar de producir, aunque esto no fue la mejor opción para las grandes fábricas, ya que muchas comenzaron a tambalearse. Contraatacando este gran problema, surgieron empresas como Nike y Microsoft, las cuales -según ellas- la venta de productos era algo secundario, lo principal era la venta de su marca.

Estas empresas empezaron a comprar a bajo coste a unos contratistas que se ubicaban, generalmente, en países en donde los costes laborales eran mínimos; de tal modo Nike o Tommy Hilfiger, por ejemplo, podían dedicar sus esfuerzos a lo verdaderamente importante: publicitar la marca. El valor de un producto empezó a asociarse, prioritariamente, a la marca como símbolo de prestigio social y solo secundariamente a su calidad o utilidad objetiva. Pero esta estrategia empresarial desde los inicios sembró la semilla de su propia destrucción; la primera ola de rechazo a las marcas fue la de los miles de obreros de países industrializados que veían como perdían unos puestos de trabajos que eran importados a otros lugares del mundo donde se trabajaba en situaciones de semi esclavitud.

En todo caso, para cumplir este sueño de una empresa “pura”, sin apenas sector productivo propio, era necesario invertir cantidades ingentes de dinero en la publicidad. La marca es un concepto y como tal no tiene valor si no es reproducido, representado y, finalmente, interiorizado por el grueso de la población. De este modo, la publicidad lo invadió todo y la marca se transformó en un símbolo de identidad que debía consumirse para integrarse dentro de tal o cual grupo social; quien no llevaba una marca era una especie de paria del capitalismo sin personalidad, gusto o “chispa”.

Para convencernos de que tenemos que comprar tal producto si queremos ser “cool” se necesita invadir el espacio, si los jóvenes no estuvieran sometidos al continuo bombardeo publicitario ¿verían tan imprescindible para ser “populares” consumir productos superfluos? Sin esa presión mediática la marca no sería nada o casi nada; por eso la marca debe invadirlo todo y quien se oponga a esa invasión es un peligro para la marca y, por consigueinte, para nuestro modo de vida.

Para poder hacerse con el mercado y acabar con los competidores más cercanos (pequeñas tiendas), lo que se propone es edificar un centro muchísimo mayor que el de cualquiera de tus competidores y hacerlo en las periferias de las ciudades para así poder obtener el terreno a muy buen precio, con ello reducen costes y pueden ser mucho más competentes. Aparte de todo ello, al contar con un centro de mayores dimensiones que cualquier otro de la competencia, van a tener la opción de comprar una gran cantidad producto a los proveedores a un precio menor del que es vendido a sus competidores.

Por lo tanto estos almacenes pueden ofrecer al público los precios más bajos, cosa que hace que las personas se desplacen hasta las afueras de la ciudad en donde está situado para comprar más barato. Con esta estrategia no se les deja ninguna opción a los minoristas ya que nunca van a poder competir contra estos grandes centros.

El modelo de negocio de conjuntos, se basa en saturar una determinada zona con tiendas hasta el punto que la competencia sea tal que las ventas decaigan, hasta las de sus propias tiendas. Esto sólo lo pueden llevar a cabo las grandes cadenas ya que son las únicas capaces de sacrificar alguno de sus establecimientos para obtener, a largo plazo, un objetivo mucho más sustancioso. Está claro, si la mayor parte de las tiendas de la competencia son tuyas, tú eres el que va a obtener el mayor beneficio, por lo tanto estás suprimiendo a la competencia real.

Un tercer modelo de negocio se basa en la súper tienda de marca que se basa en combinar los dos modelos anteriores. En este modelo se encontrarían los supermercados de extensiones de marcas y los parques temáticos.

Ahora bien, enfocándonos aún más a la publicidad, podemos decir que llegaba a todos lados y la autora menciona un caso sobre la fuerza que tenía, dice que: “En 1998, cuando Coca-Cola organizó un concurso entre varias escuelas que debían proponer estrategias para distribuir cupones de la bebida entre los alumnos. El colegio que propusiera la mejor ganaría 500 dólares. El colegio secundario Greenbriar de Evans, Georgia, se tomó el certamen muy en serio, y organizó el Día oficial de la Coca-Cola a finales de marzo, durante el cual todos los alumnos debían acudir a clase con camisetas de Coca-Cola, se hacían una fotografía en una formación que dibujaba la palabra Coca-Cola, asistían a conferencias ofrecidas por ejecutivos de Coca-Cola y durante sus clases aprendían sobre todo lo existente y que fuera negro y con burbujas. Aquello parecía el paraíso de la marca.”

Desde entonces el expansionismo de las marcas pasó de los propios

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