Plan De Negocio
kenethg16 de Noviembre de 2013
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Titulo: Plan de Negocio Taller de Confección Textil
Descripción del Negocio
El sector textil ha mantenido un creciente auge que reclama incrementos en la producción textil y confección de prendas de vestir. En este proyecto se describe una empresa dedicada a la confección textil, en concreto a la confección de prendas de vestir.
Aspectos Jurídicos
El procedimiento a seguir, será el de Actividad calificada según Anexo III de la Ley de Protección Ambiental de Andalucía. Esta normativa se recoge principalmente en:
• Ordenanzas municipales de actividades de los respectivos ayuntamientos.
• Ley 7/1994, de 18 de mayo, de Protección Ambiental (BOJA nº 79/31-05-94).
• Decreto 297/1995, de 19 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de Calificación Ambiental (BOJA nº 3/11-01-96).
Por otra parte, también serán de obligado cumplimiento las normas referentes a la seguridad en el trabajo y a la prevención de riegos laborales. Entre estas normas destacan:
• Real Decreto 1495/1986, de 26 de mayo, por el que se aprueba el reglamento de Seguridad en las Máquinas.
• Ley 31/1995 de Prevención de riesgos laborales, BOE nº 269 de 10 de noviembre de 1995.
• Real Decreto 39/1997 de Servicios de prevención, BOE nº 7 de 31 de enero de 1997.
Existe una normativa que regula las aperturas e instalaciones de actividades de fabricación. El otorgamiento de las correspondientes licencias es competencia de los respectivos ayuntamientos. En referencia a estas normativas, se cumplen las exigencias básicas para la expedición de la licencia apertura en cuanto a insonorización, salidas de emergencia, etc., sin que exista una regulación específica para el sector.
Perfil del Emprendedor
El perfil más adecuado para llevar a cabo este proyecto suele corresponderse con personas jóvenes o de mediana edad, fundamentalmente mujeres, con conocimientos sobre corte y confección de prendas textiles y sobre el manejo de la maquinaria necesaria para el desarrollo de la actividad.
Análisis del Mercado
El Sector
El sector textil facturó en España 19.621,57 millones de euros durante el año 2001, frente a 19.223,64 millones del año 2000, lo que supone un crecimiento del 2,1 por ciento, según datos aportados en un informe sectorial por la Asociación de Comerciantes Textiles de Madrid (Acotex).
Este crecimiento demuestra que la comercialización de productos de la confección sigue siendo un buen negocio, si bien hay que tener en cuenta que los resultados del ejercicio 2001 son inferiores al 2,2 por ciento de aumento en la facturación que se registró en el año 2000 respecto a 1999, lo que se traduce en una conclusión negativa, aunque todavía no preocupante: el crecimiento de este sector en España se desacelera ininterrumpidamente desde 1996.
El estudio, -realizado en colaboración con IFEMA Madrid, el Grupo UDN, Madrid vive la Moda y la Cámara de Comercio e Industria de Madrid (CEIM)-, indica además que el gasto anual familiar en textil asciende en la actualidad a 1.650 euros. No obstante, esta cifra revela que los españoles gastaron en 2001 menos de un 10 por ciento en vestido y calzado, en el quinto lugar en la cesta de la compra, frente al 10 por ciento correspondiente a 2000, descenso causado por el aumento del precio de la vivienda.
Por detallar las costumbres, un 37,8 por ciento de las ventas totales textiles en 2001 fueron productos para el usuario femenino, el 32,8 por ciento para el hombre y el 10,2 para niños, cuota que desciende debido a la bajada de la natalidad en España. Además, casi la cuarta parte (un 24,5 por ciento) de la facturación textil en España de 2001 -4.800 millones de euros- tuvo su origen en los centros comerciales, catedrales del consumo que siguen restando posibilidades a las pequeñas tiendas. Así, el estudio revela que la cuota de mercado de las tiendas multimarca continuó descendiendo, pasando del 43,1 por ciento en 2000, al 39,8 por ciento en 2001, mientras que los grandes almacenes mantuvieron su registro.
La Competencia
La competencia estará formada por los talleres que se dedican a realizar las tareas de confección textil. Principalmente habrá que considerar a las empresas situadas en el mismo ámbito de influencia, si bien cada vez es más patente la existencia de competencia con países en vías de desarrollo donde los costes de mano de obra son mucho más económicos como es el caso de Marruecos y países asiáticos.
Clientes
En estas empresas podemos distinguir dos tipos de clientes:
• Grandes clientes, generalmente fábricas y comercializadoras.
Como se ha señalado anteriormente, este tipo de empresas suelen trabajar para un único cliente, siendo excepcionales las cooperativas de confección textil que tienen más de un cliente. Por este motivo, el cliente tiene un gran poder de negociación frente a la cooperativa ya que es el que fija los precios, los volúmenes y los periodos de producción.
• Otros clientes.
El taller puede coser para responder a las necesidades de pequeños comercios del barrio o de la localidad donde se ubique, realizar encargos para particulares e, incluso, en algunos casos realizar una producción para comercializarla directamente.
Líneas Estratégicas
Líneas Estratégicas
La línea estratégica a seguir por las empresas de este sector consiste en ofrecer un servicio de calidad basado en la formalidad y puntualidad en los plazos y en las condiciones de las entregas. Todo ello sin olvidar que los precios tienen que ser competitivos, aunque generalmente estos precios suelen ser impuestos por las empresas para las que se trabaja.
Dentro del sector textil hay que distinguir distintos tipos de empresas en función de las actividades que realizan. Por una parte existen empresas que se encargan fundamentalmente del diseño, patronaje y comercialización, siendo este último aspecto el que tiene los mayores márgenes de beneficio. Por otra nos encontramos con empresas que sólo se dedican a la producción en cadena de las prendas.
Normalmente la clave del éxito del negocio textil está en el diseño y en su correcta distribución y comercialización. En la medida que las cooperativas textiles no participan en estos procesos, tampoco se benefician de los beneficios que el diseño y comercialización producen. Evidentemente esto tiene su repercusión en un factor fundamental de toda actividad productiva: la capacidad de negociación, que está en manos de los distribuidores y comercializadores, y que en última instancia deciden sobre los precios a que van a pagar la confección de las prendas y su volumen de producción, sin que las cooperativas textiles puedan influir de alguna manera en estos aspectos, que por otra parte son fundamentales para su cuenta de resultados.
Por este motivo, la empresa debe plantearse la posibilidad de diversificar sus actividades para abarcar más tareas productivas donde pueda conseguir mayores beneficios así como intentar atender a más clientes (particulares o pequeños comercios) con el fin de evitar el exceso de capacidad que se produce en las épocas donde el cliente principal no realiza ningún pedido.
Plan Comercial
Artículos y Desarrollo de las Actividades
La actividad principal que suelen desarrollar los talleres de confección textil suele consistir en el cosido de piezas previamente cortadas por el cliente para el que se trabaja (generalmente una empresa comercializadora).
Estas piezas suelen formar parte de prendas de vestir de caballero, mujer o infantil así como ropa íntima y ropa laboral en función de cuales sean las prendas que comercialice el cliente.
Respecto al desarrollo de las actividades, tal como hemos descrito anteriormente, este tipo de empresas se encarga de realizar sólo una parte del proceso productivo sin realizar el diseño ni el patronaje de las prendas. De este modo, las tareas que se desarrollarán en la empresa serán las siguientes:
• Preparar máquinas, materiales, útiles y herramientas.
• Confección de las prendas.
o Recepción de los materiales.
o Preparación de las piezas.
o Costura de las distintas piezas.
o Realización del acabado de la prenda verificando que ojales, botones y presillas esté en la posición y con la calidad exigida, disponiendo remaches, adornos y otros accesorios, de forma uniforme y exacta.
• Almacenaje de las prendas confeccionadas.
Un aspecto importante a tener en cuenta es el carácter cíclico de la industria de la moda y el hecho de que en plazos fijos y relativamente cortos, generalmente cada seis meses, las empresas se ven obligadas a producir cuanto se les exige (no debemos olvidar que la producción la marca el cliente, al igual que el precio de la prenda).
Cada temporada significa volver a iniciar todo un proceso productivo; ello trae consigo épocas de sobreabundancia de trabajo y épocas de escasez, con consecuencias desestabilizadoras.
Por otra parte, es muy importante prestar un servicio de calidad, no sólo referente a los materiales que se usen (generalmente el taller sólo aporta las agujas, el hilo y otros elementos).
Precios
Tal como se ha señalado en apartados anteriores del proyecto, este tipo de empresas suele mantener una relación de subordinación respecto al único cliente o a los
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