Pollo Campero
rmerida11 de Febrero de 2013
2.505 Palabras (11 Páginas)1.443 Visitas
1
Caso Pollo Campero
El 2 de agosto de 2005, el Sr. Juan José Gutiérrez, Presidente y CEO de Pollo
Campero, se encontraba con su equipo gerencial, definiendo la posición
competitiva que Pollo Campero iba a tener en el mercado asiático en los
próximos 5 años.
Esta posición estratégica incluía abrir 500 restaurantes Campero omenzando
con tres restaurantes en Shangai, China y uno en Yakarta, Indonesia. La
pregunta que el Sr. Gutiérrez hacia a su grupo de gerentes era: ¿Cuál debía
ser la estrategia a seguir para alcanzar esta meta y crear una posición única
y sostenible en este mercado?
Como punto de partida
de esta discusión, el grupo de gerentes hacía un análisis de la situación
actual de la empresa, sus ventajas competitivas, sus factores claves de éxito
y las diferentes estructuras y formas de trabajar de la empresa en los
diferentes mercados en los que competía en ese momento: Guatemala, el
resto de Centroamérica, el sur de México, Ecuador y Estados Unidos.
Un poco de historia
Pollo Campero, una cadena de restaurantes de servicio rápido de pollo, inició
sus operaciones en 1971, cuando su fundador el Sr. Dionisio Gutiérrez,
decidió aprovechar la oportunidad de comercializar los productos de las
granjas avícolas que su padre el Sr. Juan Bautista Gutiérrez había creado en
los años 60.
Desde sus inicios, Pollo Campero había sido una empresa familiar
caracterizada por sus valores y su compromiso con el desarrollo de
Guatemala. Es precisamente por su entrega a las causas sociales, que Don
Dionisio fallece en 1974 y su hijo, el Sr. Juan José Gutiérrez toma el
liderazgo de la empresa en 1982.
En 1994 Pollo Campero comienza su expansión a través del concepto de
franquicias, lo cual significaba que la compañía habría sus puertas a
inversionistas que deseaban establecer restaurantes Campero en otros
países. Estas franquicias debían pagar un monto inicial y posteriormente
hacer pagos periódicos y recibían a cambio asesoría integral en selección de
ubicaciones de restaurantes, arquitectura y construcción, planificación
estratégica, operaciones, sistemas de información, finanzas y auditoría,
capacitación, mercadeo y ventas.
El concepto Campero había sido muy exitoso y había permitido a la empresa,
a inicios del 2005, contar con 160 restaurantes propios y más de 30
restaurantes operados por medio de franquicias en 9 países del mundo, un
grupo de colaboradores de aproximadamente 7,000 personas y ventas
2
anuales de US$ 300 millones al atender a más de 75 millones de clientes por
año.
La Gran Familia Campero
Desde sus inicios, Pollo Campero había establecido el desarrollo de su
recurso humano como una parte central de su estrategia. Es así como la
empresa ofrecía a sus colaboradores condiciones laborales muy competitivas
que la hacían un excelente lugar para trabajar. Entre los factores de
motivación y desarrollo no solo se ofrecían salarios muy superiores a la
media de la industria, sino que se brindaba un paquete de beneficios que
incluía clínicas médicas, clínicas dentales, servicios de oftalmología,
alimentación gratuita, transporte nocturno en situaciones especiales y un
sistema de indemnización universal, que significaba que tanto los empleados
a los que se les pedía que dejaran la empresa sino a aquellos que
renunciaban gozaran de una indemnización completa.
Adicionalmente, la empresa contaba con una Asociación Solidarista que
ofrecía oportunidades de ahorro y préstamos en condiciones muy favorables.
Este enfoque de inversión en el recurso humano iniciaba con el proceso
mismo de reclutamiento y selección del personal. Se escogían colaboradores
con un enfoque en el servicio al cliente, atención de los detalles y búsqueda
de la excelencia.
Todos los empleados que ingresaban en la compañía, pasaban por un
proceso de inducción y desarrollo de habilidades en la Universidad Campero,
el cual incluía la formación en cuanto a los valores y la cultura organizacional
basada en la excelencia, la confianza, el respeto y la familiaridad, y también
recibían capacitación técnica sobre los procesos operativos de la compañía.
En 1993, como respuesta a la necesidad de aumentar el nivel de escolaridad
de los empleados, de tal forma que se pudiera fortalecer el proceso de
promoción interna,
reducir la rotación y aumentar las oportunidades de desarrollo del recurso
humano, se decide crear el Instituto Campero. Este Instituto estaba
acreditado legalmente en Guatemala para ofrecer diplomas en educación
básica, educación diversificada y educación técnica. Para esto, el Instituto
ofrecía a los colaboradores de Campero clases que se ajustaban a sus
horarios de trabajo, permitiéndoles así estudiar y trabajar al
mismo tiempo.
A inicios del 2005, el Instituto Campero contaba con un campus
metropolitano y ofrecía sus servicios a más de 650 empleados de la
compañía. Además, había logrado aumentar las oportunidades de desarrollo
para empleados que eran muy capaces pero que no contaban con los
3
conocimientos básicos y técnicos para ocupar posiciones de mayor
responsabilidad.
Todos estos elementos habían contribuido a formar un grupo de trabajo
orgulloso de ser parte de Campero, con un nivel de calidad de vida en
ascenso y con un compromiso genuino por “hacer las cosas ordinarias
extraordinariamente bien”.
La marca Campero y su propuesta de valor
La marca Campero representaba uno de los principales activos de la
empresa y una verdadera fuente de ventaja competitiva. Cada día más
clientes en diferentes latitudes, reconocían la marca Campero y la
relacionaban con un excelente producto, un servicio rápido y amable, calidad
y una propuesta muy atractiva de precio/valor.
El mercadeo de la empresa estaba enfocado en fortalecer cuatro atributos
fundamentales de la marca.
En primer lugar, Campero tenía un vínculo emocional muy fuerte con
Guatemala. Este atributo había sido claramente plasmado en uno de los
mensajes de la empresa “Tan guatemalteco como tú”.
En segundo lugar, la marca Campero estaba relacionada con una empresa
responsable social y ambientalmente y que estaba comprometida con el
desarrollo de Guatemala sobretodo en momentos de crisis. Este segundo
elemento se había visto reflejado en las campañas de ayuda que Campero
había implementado después de desastres y emergencias como terremotos,
huracanes y otros, ocurridos en Guatemala en las últimas décadas.
El tercer atributo estratégico de la marca Campero era su capacidad de
fusionar diferentes segmentos del mercado. El mensaje “Campero es para
todos” se había convertido en una realidad, ya que la marca Campero había
sido capaz de fusionar diferentes etnias, clases sociales, edades, etc. En las
palabras del Sr. Estrada, gerente de Mercadeo “todas las personas estaban
unidas por su gusto por el mejor pollo y el sentido de ser guatemaltecos”.
El cuarto atributo de la marca era su excelente propuesta precio/valor. Esto
significaba que Campero ofrecía a sus clientes un excelente producto a un
precio muy competitivo, es decir, una muy buena propuesta de recibir el
máximo valor por un determinado monto de dinero. Todos estos atributos y
el trabajo duro de los colaboradores de la empresa habían construido una
marca muy fuerte que había logrado trascender el Mercado guatemalteco
para proyectarse y crecer en el resto del mundo.
4
Gestión de calidad: una fuente de innovación y ventaja competitiva
El área de gestión de calidad era una de las partes medulares de la
estrategia de Campero. Esta área tenía como objetivo trabajar en forma
integral para asegurar la calidad y la innovación, no solo de los productos
sino también de los servicios y los procesos de la empresa.
En Campero, la gestión de calidad estaba basada en tres objetivos
fundamentales: aumentar la rentabilidad del negocio (por medio de la
disminución de los desperdicios, el aumento de la productividad y la
reducción de problemas de calidad), aumentar la satisfacción de los clientes
y trabajar bajo una filosofía de mejoramiento continuo.
Una característica muy sobresaliente del sistema de calidad era su enfoque
en la medición continua. Esta medición, que incluía encuestas, evaluaciones
periódicas y visitas de clientes ficticios, permitía a la empresa analizar las
opiniones de los clientes, identificar oportunidades de mejora e implementar
soluciones en conjunto, es decir, el equipo de calidad trabajaba de la mano
con los colaboradores de los restaurantes para asegurarse de que el sistema
funcionara cada vez mejor.
Existía, en general, una cultura de información, en donde todas las
decisiones que se tomaban estaban basadas en las tendencias del mercado y
el desempeño de la
...