Proyecto El Triunfo

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SAN LUIS POTOSÍ

“EL TRIUNFO” S.A.

PROYECTO FINAL

[Escriba el nombre del autor]

MARTES 27 DE MAYO DE 2014

FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

INTRODUCCIÓN

A principios del 2012 Don Juan Derrreza se encontraba preocupado por algunas manifestaciones de descontento por parte de sus empleados. La situación era incomprensible porque apenas cuatro meses atrás, las oficinas generales de la empresa se habían mudado a un edificio con acabados de mármol, oficinas alfombradas, aire acondicionado y decoradas por varios expertos en estos asuntos. En el verano del 2011, Don Juan había vuelto a tomar las riendas de sus negocios después de un periodo de alejamiento, en el cual quedaron en manos de sus cuatro hijos.

Se trataba de un grupo industrial de capital considerable, que incluía cerca de veinte empresas ubicadas en el Distrito Federal en donde se concentraban los mayores establecimientos de venta de veladoras, aunque también había en San Luis Potosí, Puebla, Querétaro y Michoacán, todas ellas eran parte del Grupo “ Triunfo”, S.A., dedicadas a actividades muy diversas como la fabricación de chocolates y dulces, construcción de casas, fabricación y venta de muebles finos para casa y producción de cierto tipo de herramientas para uso industrial.

El inicio de este grupo fue difícil, en 1965. Don Juan comenzó como vendedor de chocolates y dulces a mayoristas del Distrito Federal y estados vecinos. Al darse cuenta de que se trataba de un negocio con poco riesgo y de un producto de gran aceptación, decidió fabricar él mismo los chocolates, para lo cual contrató a tres obreros con experiencia en el ramo, en 1969 se decidió a instalar su propia planta, la cual se inició en el patio de su casa.

Cuando el hijo mayor, Juan, tuvo edad suficiente, se interesó en el negocio de su padre, empezó a colaborar en la organización, con lo que se logró una rápida expansión, misma que le exigió mayor dedicación y entrega. Juan decidió no seguir estudiando y así, no pudo terminar sus estudios de preparatoria.

Se compraron después varias fábricas de chocolates en el D.F., San Luis Potosí, Puebla y Michoacán. El éxito fue completo. Había pasado más de 20 años desde que Don Juan Derreza dejó las ventas para convertirse totalmente en fabricante.

El crecimiento de los negocios hacía que Don Juan tuviera, cada vez menos tiempo disponible para platicar y bromear con sus empleados, por ese tiempo su tercer hijo Javier, quien había concluido sus estudios de Ingeniero Químico, decidió producir dulces con chicles y chocolates con ajonjolí para exportación y montó una moderna planta en el estado de Puebla, misma que operó con excelentes utilidades.

Rodrigo, el segundo de los hijos, se mantuvo al margen de los negocios familiares y estudió Administración de Empresas una universidad privada muy reconocida a nivel mundial en Harvard. Al término de su carrera viajó al extranjero y compró una patente para la fabricación de herramientas industriales, a su regreso, instaló la planta en México y simultáneamente, entró de lleno al negocio de la construcción de casas habitación.

Karina, la menor de los hermanos, decidió después de concluir sus estudios de ingeniería industrial, unirse a Rodrigo y a la vez comenzó a fabricar muebles finos para casa.

Para 1994, veinticinco años después del comienzo de Don Juan como empresario, contaban ya con 18 empresas, que llegaron a ser casi 25 en 2002. En 2008, Don Juan decidió abandonar la dirección general, dejándola en manos de sus hijos.

Empresas “El Triunfo”, S.A. creció sin planeación alguna y el personal que en un principio se componía de tres obreros, alcanzó la cifra de más de tres mil personas distribuidas en el D.F., San Luis Potosí, Michoacán y Puebla. A pesar de las dispersión geográfica, los hijos de Don Juan intentaron mantener el contacto personal con sus empleados, lo cual, según su punto de vista, había sido el éxito de su padre como empresario, y en esta forma, todos los asuntos que consideraban “importantes” se trataban directamente entre jefes y subordinados, por lo que no era raro observar grupos de obreros solicitando aumentos de salarios a Rodrigo o Juan, en las visitas que éstos hacían a sus respectivas plantas. Cabe señalar que los encargados de las empresas eran personas que antes se habían desempeñado en cualquiera de las empresas “El Triunfo” y conocían bien la forma de ser y de trabajar de sus jefes, se trataba de empleados fieles que sólo debían de rendir cuentas, ya que la mayoría de las decisiones sólo las tomaban los señores Derreza.

El negocio de los chocolates y dulces (al cuál Don Juan le tenía gran aprecio) declinaba año tras año, situación que se tornó crítica cuando el mercado de exportación de chocolates y dulces que inició Javier, tuvo que reducir sustancialmente su producción por no poder resistir competencia derivada de otros productores internacionales. Juan, el mayor de los hermanos, se vio en la necesidad de despedir a una buena parte del personal de esa planta, lo cual contribuyó a desencadenar problemas sindicales. Actualmente el negocio sigue funcionando, aunque no se han hecho esfuerzos por buscar nuevos mercados.

En 2009, las fricciones entre Juan y Rodrigo eran frecuentes, y aunque aquéllas no trascendían al personal, el ambiente se fue haciendo tenso, por lo que Don Juan dividió las áreas de trabajo para que no hubiera duplicidad de mando. Designando a Juan como director de Chocolates, y dulces, considerando las fábricas y tiendas, compartiendo la responsabilidad con Javier. A Rodrigo le asignó la División Industrial formada por la constructora de casas, fabricación de herramientas industriales y fabricación de muebles finos para casa, apoyado por Karina quien a parte de administrar la fabricación de muebles finos, se encargaba también de supervisar las empresas (Inmobiliaria y tiendas de muebles) que recientemente se habían instalado en Querétaro y apoyaba a Javier con la inmobiliaria aprovechando que tenía en esa plaza el desarrollo de nuevos fraccionamientos y la supervisión de dos tiendas de muebles. Es importante hacer notar que la División Industrial contribuía con el 75% de las utilidades de las Empresas “El Triunfo”. Sin embargo y no obstante la definición de estas dos divisiones

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