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SISTEMA FINANCIERO PERUANO

Dyro28 de Noviembre de 2012

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Tabla de contenido

SISTEMA FINANCIERO PERUANO 2

I. GENERALIDADES 2

2.1 RESEÑA HISTÓRICA 2

2.3 DEFINICIÓN 6

2.4 IMPORTANCIA 8

II. LA INTERMEDIACIÓN FINANCIERA 9

4.1 INTERMEDIACIÓN FINANCIERA DIRECTA 9

4.2 INTERMEDIACIÓN FINANCIERA INDIRECTA 9

III. ELEMENTOS DEL SISTEMA FINANCIERO 9

IV. TIPOS DE SISTEMA BANCARIO 10

4.1 LA BANCA 10

4.2 IMPORTANCIA DE LA BANCA 10

V. TASAS DE INTERESES 10

5.1 TASA DE INTERÉS PASIVA 10

5.2 TASA DE INTERÉS ACTIVA 11

VI. CLASES DE BANCOS 11

8.1 BANCO CENTRAL DE RESERVA 11

8.2 BANCO DE LA NACIÓN 11

VII. SISTEMA NO BANCARIO 12

 Financieras: 12

 COFIDE (Corporación Financiera de Desarrollo) 12

 Compañías de Seguro 12

 Comparativas de Ahorro y Crédito 12

 Cajas Rurales 12

 AFP 12

VIII. SISTEMA FINANCIERA INTERNACIONAL 13

IX. IMPORTANCIA DEL PAGO EN EL PERÚ 13

X. EL DINERO 15

13.1 IMPORTANCIA DEL DINERO 16

13.2 FUNCIONES ESPECÍFICAS DEL DINERO 17

XI. LOS CRÉDITOS 19

14.1 INSTRUMNETOS FINANIEROS 19

14.2 FUENTES DE FINANCIAMIENTO 21

14.3 INSTRUMENTOS DE CRÉDITO DEL SISTEMA FINANCIERO 23

XII. CONCLUSIONES 28

XIII. BIBLIOGRAFÍA 30

XIV. ANEXO 31

SISTEMA FINANCIERO PERUANO

I. GENERALIDADES

2.1 RESEÑA HISTÓRICA

De 1970 a 2004 Perú transitó por tres etapas de su historia económica reciente. Entre 1970 y 1978 vivió los últimos años de una tardía experiencia de desarrollo basada en la industrialización sustitutiva de importaciones (ISI); éstos fueron seguidos de la larga crisis de este modelo de desarrollo, durante la cual el país experimentó a lo largo de sucesivos gobiernos una amplia gama de programas de estabilización fallidos, sin alcanzar a reformular un esquema de desarrollo que resulte viable. Las consecuencias más notorias de estos fracasos fueron, en el plano económico, el largo estancamiento asociado a un progresivo descontrol del proceso inflacionario, que culminó (1988-1989) en hiperinflación, y, en el plano político, en la pérdida de poder del Estado y la extensión a gran parte del territorio nacional de la violencia armada.

En 1990 se abrió un nuevo período: llegó la estabilización económica al país y el Estado recobró el control del territorio; se abandonó el modelo de desarrollo por la ISI, lo que abrió la economía y regresó un esquema basado en la explotación de las ventajas comparativas de Perú en términos de riquezas naturales, en especial minerales.

Si nos referimos a las políticas monetarias y financieras, el sistema peruano ha vivido dos etapas netamente diferenciadas. La primera, que cubre el período 1970-1990, es de represión financiera severa a aguda, y se caracteriza —a partir de 1975—, por una pérdida de profundidad del sistema financiero. La segunda, que se inicia en 1990 y sigue hasta la fecha, se caracteriza por políticas neoliberales; éstas permitieron una recuperación inicial del sistema financiero, basada mayormente en la banca comercial, seguida de una incipiente diversificación que requirió de ciertas intervenciones públicas enfocadas a determinados segmentos del sistema.

2.2 Antecedentes: el sistema financiero peruano, 1960-1990

Al inicio de la década de los sesenta, cuando Perú decidió abandonar su modelo histórico de desarrollo primario-exportador para adoptar un esquema basado en la industrialización sustitutiva de importaciones (ISI), el sistema financiero peruano era poco profundo y se centraba alrededor de la banca comercial y de diversas instituciones públicas de banca de desarrollo, que atendían sectores económicos específicos. El sistema bancario era regido por una añeja Ley de Bancos, emitida en 1931, que definía una organización bancaria de corte especializado.

Los primeros años del modelo de ISI se caracterizaron por un crecimiento del sistema bancario que indujo un modesto pero real proceso de profundización financiera: medidos en relación con el producto interno bruto (PIB) del país, los activos de la banca comercial pasaron de 12.9% en 1961 a poco menos de 16% en 1966- 1967, mientras que el crédito al sector privado se elevaba de 15% a 17% en el mismo período.

Esta expansión bancaria se dio en el marco de una amplia apertura al capital extranjero, que controlaba en 1968 alrededor de 62% del capital del sistema de banca comercial. La propiedad del capital del sistema sufrió un cambio mayor con la nacionalización de los intereses extranjeros decretada por el gobierno militar reformista del general Velasco (1968-1975). De hecho, en la esfera financiera interna, el gobierno llegó a controlar gran parte de la asignación de recursos, mediante la banca de fomento o los bancos comerciales con participación pública.

A lo largo del período que acabamos de esbozar, el sistema financiero fue sometido a un típico régimen de “represión financiera”, que incluía entre otros aspectos la fijación de las tasas de interés por las autoridades, la aplicación de requisitos de encaje legal elevados y el crédito dirigido a sectores seleccionados.

Este régimen se volvió muy desfavorable al crecimiento del sistema financiero con la aceleración inflacionaria que se inició en la segunda mitad de los años setenta, con la crisis del modelo de ISI. En particular, la coexistencia de tasas de interés nominales fijadas por las autoridades y de una inflación alta y variable produjo tasas de interés reales negativas que penalizaban fuertemente a los depositantes.

En 1980, con la llegada al poder del gobierno civil de corte liberal del arquitecto Belaúnde, se tomaron algunas medidas que buscaban relajar la represión financiera, reduciéndose los requisitos de encaje legal (de 76% a 15%), y autorizándose la creación de certificados bancarios denominados en dólares de Estados Unidos. En un contexto de elevada inflación, devaluaciones abruptas y rendimientos reales muy negativos de los depósitos en moneda nacional, estos instrumentos se transformaron en vehículos privilegiados para la conservación del poder adquisitivo y llegaron a constituir, a inicios de 1985, prácticamente 60% de la liquidez del sistema bancario. Simultáneamente, empezó a desarrollarse un activo mercado cambiario informal.

Un cambio abrupto en la política financiera se dio en 1985, pues en el marco de su programa de corte heterodoxo, el gobierno que entró en funciones ese año inauguró un nuevo período de represión financiera aguda para el sistema bancario. Decretó en particular la conversión en moneda local de los depósitos denominados en moneda extranjera, que produjo la desdolarización forzosa del sistema bancario, y el congelamiento de parte de estos depósitos. Asimismo, se creó una nueva unidad monetaria, el inti, equivalente a 1 000 antiguos soles.

El fracaso de las políticas implementadas se acompañó de un agudo deterioro de las relaciones con el sector privado y financiero en particular, que culminó en 1987-1988, cuando el gobierno declaró su intención de nacionalizar la banca comercial privada, una medida que no prosperó debido a la oposición que suscitó, pero que dio lugar a la creación de un sistema financiero paralelo.

La inflación alta que devino en 1988-1989 en hiperinflación contribuyó también a reducir a niveles mínimos la intermediación bancaria formal. La desconfianza del público aunada a la ausencia de instrumentos que permitieran proteger el poder adquisitivo, llevó simultáneamente a la dolarización extrabancaria del patrimonio financiero de las familias y al auge del mercado cambiario informal que invadió calles y plazas.

En 1989, antes del cambio de gobierno, tanto la liquidez del sistema como el crédito interno habían caído a niveles dramáticamente bajos: 10% del PIB para la primera, 8% para el crédito interno y 6% para el crédito de la banca comercial. Frente a este debilitamiento extremo del sistema financiero formal, las nuevas autoridades que llegaron al poder en 1990 escogieron aplicar medidas drásticas.

PERÚ: PRINCIPALES REFORMAS FINANCIERAS, 1990-2004

Medidas de alcance general

1990 Liberalización de precios y servicios. Introducción de un régimen de cambio flotante. Abolición de la obligación hecha a los exportadores de entregar sus divisas al banco central.

1991 Apertura de la cuenta de capitales; dolarización autorizada de la intermediación local. Inicia programa de privatizaciones de empresas públicas. Ley de inversión extranjera y establecimiento de garantías de estabilidad jurídica a los inversionistas.

1992 Nueva ley del banco central establece la preservación del valor de la moneda como objetivo central, elimina el financiamiento directo al sector público, el crédito selectivo y el establecimiento de tipos de cambio múltiple.

1993 Instauración de un sistema de fondos de pensiones privados.

1995-1996 Acuerdos con la banca internacional en el marco del plan Brady y con los gobiernos acreedores reunidos en el

Club de París.

2001-2002 Política monetaria más expansiva, favoreciendo disminución y menor volatilidad de las tasas de interés en moneda nacional.

Banca e intermediarios financieros no-bancarios (IFNB)

1990 Liberalización de facto de las tasas de interés (tasa máxima no reajustada

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