TRIBUNAL DE RUANDA: EL CASO BUTARE

TRIBUNAL DE RUANDA: EL CASO BUTARE

Hechos: En Ruanda durante casi más de dos décadas se diferenciaban 2 grupos: los de los hutus moderados y los tutsis. Pese al conflicto interno por el cual vivía la nación en los años noventa, las disputas entre estas comunidades no eran muy frecuentes. Pero en el año 1994, esto cambió a razón del plan sistemático del gobierno, de mayoría hutus, para erradicar a los tutsis. Dentro de las estrategias de aniquilación se encontraban los escuadrones de la muerte, los cuales, según los informes de la ONU, mataron a miles de hombres, mujeres y niños inocentes con machetes y garrotes con clavos. Los hutus mataban a sus amigos y vecinos cumpliendo órdenes. Una población tutsi, sin embargo, opuso fuerte resistencia a estos escuadrones. Dicha comunidad se encontraba en Butare, al sur del país. El gobierno al ver la situación en este sector, envió a una persona nacida en la comunidad, siendo así una tutsi dentro de un gobierno hutu, con la finalidad de controlar la sublevación que estaba pasando: La ministra nacional de la mujer y la familia, Pauline Nyiramasuhuko, quien anteriormente había trabajado como asistente social, en donde daba conferencias sobre los derechos de la mujer. Al llegar a la ciudad, fue recibida como un símbolo de esperanza dentro de su población, pero sin embargo ella tenía otros planes en mente: Se presentó como organizadora de un pretendido reparto de comida en un puesto de la Cruz Roja, e invitó a los miembros de la comunidad que se acercaran al estadio de fútbol local, que era donde supuestamente estaba ubicado el puesto, para recibir provisiones. A dicho llamado, acudieron cientos de refugiados tutsi, pero los hombres fueron separados de las mujeres. A ellos los ametrallaron los interahamwe, un grupo de milicianos hutus. Pauline ordenó a los milicianos que violaran a las mujeres antes de matarlas. Dio gasolina de su coche a otro grupo de asesinos que custodiaban a setenta mujeres y niñas y les ordenó que las quemaran vivas. También les conminó a que las violaran antes de matarlas. A modo de ejemplo se citan otros actos realizados por las milicias comandadas por Pauline:

• Una joven, fue violada por el hijo de Pauline, Shalom, que decía tener autorización de su madre para violar a mujeres tutsis. Fue la única mujer tutsi a la que se dejó vivir para que “pudiera informar a Dios como testigo del genocidio”. Luego se la obligó a mirar mientras su madre era violada y asesinaban a veinte parientes suyos.

• Una mujer de cuarenta y cinco años, fue violada por su hijo de doce el cual fue amenazado a morir por el machete si no lo hacía, delante de su esposo, mientras se obligaba a sus otros cinco hijos a mantener las piernas abiertas.

La exministra huyó a Congo tras el genocidio y trabajó como asistente social con los refugiados. El genocidio ruandés provocó

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