Psicofarmacos y psicologia
Gri ShoResumen24 de Octubre de 2015
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Las bases farmacológicas de la terapéutica – Goodma y Gilman.-
Capítulo 18: Los fármacos y el tratamiento de enfermedades psiquiátricas.
El empleo de fármacos posee una eficacia demostrada para las enfermedades psiquiátricas.
Los agentes que aquí se describen están ubicados en tres categorías principales:
- Los antipsicóticos o fármacos neurolépticos que son empleados en el tratamiento de enfermedades psiquiátricas muy graves, las psicosis. Tienen un efecto favorable sobre el tono afectivo y la forma de pensar, pero su uso lleva aparejado el riego de provocar efectos colaterales que son similares a enfermedades neurológicas.
- Los fármacos que estabilizan las emociones (especialmente las sales de litio y ciertos anticonvulsionantes) y los antidepresivos (agentes que levantan el estado de ánimo) son los empleados para tratar desórdenes afectivos y otras condiciones relacionadas.
- Los gentes ansiolíticos-sedantes, en particular las benzodiazepinas, son empleados en el tratamiento de los estados de ansiedad.
Para poder emplear en forma óptima estos fármacos se requiere tener experiencia para efectuar el diagnóstico diferencial entre las distintas condiciones psiquiátricas.
Diferencia entre psicosis y neurosis. Las psicosis se encuentran entre las enfermedades psiquiátricas más graves, en las que no sólo se presenta un deterioro importante en el comportamiento sino también una incapacidad importante para pensar en forma coherente, para comprender la realidad o para percibir la naturaleza de éstas anormalidades; las psicosis incluyen con frecuencia delirios y alucinaciones. Las enfermedades psiquiátricas incluyen condiciones orgánicas que están típicamente asociadas con alteraciones tóxicas, metabólicas o neuropatológicas definidas y caracterizadas por confusión, desorientación, perturbaciones de la memoria así como desorganización de la conducta. Otras enfermedades psicóticas son conocidas como perturbaciones ideopáticas. Se caracterizan por la conservación de la orientación y la memoria en presencia de alteraciones graves del contenido del pensamiento o el razonamiento, las emociones y la conducta.
La esquizofrenia es una psicosis ideopática que se caracteriza principalmente por alteraciones crónicas del contenido del pensamiento y falta de respuesta emocional, con frecuencia asociadas con delirio paranoico y alucinaciones auditivas.
Además, existen padecimientos que se caracterizan por delirios más o menos aislados; éstos pueden representar una categoría separada de enfermedades conocidas como síndrome delirante o paranoia.
En términos generales, los psicotrópicos no son específicos para una enfermedad determinada.
El menos penetrante de los padecimientos psiquiátricos es la neurosis. Sus síntomas pueden incluir alteraciones en el humor (ansiedad, pánico, disforia) o anormalidades limitadas del pensamiento (obsesiones, miedos irracionales) o de conducta (rituales o compulsiones, signos de conversión seudoneurológicos o “histéricos). En estas patologías, los fármacos pueden tener algún efecto beneficioso, particularmente modificando la ansiedad y la depresión asociadas.
Las llamadas alteraciones de la personalidad pueden responder o no a una intervención médica.
Década de 1950. Se descubrieron nuevos agentes que reproducían algunos de los síntomas de las enfermedades mentales graves, entre ellos se encuentran el LSD, que induce alucinaciones y alteraciones de los estados emocionales y agentes que disminuyen la hipertensión, como la reserpina que causa depresión.
Los agentes antipsicóticos antagonizan la acción de la dopamina como neurotransmisor.
Los antipsicóticos, antimaníacos y antidepresivos ejercen su efecto sobre los mecanismos cortical, límbico, hipotalámico y del istmo del encéfalo que tienen una importancia fundamental en la regulación del despertar, la consciencia, el afecto y las funciones autónomas.
I. Fármacos empleados en el tratamiento de las Psicosis.
Distintas clases de fármacos son efectivos para el tratamiento de las psicosis.
Entre los compuestos antipsicóticos efectivos se incluyen las fenotiazinas y las dibenzodiazepinas.
Fenotiazinas y otros agentes antipsicóticos.
Los agentes antipsicóticos se utilizan primariamente en el manejo de pacientes con enfermedades psicóticas u otros padecimientos psiquiátricos graves.
Propiedades farmacológicas.
Los antipsicóticos comparten muchos efectos farmacológicos y aplicaciones terapéuticas. La clorpromazina y el haloperidol habitualmente son considerados como los prototipos de este grupo.
Los antipsicóticos también tienen efectos sedantes (ansiolíticos). Sin embargo, no se emplean con este propósito.
El síndrome neuroléptico consiste en la supresión de los movimientos espontaneos y de conductas complejas, mientras permanecen intactos los reflejos espinales y las conductas no condicionadas de rechazo nociceptivas. En los hombres, los neurolépticos reducen la iniciativa y el interés por el medio ambiente y la manifestación de la emoción o afecto. Al principio se pueden presentar cierta lentitud en las repuestas a los extimulos externos y somnolencia. Sin embargo , los pacientes readquieren fácilmente el estado de alerta, son capaces de dar repuestas adecuadas a preguntas concretas y demuestran que conservan intactas sus funciones intelectuales.
Es característico que en poco tiempo los pacientes psicóticos se muestren menos agitados e impacientes y los pacientes introvertidos o autistas se tornan, a veces, más interesados y comunicativos. Las conductas agresivas e impulsivas disminuyen. En forma gradual tienden a desaparecer los síntomas psicóticos de alucinaciones, delirio y pensamientos desorganizados o incoherentes.
Efectos generales psicofisiológicos y de conducta.
Los efectos más visibles producidos por los agentes neurolépticos tipicos en los animales y en el hombre son sorprendentemente similares. En dosis bajas, la conducta operativa esta reducida, pero se mantienen invariables los reflejos espinales. El comportamiento exploratorio está disminuido. Las conductas de rechazo condicionadas están inhibidas. También está bloqueada la activación de las conductas estimuladas por el medio ambiente o por acción farmacológica. La alimentación está inhibida. En dosis altas, la mayoría inducen una inmovilidad cataléptica característica. El tono muscular está aumentado y es característica de ptosis.
Efectos sobre la actividad motora.
Casi todo los agentes neurolépticos empleados en psiquiatría son capaces de disminuir la actividad motora espontanea en cada una de las especies animales estudiadas, incluyendo el hombre. Uno de los efectos colaterales perturbadores que producen estos agentes en el hombre, la acatisia, se manifiesta por un aumento en la inquietud.
Las fenotiazinas y otros antipsicóticos se caracterizan por producir parkinsonismo y otros efectos extrapiramidales.
Efectos sobre áreas específicas del sistema nervioso.
Los efectos de los antipsicóticos se producen en todos los niveles del sistema nervioso.
Varios antipsicóticos interfieren con las acciones de la dopamina como neurotransmisor.
Reacciones tóxicas y efectos colaterales.
Los efectos secundarios más importantes son los que se ejercen sobre el SNC, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso autónomo y las funciones endócrinas.
Las dosis terapéuticas de las fenotiazinas pueden causar debilidad, palpitaciones y efectos anticolinérgicos que incluyen obstrucción nasal, sequedad bucal, visión borrosa, constipación. El paciente puede quejarse de sentir frio, somnolencia o debilidad. El efecto secundario cardiovascular más importante es la hipotensión ortostástica.
Efectos neurológicos colaterales.
Seis variedades de síndromes neurológicos son características de los antipsicóticos. De ellos, cuatro (distonía aguda, acatisia, parkinsonismo y el poco frecuente síndrome neurológico maligno) se presentan generalmente en forma concomitante con la administración del fármaco y dos (el temblor perioral, que es raro, y la disnecinesia tardía) son síndrome de aparición tardía, que se presentan después de tratamientos que se han prolongado por muchos meses o años.
1) Acatisia: se refiere a sentimientos subjetivos muy fuertes de angustia o molestar, que con frecuencia se refieren a las piernas, asi como una necesidad compulsiva de estar en constante movimiento. El paciente siente que debe levantarse y caminar o moverse en forma continua y puede ser incapaz de tener esa conducta bajo control. Las acatisias pueden ser confundidas con agitación en pacientes psicóticos, esta diferenciación es crítica, ya que la agitación puede ser tratada con el aumento de la dosificación. El tratamiento requiere una reducción de la dosificacion de los antisicoticos. Por su parte los ansiolíticos pueden ayudar en forma parcial y se ha informado que dosis moderadas de propanol han sido beneficiados en muchos casos.
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