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Resumen Realidad y Juego – D. W. Winnicott

PPILAS8 de Diciembre de 2013

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Realidad y Juego – D. W. Winnicott 

* Objetos transicionales y fenómenos transicionales (capitulo 1) 

1. Mi Primera Hipótesis 

La primera posesión 

Su primera posesión de “no-yo” empieza con las primeras actividades de introducción del puño en la boca por el recién nacido y que a la larga lleva al apego a un osito, o algún juguete, blando o duro. Aparte de la excitación y satisfacción oral que son la base de todo lo demás. Se pueden estudiar: 

1. La naturaleza del objeto. 

2. La capacidad del niño para reconocer el objeto como un “no-yo”. 

3. La ubicación del objeto. 

4. La capacidad del niño para crear, idear, imaginar, producir, originar un objeto. 

5. La iniciación de un tipo afectuoso de relación de objeto. Los “objetos transicionales” y los “fenómenos transicionales” son la zona intermedia de experiencia, entre el pulgar y el osito, entre el erotismo oral y la verdadera relación objeto, entre la actividad creadora primaria y la proyección de lo que ya se ha introyectado. 

Lo inadecuado de la formación habitual de la naturaleza humana 

La tercera parte de la vida de un ser humano es una zona intermedia de experiencia a la cual contribuyen la realidad interior y la vida exterior. A esta zona no se le presentan exigencias, seria un lugar de descanso para un individuo dedicado a la tarea humana de mantener separadas e interrelacionadas la realidad interna y la exterior. 

En el bebé, es un estado intermedio entre la incapacidad del éste para reconocer y aceptar la realidad y su creciente capacidad para ello. Seria la ilusión que se permite al niño y lo que en la vida adulta es inherente del arte y la religión pero se convierte en el sello de la locura cuando un adulto exige demasiado de la credulidad de los demás cuando nos obliga a acaptar una ilusión que no les es propia. 

Desarrollo de una pauta personal 

En el desarrollo de un niño pequeño aparece una tendencia a entretejer en la trama personal, objetos-distintos-que-yo que representan el pecho materno. 

Las experiencias funcionales (ejemplos: un bebe que toma un objeto exterior, como una sabana, y lo lleva a la boca junto con los otros dedos; cuando el bebé balbucea o sus primeras notas musicales, etc.) que van acompañadas por la formación de pensamientos o de fantasías se llaman FENOMENOS TRANSICIONALES. Y de éstos puede surgir algo, o algún fenómeno que puede adquirir una importancia vital para el bebé en el momento que va a dormir y que es una defensa contra la ansiedad que seria un OBJETO TRANSICIONAL. Éste es muy importante, los padres llegan a conocer su valor y lo llevan consigo cuando viajan. 

La pauta de los fenómenos transicionales comienza a aparecer desde los 4 a 6 meses hasta los 8 a 12. Las pautas establecidas en la infancia pueden persistir en la niñez, y el objeto blando sigue siendo una necesidad absoluta a la hora de acostarse o en momentos de soledad o cuando existe el peligro de un estado anónimo deprimido. La necesidad de un objeto o una pauta de conducta específicos, que comenzó en edad temprana, puede reaparecer mas adelante cuando se presente la amenaza de una privación. 

La primera posesión “no-yo” es el objeto transicional. 

Cuando el bebe empieza a usar sonidos organizados puede aparecer una palabra para nombrar el objeto transicional. Es frecuente que el nombre tenga importancia y contenga en parte una palabra empleada por los adultos. 

A veces no existe objeto transicional a parte de la madre misma. O el bebe se siente muy perturbado en su desarrollo emocional y no le es posible gozar del estado de transición; o se quiebra la secuencia de los objetos usados. 

Resumen de cualidades especiales de la relación 

1. El bebé adquiere derechos sobre el objeto, y nosotros los aceptamos. Pero desde el comienzo existe cierta anulación de la omnipotencia. 

2. El objeto es acunado con afecto y amado y mutilado con excitación. 

3. Nunca debe cambiar, a menos que lo cambie el propio bebé. 

4. Tiene que sobrevivir al amor instintivo, así como al odio y a la agresión pura. 

5. Al bebé debe parecerle que irradia calor, o que se mueve o que hace algo que parece demostrar que posee una vitalidad o una realidad propias. 

6. Proviene de afuera desde nuestro punto de vista, peor no para el bebe. Tampoco viene de adentro: no es una alucinación. 

7. Se permite que su destino sufra una descarga gradual que a lo largo de los años queda. No se olvida ni se lo llora. Pierde su significación porque los fenómenos transicionales se han vuelto difusos, se han extendido a todo el territorio intermedio entre la “realidad psíquica interna” y el “mundo exterior”. 

Relación del objeto transicional con el simbolismo 

Un trozo de frazada o lo que fuere simboliza un objeto parcial, como el pecho materno. Peor lo que importa no es tanto su valor simbólico como su realidad. 

Cuando se emplea el simbolismo, el niño ya distingue con claridad entre la fantasía y los hechos, entre los objetos internos y los extremos, entre la creatividad primaria y la percepción, el termino objeto transicional deja lugar para el proceso de adquisición de la capacidad para aceptar diferencias y semejanzas. El objeto transicional es la expresión que designa la raíz del simbolismo en el tiempo, el viaje del niño desde lo subjetivo hasta la objetividad. 

La naturaleza del simbolismo solo se puede estudiar en el proceso de crecimiento del niño. 

Descripción clínica de un objeto transicional 

Valor de la redacción de la historia 

Resulta valioso obtener información sobre las 1ras técnicas y posesiones de todos los niños de la familia. Impulsa a la madre a una comparación de sus hijos entre si y le permite recordar y cotejar sus características a una edad temprana. 

Estudio teórico 

Comentarios basados en la teoría psicoanalítica aceptada: 

1. El objeto transicional representa el pecho materno, o el objeto de la primera relación. 

2. Es anterior a la prueba de la realidad establecida. 

3. En relación con el objeto transicional el bebé pasa del dominio omnipotente (mágico) al dominio por manipulación. 

4. El objeto transicional puede convertirse en un objeto fetiche y por lo tanto persistir como una característica de la vida sexual adulta. 

5. A consecuencia de la organización erótica anal, el objeto transicional puede representar las heces. 

Relación con el objeto interno (Klein) 

Al comparar el objeto transicional con el de Melanie Klein sobre el objeto interno, el objeto transicional no es un objeto interno (el cual constituye un concepto mental), es una posesión. Pero (para el bebe) tampoco es un objeto exterior. 

Cuando subsiste la característica de insuficiencia del objeto exterior, el interno deja de tener significado para el bebé y solo entonces, el objeto transicional se vuelve también carente de sentido. 

Ilusión-desilusión 

La “madre” lo bastante buena es la que lleva a cabo la adaptación activa a las necesidades de este y que la disminuye poco a poco, según la creciente capacidad del niño para hacer frente al fracaso en materia de adaptación y para tolerar los resultados de la frustración. Dicha adaptación activa exige una preocupación tranquila y tolerada respecto del bebé, el éxito en el cuidado de este depende de la devoción, no de la inteligencia o de la ilustración intelectual. 

Los medios con que cuenta el bebé para enfrentar ese retiro materno: 

1. Su experiencia, repetida a menudo que la frustración tiene limite de tiempo. Al comienzo debe ser breve. 

2. Una creciente percepción del proceso. 

3. El comienzo de la actividad mental. 

4. La utilización de satisfacciones autoeróticas. 

5. El recuerdo, el revivir de experiencias, las fantasías, los sueños; la integración de pasado, presente y futuro. 

Si todo va bien, el bebe puede llegar a sacar provecho de la experiencia de frustración, la adaptación incompleta a la necesidad hace que los objetos sean reales tanto odiados como amados. El bebe puede resultar perturbado por una adaptación estrecha a la necesidad cuando continúa durante demasiado tiempo. 

La ilusión y su valor 

Gracias a una adaptación de casi el 100%, la madre ofrece al bebé la oportunidad de crearse la ilusión de que su pecho es parte de él. Parece encontrarse bajo su dominio mágico. La omnipotencia es casi un hecho de la experiencia. La tarea posterior de la madre consiste en desilusionar al bebé en forma gradual. 

El bebé crea el pecho una y otra vez a partir de su capacidad de amor o de su necesidad. Se desarrolla en él un fenómeno subjetivo: el pecho materno. La zona intermedia es la que se ofrece al bebé entre la creatividad primaria y la percepción objetiva basada en la prueba de la realidad. Los fenómenos transicionales representan las primeras etapas del uso de la ilusión sin las cuales no tiene sentido para el ser humano la idea de una relación con un objeto que otros perciben como exterior a ese ser. 

Un bebé ubicado en un determinado marco proporcionado por la madre es capaz de concebir la idea de algo que podría satisfacer la creciente necesidad que surge de la tensión instintiva. En ese momento se presenta la madre, le ofrece su pecho y su

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