Atención dividida Introducción

En la última década, tras la decadencia de los modelos de filtro, surge una nueva generación de modelos sobre la atención, denominada modelos de recursos limitados. Los experimentos realizados con estos modelos fueron de doble tarea o atención dividida, en los que se le pedía a los sujetos que realizasen dos tareas más o menos de manera simultánea, dejando a un lado los de escucha dicótica de los modelos tradicionales de filtro. Los nuevos modelos y sus investigaciones van a recaer en los límites atencionales en la realización de tareas y sus funciones, se va a entender que los procesos van a ser más complejos, dado que no se puede expresar mediante diagramas de flujo, permitiendo el paso hacia nuevas hipótesis por los procesos atencionales.

Tras la realización de varios experimentos se llega a la conclusión que la realización simultánea de dos tareas es posible cuando ambas tienen baja demanda de atención, pero cuando se incrementan las demandas atencionales de una de ellas, se produce un deterioro en la realización de la otra.

Estos modelos ponen el énfasis en la cuestión de la intensidad con la que se atiende a una información o a una acción, más que en la cuestión de la selección de información. En este sentido, la atención se considera como una especie de suministro o energía mental, más bien escaso, que puede ser necesario para que se desarrolle el procesamiento de la información y que se puede invertir sobre éste en mayor o en menor medida, distribuyéndolo de forma variable sobre distintas operaciones mentales según las demandas de las tarea o tareas del momento. Para dar una explicación de suministro hubo varias posturas pero sin duda la que alcanzó mayor prestigio fue la que adoptó Daniel Kahneman (1973).

Kahneman considera que atender es invertir un esfuerzo mental, debe entenderse por este una capacidad general inespecífica del sistema de procesamiento humano y que está solo de forma limitada, de manera que será o no suficiente para realizar una tarea o una combinación de tareas dependiendo de las demandas concretas que estas tareas planteen al sistema. Según Kahneman, esta capacidad es de naturaleza energética, una forma de arousal relacionada con la actividad mental del sujeto y que se puede evaluar tomando datos fisiológicos.

La política de distribución que se da en la atención en función de las demandas va a depender de varios factores; en primer lugar de las disposiciones duraderas, aquellas que gobiernan la atención involuntaria, estas nos orientan ante situaciones nuevas, movimientos, familiaridad, etc. En segundo lugar las intenciones momentáneas, relativa a los esquemas o criterios selectivos  de las actividades en un momento dado, en tercer lugar de la evaluación de demandas que permiten establecer el consumo relativo de recursos atencionales de cada tarea o proceso. Por último en arousal va a variar de un individuo a otro y de un momento a determinado a otro, de manera que si tenemos un arousal bajo, los recursos aumentan a medida que se incrementa el arousal pero a partir de cierto punto la relación se invierte, y los nuevos incrementos de arousal producen una disminución de los recursos atencionales disponibles. Existe una relación de U invertida entre ambos parámetros tal como postula la Ley de Yerkes-Dodson. En situaciones de estrés moderado la atención aumenta su eficiencia y el rendimiento es mayor, pero en situaciones de gran estrés, la capacidad atencional disminuye con el correspondiente deterioro de la conducta, poco adaptativa.

...