Autoestima

AUTOESTIMA Y FELICIDAD. VOCACIÓN.

Grado en Teología

Psicología general.

Ricardo Rozas Pérez.

10-01-13

El presente trabajo, pretende ser una profundización en algunos puntos del tema del tema de la autoestima. Definiendo autoestima como conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen podemos decir, que es la percepción evaluativa de uno mismo.

Tras un profundizar en los pensamientos perturbadores el autoestima, nos ocuparemos del amor a uno mismo, del miedo a la crítica, intentando responder a: ¿cómo recuperar el amor a uno mismo?, ¿cómo ser invulnerable a la crítica?.

En último lugar nos ocuparemos del hecho de que una parte de la cultura contemporánea presente a los jóvenes, un ideal de vida, una visión del hombre, en que la dimensión vocacional está totalmente ausente y no puede siquiera ocupar un insignificante lugar, relacionándolo con la autoestima identificada con el ego/yo.

Podemos comenzar diciendo que la mente es el centro donde procesamos toda la información acerca del mundo, de nuestro yo, y del futuro de nuestro yo en el mundo que nos rodea. Tanto las creencias, como los valores, como las actitudes y expectativas que modelan nuestra conducta son fruto de los pensamientos. El que nosotros adoptemos una actitud positiva o negativa ante la vida, el que nuestra relación personal con el mundo que nos rodea se satisfactoria, en que la relación que mantenemos con nosotros mismos se armoniosa, depende de nuestras cogniciones. Todo pasa por el pensamiento.

Podemos por lo tanto establecer tres variables, la primera sería una situación activadora, que es la circunstancia que provoca el pensamiento; la segunda sería el pensamiento que es la interpretación que nosotros hacemos de esa circunstancia activadora; la tercera la emoción, sentimiento que experimentamos tras la interpretación de la circunstancia activadora.

Vamos a introducirnos ya, en lo que hemos denominado pensamientos perturbadores.

La tendencia natural del ser humano es buscar la felicidad, y aun pudiendo afirmar que una parte de la población mundial goza de todo lo imprescindible para vivir una existencia feliz. Tenemos alimentos, techo, ropa, familia, amigos, trabajo … Entonces ¿por qué tanta gente infeliz?, si la tendencia natural del ser humano es buscar la felicidad, y tenemos todas aquellas cosas que nos podrían dar la felicidad, porque entonces una gran parte de las personas no son felices. Debemos aclarar que el estilo cognitivo es la forma particular que tiene cada uno de ver y de interpretar el propio yo, el mundo y el futuro. Vamos a hablar por lo tanto de estilo cognitivo distorsionado cuando nuestros pensamientos sobre la realidad nos provocan unas emociones negativas que no están en consonancia con la situación activadora. Vamos adentrarnos en la profundización de una serie de pensamientos perturbadores, de pensamientos que perturban nuestra autoestima en definitiva, de pensamientos que perturban la percepción evaluativa de nosotros mismos.

Cada uno de los pensamientos perturbadores tiene unas características muy concretas, pero no es menos cierto que a menudo se interponen unos pensamientos a otros, dificultando así la caracterización de cada uno de ellos.

El sistema que vamos a utilizar es definir cada uno de los pensamientos perturbadores o más bien intentar ver las características propias de cada uno de ellos, y a continuación introducir una opinión sobre cada uno de ellos a modo de reflexión.

PENSAMIENTO TODO O NADA.

Este pensamiento consiste en valorar las cualidades personales a partir de categorías absolutas. Es un pensamiento perfeccionista, todo debe ser perfecto de lo contrario será un fracaso. Los individuos que así razonan no pueden soportar la idea de cometer un solo error. Si ocurriera un error, se vienen abajo, y todo lo bueno que hayan hecho, no es tenido en cuenta. Las personas que siempre pretenden alcanzar el absoluto parten de unas expectativas exageradas. Esto siempre les va a llevar a sentirse desilusionadas y a convencerse de que todo lo que hacen es un fracaso.

Una vez que hemos visto en lo que consiste este pensamiento debemos hacer una reflexión acerca de lo que es la propia vida, creer que todo debe ser absolutamente bueno para que sea válido es totalmente irreal, la vida no se rige por extremos; entre ambos extremos existe una gran posibilidad de pensamientos son estos últimos los que rigen la mayor parte de las preces. Pretender que todo lo que hagamos en nuestra vida sea bueno y nos salga bien es una pretensión irreal, si es posible poner todas nuestras capacidades y aptitudes para conseguir aquello que nos planteamos.

Si nosotros ponemos todo aquello que tenemos y que somos para realizar-para hacer cualquier actividad, ejercicio … Y al final no sale bien o no resulta como nosotros lo habíamos planteado, deberemos mirar el porqué intentar corregirlo y sobre todo aprender para la próxima vez, no venirnos abajo y generalizar en todo aquello que nosotros hacemos. Es importante ver en todo lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo de aquello que hemos hecho, no porque algo haya salido mal va a afectar a todo lo que nosotros hemos hecho, lo bueno, lo positivo se mantiene y continúa siendo tal cual es. No se puede permitir que un obstáculo no superado convierta en un fracaso, todos los éxitos conseguidos hasta ese momento.

GENERALIZACIÓN EXCESIVA.

Consiste en tomar un acontecimiento negativo que nos ha ocurrido en un momento puntual, y generalizarlo, dando por hecho que siempre para ser de la misma manera. Las personas con esta tendencia se repiten a sí mismas: " así es mi vida. Siempre me pasa igual."

La generalización excesiva tiene una incidencia grande y lesiva sobre el estado de ánimo, ya que como suponemos que todo cuanto nos ocurre, va a ser negativo, nos sentimos abatidos y derrotados.

Como hemos visto en la vida todo no nos va a salir bien, pero aún así, habrá momentos en que haya cosas positivas, esos momentos no pueden verse afectados por los negativos, hasta tal punto de ser eliminados los positivos, porque haya habido posteriormente algunos negativos. No porque una vez haya habido algo negativo, todo lo que venga va a ser negativo. Debemos considerar cada acontecimiento aisladamente, son unos independientes de los otros y por lo tanto el que uno sea negativo no tiene porque afectar a los posteriores, y además si aprendemos de los negativos anteriores, cuando se presente uno similar podremos responder de manera distinta y lograr que ese posterior ya no sea negativo sino que sea beneficioso y estimule nuestro estado de ánimo.

FILTRO MENTAL.

Se define por la tendencia a fijarnos única y exclusivamente en los aspectos negativos de determinadas situaciones, sin atender a la parte positiva que pudiera haber implícita. Un estilo cognitivo marcado por este tipo de pensamiento distorsionado, provocará una angustia innecesaria en tanto que quedaremos obnubilados seleccionando lo negativo de ese acontecimiento y nos impedirá ver con objetividad, no sopesaremos lo bueno, incluso lo malo que hay en ella. Una persona con este tipo de pensamiento perturbador, ante dos posibles interpretaciones, una positiva y la otra negativa, siempre elegirá la última, la negativa.

El utilizar este pensamiento perturbador crea una angustia innecesaria en tanto que somos nosotros mismos los que preferimos elegir lo negativo a lo positivo, somos nosotros los que decidimos darle mayor importancia o poner por delante lo negativo de lo positivo, es una decisión propia el interpretar de una manera negativa aquello que también acepta una interpretación positiva, somos nosotros los que elegimos una interpretación negativa que conlleva un pensamiento negativo y que tendrá como resultado el desarrollar una emoción negativa. Siendo libres, debemos siempre elegir aquello que nos estimula, que nos ayuda a crecer, que nos ayuda en definitiva alcanzar la estabilidad y siempre tendente a alcanzar la felicidad que todos buscamos.

DESCALIFICARLO POSITIVO.

Consiste en transformar las experiencias positivas o neutras, en negativas.

El pensamiento regido por esta distorsión cognitiva, se caracteriza por interpretar los acontecimientos positivos que nos pueden suceder, como una casualidad, y los negativos como un castigo merecido, como algo que nosotros nos merecemos.

Cuando nosotros descalificamos lo positivo que nos ocurre es que tenemos un bajo concepto de nosotros mismos, creemos que no nos merecemos aquello bueno que nos pasa, no nos valoramos lo suficiente y por lo tanto que lo bueno que nos ocurra, nosotros no nos lo merecemos.

La descalificación de lo positivo es una distorsión bastante común en tanto que culturalmente, se nos ha presentado como normal, como aconsejable, el ser modesto ante los halagos, y aceptar humildemente las críticas. Esta actitud no es mala, sino que es positiva, es bueno que los halagos vengan de donde vengan, no sean el único motor de nuestro actuar, que no nos guiemos sólo por buscar el halago sino que actuemos conforme a unos valores preestablecidos, conforme a unas creencias … Y que cuando lleguen las críticas

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