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Autopistas Al Sur


Enviado por   •  17 de Agosto de 2011  •  1.958 Palabras (8 Páginas)  •  765 Visitas

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Película: ¨Luna de Avellaneda¨

Una cálida noche de 1959, durante el carnaval, Román nació en el club social “Luna de Avellaneda”. El club estaba a reventar de gente que se divertía, que bailaba y que vibraba al son de un sentimiento colectivo de unidad.

Porque el “Luna de Avellaneda” era más que un club social. Era la ilusión de mucha gente que vertía sueños y esfuerzos para crear algo que trascendiera al simple paso de los individuos por esta tierra recalcitrante.

Era punto de encuentro, lugar de formación, de desarrollo vital, de educación para la vida, de contacto con los amigos, de recreo y de ocio.

Era el pulso de una población que tenía algo por lo que luchar.

Miles de socios, miles de pequeñas esperanzas puestas.

Román vino al mundo en medio de una explosión de música, alegría y color, en los momentos de máximo esplendor del club que le vio salir del vientre de su madre y respirar por primera vez aquel aire cargado de presagios.

Desde el mismo instante en que llegó, fue nombrado socio vitalicio.

Pero los años no pasan en balde.

Román se ha transformado en un hombre hecho y derecho, marido y padre, y los problemas acechan desde todos los frentes.

La decadencia devora el “Luna de Avellaneda” y afecta a las vidas de quienes forman parte de este.

Román está atravesando problemas matrimoniales y familiares, los demás socios que forman parte de la junta directiva también están azotados por dificultades de diverso tipo: económicas, sentimentales, alcoholismo… El club se va a la quiebra, la deuda que ha acumulado es desorbitada, y el desaliento se deja caer sobre los miembros. Parece que las penalidades del club se contagian al plano personal de quienes pelean día a día por sacarlo adelante…

Y no tardan en venir los socios que olfatean una buena solución, la del lucro.

A estas alturas, en pleno siglo XXI, los ideales parecen estar perdiéndose. El fervor de antaño da paso a una progresiva apatía, la unidad que tiempos atrás mantenía el espíritu del club, se ha perdido en el egoísmo y las necesidades individuales. La vida está difícil y cada vez más encarecida, la gente va priorizando otras cosas en sus apretados presupuestos. Y el “Luna de Avellaneda” se va quedando relegado poco a poco.

Román, con toda su pasión y su determinación de socio que lleva el “Luna de Avellaneda” en la sangre, convencer a la mayoría para que voten en contra de la venta y de la destrucción del sueño que durante décadas ha sido una realidad. Costoso y esforzado, sí, como todo gran empeño… Pero, si el “Luna de Avellaneda” se pierde, se perderá la magia de muchos años moldeando almas y corazones, forjando futuros y destinos y ofreciendo la luna, una luna grande que se podía tocar nada más atravesar esas puertas algo desvencijadas, pero adornadas con la imaginación, con el sentido del compromiso con los demás, y con el regocijo de encontrarse con tantas personas queridas.

Esa luna que la pequeña Dalma toca cuando aprende ballet en el club, sabiendo que se encuentra entre personas que la quieren y que la ayudan a realizar sus mayores ilusiones.

Una hechicera y pulsante atmósfera de amores y desamores, amarguras, tumbos, dudas, luchas interiores, fracasos y pequeños triunfos con el estupendo complemento de una gran banda sonora, de un sentido del humor agudo y, por encima de todo, de un aura omnipresente de romanticismo con sabor añejo y de nostalgia que venera el dorado ayer para anclarse en un presente incierto, pero que deja luces que guíen hacia un nuevo día.

Porque el baile debe seguir…

Protagonista: Román Maldonado (Darín), es miembro de la comisión directiva. Casado hace 20 años con Verónica, cuyo matrimonio se encuentra en crisis. Tiene con ella dos hijos, Darío de 19 años y Macarena de 10. Trabaja de remesero doce o trece horas por día y el tiempo que tiene libre se lo dedica al club. Es una persona que está aferrado a éste. El club necesita de él, pero no tanto como él del club. No podría ser uno sin el otro. El club es una parte de su identidad, de su historia. A Román le preocupa el aspecto social del club, ese aspecto que lleva a todos sus integrantes a empujar para el mismo lado. Es un hombre que alguna vez tuvo ideales elevados y que la sucesión de fracasos y las circunstancias en las que se vio envuelto lo llevan a acumular decepciones alejándose de sus objetivos iniciales.

Buenas Noches!!! Vamos a ver si Luna de Avellaneda no ataca….

El matrimonio de Román (Darín) y Verónica (Kutika) como grupo primario era dinámico pero la estructura cambió a partir de que ellos, como sujetos fueron cambiando y el vínculo se fue perdiendo.

Román desde su nacimiento actuó con un rol adquirido, defendiendo ese club que lo había visto nacer, pero dejando que los problemas de ese club afectaran su grupo familiar. Verónica es portavoz de esta familia ya que su conducta desviada (se "relaciona" con otro) expresa las dificultades latentes de este grupo.

Uno de los grandes problemas que surgió en esta familia fue en la comunicación porque ésta permite establecer una relación con el otro, pero implica un esfuerzo que ningún integrante realizó (suponían las cosas, daban todo por sobreentendido y esto generaba malentendidos).

Fuera del grupo familiar encontramos a:

• Amadeo (Bianco): lo considero el Chivo, es el depositario de todos los aspectos negativos del club. Establecida la relación con Cristina asume sus problemas y ingresa en un grupo de ayuda mutua (mal llamados de autoayuda).

• Cristina (Bertuccelli): en relaciones previas había desempeñado roles de madre, de hija pero ahora quería desempeñar el de mujer.

• Graciela (Morán): divorciada, consideraba que el rol social de su ex no se cumplía con las expectativas pero su desempeño como madre tampoco era muy positivo.

Dentro

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