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Bullying.


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2013  •  Tesis  •  3.494 Palabras (14 Páginas)  •  241 Visitas

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INTRODUCCIÓN

El acoso escolar también conocido como hostigamiento escolar, violencia escolar o por su equivalente en ingles bullying, hace referencia a una realidad en la que un gran número de niños resulta victima de injurias, vejaciones, burlas, palizas, empujones y rechazo, por parte de otros alumnos, en el ámbito escolar.

Este tipo de agresiones lleva consigo un componente de impunidad, ya que se llevan a cabo bajo la ignorancia e indiferencia por parte de los adultos así como la vergüenza y el silencio de quienes son víctimas.

Bullying es un concepto introducido al lenguaje de la salud mental, por el psiquiatra noruego Dan Olwens, hace más de dos décadas. Hace referencia a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico, producido entre pares, dentro de un ambiente escolar, que se prolonga de forma reiterada en un espacio de tiempo determinado.

Los primeros estudios sobre este tipo de fenómeno, fueron realizados al principio de los años 70’s en países escandinavos, previamente a esto, este tipo de violencia era poco estudiado, incluso ignorado entre las relaciones interpersonales. Se consideraba que la intimidación era una dificultad pasajera y propia de la infancia y adolescencia, había una ausencia total respecto a la dinámica que caracteriza este fenómeno, mucho menos se tenía en cuenta las consecuencias catastróficas que pueden desencadenar estos eventos. El punto de crisis que originó el interés por este tema, fue una ola de suicidios de jóvenes entre 10 y 14 años, víctimas de acoso escolar, en el norte de Noruega en 1982.

Este tipo de tragedias han hecho que la sociedad en general se cuestione acerca de la complicidad y responsabilidad de los adultos en el ámbito escolar.

Muchos programas han sido realizados en diferentes países alrededor del mundo entre estos destacan países como Japón, Australia, EUA y Canadá. Estos programas ayudan a entender las peculiaridades de este fenómeno y permiten conocer las condiciones detonantes del tipo de entornos propicios para que se produzca una situación de intimidación.

Debido a este tipo de aproximaciones se ha logrado comprender el daño a la salud tanto física como mental a corto, mediano y largo plazo, refiriéndose a la víctima, al agresor y los testigos.

No obstante en países periféricos o en vías de desarrollo, este tipo de problemáticas sociales, son difíciles de tratar. Un ejemplo de esto es nuestra nación México. A pesar de toda la información disponible con que se encuentra muchas escuelas siguen considerando la intimidación entre alumnos como un problema personal, en el cual los únicos responsables son los alumnos implicados y sus padres.

No debemos olvidar que la intimidación y acoso escolar es un fenómeno universal, omnipresente, sin importar condiciones como nivel socioeconómico, cuya raíz radica en la ausencia de adultos comprometidos en el bienestar de los infantes, estilos de crianza ineficaces, la carencia de límites claros y el abandono de las normas que favorezcan la convivencia y los valores como la cooperación o la preocupación por el bienestar colectivo, así como la protección de los más vulnerables.

Si las escuelas no se preocupan de establecer entornos seguros, para que los alumnos asistan sin miedo de ser agredidos, se está descuidando el elemento fundamental para la implementación favorable del aprendizaje académico y la socialización de los niños y jóvenes. Los sentimientos de confianza permiten a los niños explorar su ambiente así como exponer sus ideas sin temor a equivocarse o al recibir críticas, es aquí donde se forma las bases que marcan las putas inherentes en la socialización, para sentirse apreciado por otros y consolidar su autoestima.

Se sabe que todo grupo incluso aquellos formados por infantes crean espontánea y deliberadamente estructuras internas en donde los miembros manifiestan diversos estatus siendo algunos líderes, a su vez establecen reglas de convivencia de manera implícita o sobrentendida. Debemos considerar la dirección que tomará el liderazgo, las reglas o los roles dependen de los valores que emplean los miembros del grupo, a su vez esos son adquiridos del entorno; sobre todo de la interacción con personas mayores, es aquí donde apreciamos la fuerte correlación entre los estilos de crianza y las condiciones psicosociales, para el desarrollo del bullying.

“El niño es capaz de comprender desde edad preescolar las estructuras de poder y jerarquía de las dominancias en un grupo” (Rincón, 2011). Podemos entender entonces que los niños pequeños tienden a la imitación de los niños más populares, los que tienen más compañeros de juego, los que organizan y comienzan juegos. La sumisión a ellos permite reforzar los comportamientos, en pro de la sociedad, así como los antisociales.

A la edad escolar, los grupos de niños presentan mayores subdivisiones diferencias ligadas a la clase social y a la raza comienzan a acentuarse, no obstante es también el periodo en que las relaciones de amistad son más intensas. En esta etapa los códigos morales así como el sentido de justicia se establecen. “La intervención de los padres y educadores resulta determinante en el dominio y regulación de la agresión en grupos de niños” (LaFreniére, 1988).

Basándonos en estos planteamientos, en estos puntos de vista las escuelas no deben permitir el establecimiento de este tipo de sistemas de interacción.

La elección del tema bullying surge a partir de la importancia que ha cobrado últimamente en nuestra sociedad siendo aparentemente un tema nuevo al que hasta ahora no se le ha brindado la debida atención pero que existe desde hace mucho tiempo.

El “bullying” (acoso escolar) es un problema común, sin embargo es poco considerado como un diagnóstico en el campo de la salud asistencial. Es una forma de abuso que puede existir en cualquier ámbito donde convive un grupo de personas, pero ocurre con más frecuencia en el ámbito escolar de niños y adolescentes.

Desde que las escuelas se crearon para organizar la vida de los jóvenes y llevarlos hacia un camino de conocimiento y entendimiento, la interacción con los demás también es parte de ese proceso formativo de habilidades sociales.

Pero la interacción con los demás muchas veces se manifiestan de múltiples maneras tanto positivas como negativas, y es de estas actitudes negativas de lo que se trata el presente trabajo.

Se considera que el acoso escolar es muy frecuente y que de 30 a 40 % de los alumnos han participado ocasionalmente en algún proceso de bullying, ya sea como víctimas, agresores o espectadores.

Los jóvenes presentan daño emocional muy serio, pero que primero se presentan como malestares físicos como dolor de cabeza,

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