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COMO SE DA EL ABORDAJE COGNITIVO CONDUCTUAL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES CON DEPRESION


Enviado por   •  25 de Enero de 2018  •  Monografías  •  20.241 Palabras (81 Páginas)  •  130 Visitas

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ABORDAJE COGNITIVO CONDUCTUAL DEL NIÑO Y ADOLESCENTE CON TRASTORNO CON DEPRESIÓN INFANTIL

La depresión se define como un problema psicológico complejo cuyas características principales son, por un lado, un estado de ánimo irritable y/o disfórico y, por otro, falta de motivación y disminución de la conducta instrumental adaptativa. Se caracteriza también por alteraciones del apetito, del sueño; de la actividad motora, cansancio, especialmente matutino, pobre concepto de uno mismo, bajo autoestima, sentimientos de culpa, dificultades para pensar o concentrarse, indecisión, ideas de muerte y/o de suicidio e intentos de suicidio.

  1. TEORÍAS QUE EXPLICAN LA DEPRESIÓN

Para explicar la depresión infantil psicólogos y psiquiatras recurren a factores biológicos, psicológicos y sociales. Alteraciones de la relación con el medio físico y social, de los procesos cognitivos y de autocontrol, de la bioquímica cerebral, de la secreción hormonal, son los mecanismos propuestos para aclarar el por qué la tristeza pasajera y levese agrava en determinados casos hasta constituir un trastornollamado depresión (Xavier, 2002).

Por lo cual existen varias teorías que intentan dar razones de la depresión según Motta (2013):

  1. La Teoría Conductual: Como falta de refuerzo

La depresión se debe a una falta de refuerzos que hace que el que la padece no actúe. Debido a la inactividad el deprimido no encuentra refuerzos en la sociedad y en consecuencia la depresión se perpetúa (Motta, 2013).

El modelo socioambiental, sostiene que el ambiente influye decisivamente en el estado de ánimo. La relación negativa con el entorno causa tristeza y depresión (Xavier, 2002)

Xavier (2002) menciona que la teoría más conocida es de Lewinsohn (1974), quien sostiene que la depresión se debe principalmente a la disminución significativa o baja tasa de reforzamiento positivo y aumento relevante o elevado nivel de estimulación aversiva y castigo. Según esta teoría el tratamiento consiste en una programación de actividades que comienzan a dar al sujeto los refuerzos que necesita. Una vez que comienza se establece una realimentación positiva.

  1. La Teoría Cognitiva: Como resultado de pensamientos inadecuados

La depresión se debe a una distorsión cognitiva, en la que el depresivo distorsiona la realidad viéndose de forma negativa en la triada cognitiva (él mismo, el mundo y el futuro). Se puede analizar el pensamiento automático de tal manera que el deprimido ve claramente la relación entre la sensación y el pensamiento, de hecho basta con preguntarle respecto a la sensación para que sepa a qué se debe y que es lo que en realidad la sensación le dice. Una vez que se descubre el pensamiento automático a veces se puede desmontar de forma racional, pero otras es preciso hacer algún experimento para comprobar que no responde a la realidad o realizar cambios conductuales para que el paciente pueda apreciar la realidad. Uno de los problemas que ocurre con este tipo de pensamientos automáticos es que se confirman a sí mismos. El paciente se siente incapaz de actuar y esto le produce una sensación que le deja tan caído que en efecto no puede actuar (Motta, 2013).

Según Xavier (2002) la base de la depresión radica en la forma distorsionada de pensar de algunas personas, que incluso transforman los acontecimientos positivos en negativos. Los sentimientos de tristeza dependen, más que de los sucesos en sí, de la interpretación que se hace de ellos.

Para Beck, Rush, Show y Emery (1983), las vivencias personales del niño cuando es pequeño determinan el desarrollo de su manera de pensar característica, que explica el significado idiosincrásico que poseen las situaciones concretas para cada individuo (Xavier, 2002).

La persona que desarrolla una depresión sufrió durante su primera infancia experiencias tempranas negativas, que originaron pautas de pensamiento erróneas o esquemas cognitwos inadecuados. Así, el padecimiento de un defecto físico o de una enfermedad grave puede generar la idea de que vivir es sinónimo de sufrir. Posteriormente, cuando concurren circunstancias similares los esquemas se activan y aparece la tríada cognítíva de la depresión, consistente en la visión negativa de uno mismo, del mundo y del futuro, que causa los síntomas de la depresión (Xavier, 2002).

Las personas deprimidas aceptan la validez de sus pensamientos negativos, que persisten a pesar de datos objetivos que los contradicen, porque sistemáticamente incurren en errores lógicos (Xavier, 2002).

  1. La indefensión aprendida:

Educar consiste, entre otras cosas, en reforzar los comportamientos infantiles deseados (vestirse sin ayuda o pedir las cosas por favor) y en ignorar o castigar las conductas no deseables (rabietas, agresiones). E l niño aprende que unas acciones van seguidas de consecuencias positivas, mientras que otras no producen ningún resultado o sus consecuencias son negativas (Xavier, 2002). A hora bien, cuando se rompe la relación entre un determinado comportamiento y sus consecuencias habituales, el joven no sabe qué esperar de la situación.

 Según Motta (2013) la incapacidad para poder resolver algún problema; asociada con esta, está la teoría de la desesperanza. El problema es la pérdida de la esperanza de conseguir los refuerzos que queremos.

Para que se desencadene la depresión es necesario que el sujeto prediga que carece de control sobre la situación, que genere expectativas de incontrolabilidad. Las expectativas de falta de control producen déficits característicos de la depresión, desesperanza, desmotivación, dificultad para nuevos aprendizajes adaptativos. Sin embargo, no todos los jóvenes expuestos a situaciones incontrolables y con expectativas de incontrolabilidad desarrollan depresión (Xavier, 2002).

La indefensión es más grave cuando los fracasos se atribuyen a factores internos (dimensión severidad). Se generaliza más al atribuir los fracasos a factores globales, ya que no se controlan numerosas situaciones para resolverlas exitosamente (dimensión situacional). El niño atribuye la falta de control sobre la situación a factores permanentes o a factores pasajeros. La indefensión es más duradera cuando los fracasos se atribuyen a factores estables (dimensión temporal); atribuye sus fracasos a factores internos, globales y estables. Sus éxitos, por el contrario, a factores externos, específicos e inestables (Xavier, 2002).

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