COMO SE DA EL ABORDAJE COGNITIVO CONDUCTUAL EN NIÑOS Y ADOLESCENTES CON DEPRESION
YISELAGBMonografía25 de Enero de 2018
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ABORDAJE COGNITIVO CONDUCTUAL DEL NIÑO Y ADOLESCENTE CON TRASTORNO CON DEPRESIÓN INFANTIL
La depresión se define como un problema psicológico complejo cuyas características principales son, por un lado, un estado de ánimo irritable y/o disfórico y, por otro, falta de motivación y disminución de la conducta instrumental adaptativa. Se caracteriza también por alteraciones del apetito, del sueño; de la actividad motora, cansancio, especialmente matutino, pobre concepto de uno mismo, bajo autoestima, sentimientos de culpa, dificultades para pensar o concentrarse, indecisión, ideas de muerte y/o de suicidio e intentos de suicidio.
- TEORÍAS QUE EXPLICAN LA DEPRESIÓN
Para explicar la depresión infantil psicólogos y psiquiatras recurren a factores biológicos, psicológicos y sociales. Alteraciones de la relación con el medio físico y social, de los procesos cognitivos y de autocontrol, de la bioquímica cerebral, de la secreción hormonal, son los mecanismos propuestos para aclarar el por qué la tristeza pasajera y levese agrava en determinados casos hasta constituir un trastornollamado depresión (Xavier, 2002).
Por lo cual existen varias teorías que intentan dar razones de la depresión según Motta (2013):
- La Teoría Conductual: Como falta de refuerzo
La depresión se debe a una falta de refuerzos que hace que el que la padece no actúe. Debido a la inactividad el deprimido no encuentra refuerzos en la sociedad y en consecuencia la depresión se perpetúa (Motta, 2013).
El modelo socioambiental, sostiene que el ambiente influye decisivamente en el estado de ánimo. La relación negativa con el entorno causa tristeza y depresión (Xavier, 2002)
Xavier (2002) menciona que la teoría más conocida es de Lewinsohn (1974), quien sostiene que la depresión se debe principalmente a la disminución significativa o baja tasa de reforzamiento positivo y aumento relevante o elevado nivel de estimulación aversiva y castigo. Según esta teoría el tratamiento consiste en una programación de actividades que comienzan a dar al sujeto los refuerzos que necesita. Una vez que comienza se establece una realimentación positiva.
- La Teoría Cognitiva: Como resultado de pensamientos inadecuados
La depresión se debe a una distorsión cognitiva, en la que el depresivo distorsiona la realidad viéndose de forma negativa en la triada cognitiva (él mismo, el mundo y el futuro). Se puede analizar el pensamiento automático de tal manera que el deprimido ve claramente la relación entre la sensación y el pensamiento, de hecho basta con preguntarle respecto a la sensación para que sepa a qué se debe y que es lo que en realidad la sensación le dice. Una vez que se descubre el pensamiento automático a veces se puede desmontar de forma racional, pero otras es preciso hacer algún experimento para comprobar que no responde a la realidad o realizar cambios conductuales para que el paciente pueda apreciar la realidad. Uno de los problemas que ocurre con este tipo de pensamientos automáticos es que se confirman a sí mismos. El paciente se siente incapaz de actuar y esto le produce una sensación que le deja tan caído que en efecto no puede actuar (Motta, 2013).
Según Xavier (2002) la base de la depresión radica en la forma distorsionada de pensar de algunas personas, que incluso transforman los acontecimientos positivos en negativos. Los sentimientos de tristeza dependen, más que de los sucesos en sí, de la interpretación que se hace de ellos.
Para Beck, Rush, Show y Emery (1983), las vivencias personales del niño cuando es pequeño determinan el desarrollo de su manera de pensar característica, que explica el significado idiosincrásico que poseen las situaciones concretas para cada individuo (Xavier, 2002).
La persona que desarrolla una depresión sufrió durante su primera infancia experiencias tempranas negativas, que originaron pautas de pensamiento erróneas o esquemas cognitwos inadecuados. Así, el padecimiento de un defecto físico o de una enfermedad grave puede generar la idea de que vivir es sinónimo de sufrir. Posteriormente, cuando concurren circunstancias similares los esquemas se activan y aparece la tríada cognítíva de la depresión, consistente en la visión negativa de uno mismo, del mundo y del futuro, que causa los síntomas de la depresión (Xavier, 2002).
Las personas deprimidas aceptan la validez de sus pensamientos negativos, que persisten a pesar de datos objetivos que los contradicen, porque sistemáticamente incurren en errores lógicos (Xavier, 2002).
- La indefensión aprendida:
Educar consiste, entre otras cosas, en reforzar los comportamientos infantiles deseados (vestirse sin ayuda o pedir las cosas por favor) y en ignorar o castigar las conductas no deseables (rabietas, agresiones). E l niño aprende que unas acciones van seguidas de consecuencias positivas, mientras que otras no producen ningún resultado o sus consecuencias son negativas (Xavier, 2002). A hora bien, cuando se rompe la relación entre un determinado comportamiento y sus consecuencias habituales, el joven no sabe qué esperar de la situación.
Según Motta (2013) la incapacidad para poder resolver algún problema; asociada con esta, está la teoría de la desesperanza. El problema es la pérdida de la esperanza de conseguir los refuerzos que queremos.
Para que se desencadene la depresión es necesario que el sujeto prediga que carece de control sobre la situación, que genere expectativas de incontrolabilidad. Las expectativas de falta de control producen déficits característicos de la depresión, desesperanza, desmotivación, dificultad para nuevos aprendizajes adaptativos. Sin embargo, no todos los jóvenes expuestos a situaciones incontrolables y con expectativas de incontrolabilidad desarrollan depresión (Xavier, 2002).
La indefensión es más grave cuando los fracasos se atribuyen a factores internos (dimensión severidad). Se generaliza más al atribuir los fracasos a factores globales, ya que no se controlan numerosas situaciones para resolverlas exitosamente (dimensión situacional). El niño atribuye la falta de control sobre la situación a factores permanentes o a factores pasajeros. La indefensión es más duradera cuando los fracasos se atribuyen a factores estables (dimensión temporal); atribuye sus fracasos a factores internos, globales y estables. Sus éxitos, por el contrario, a factores externos, específicos e inestables (Xavier, 2002).
- Teoría biológica:
La depresión, según Motta (2013) está originada por un desequilibrio de los neurotransmisores (hipótesis de las monoaminas), de las que existen dos tipos: las catecolaminas (noradrenalina, adrenalina, dopamina) y las indolaminas (serotonina).
Está demostrado que cuando estamos deprimidos tenemos ese desequilibrio y que cuando tomamos la medicación adecuada, los neurotransmisores se equilibran y nuestro estado de ánimo cambia. Asimismo se destaca el papel que juegan las alteraciones hormonales; exceso funcional de cortisol y déficit funcional de la hormona estimulante del tiroides (hipótesis endocrinos) (Xavier, 2002).
Ahora bien, no podemos quedarnos solamente en esta teoría, puesto que si la depresión que tiene es reactiva a una situación, hasta que la situación no se solucione se siguen dando las condiciones para que se perpetúe aunque se tomen antidepresivos (Motta, 2013).
- Causas de la depresión infantil
La depresión infantil es el resultado de la interacción de factores ambientales y personales. Un niño muy vulnerable se puede derrumbar ante pequeñas contrariedades, mientras que un niño competente sólo se viene abajo ante una gran adversidad (Xavier, 2002).
Asimismo Xavier (2002) sostienen que los sucesos poco reforzantes y muy aversivos facilitan la aparición de la depresión. Con frecuencia un acontecimiento negativo presenta las dos caras de la moneda.
2.1. Factores ambientales
Los factores de riesgo familiares pueden ser de tipo biológico como el SIDA del padre o la enfermedad de Alzheímer de la abuelita; de tipo psicológico como la muerte de un ser querido o la depresión de la madre, y de tipo social como la falta de recursos económicos o la pérdida de empleo. Las relaciones familiares son muy importantes para el desarrollo emocional infantil. Los problemas de relación entre los padres, entre padres e hijos o entre hermanos repercuten negativamente en el ajuste emocional del niño. Por esta razón, es conveniente analizar el clima familiar (Xavier, 2002).
Relaciones Padre–Madre: Los estudios revelan que un porcentaje significativo de casos de depresión infantil proceden de hogares con ruptura de la relación matrimonial que implica pérdida de reforzamiento. Algunos divorcios constituyen además experiencias muy traumáticas, por las broncas frecuentes, por el chantaje emocional para ganarse al hijo. El aspecto crucial, sin embargo, es la conflictividad conyugal. Está claro que es preferible la armonía familiar, pero puede resultar menos perjudicial una separación de mutuo acuerdo preparando psicológicamente al hijo para contrarrestar su potencial impacto, que mantener una unión matrimonial donde los lazos afectivos se han sustituido por continuas peleas que el niño sufre como espectador impotente(Xavier, 2002).
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