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CONTEXTOS TECNOLÓGICOS PARA EL DESARROLLO COGNITIVO.

danoviraDocumentos de Investigación12 de Enero de 2016

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CONTEXTOS TECNOLÓGICOS PARA EL DESARROLLO COGNITIVO.

Este capitulo trata de las tecnolo´gias para enseñar y aprender. En pocas palabras, una tecnología es una herramienta o un sistema que los humanos utilizamos para alcanzar nuestras metas. Son ejemplos de tecnología la rueda, el remo, el ábaco, el martillo, el palillo de dientes y el televisor. En la educación, algunas tecnologías han estado con nosotros durante cientos e incluso miles de años, los elementos usados para escribir (p.ej, el estilete, la pluma, el lápiz y la tiza), para registrar ideas (p. ej., el papiro, el papel y la pizarra) y para conservar y compartir la información de manera organizada (p. ej., los rollos de pergamino y los libros).

        Cuando los educadores mencionan la tecnología, sin embargo, casi siempre se están refiriendo a un conjunto de herramientas tecnológicas en constante evolución (p. ej., los ordenadores, los portátiles, las tabletas, los lectores de MP3 y de DVD), a las redes de comunicación que vinculan esos aparatos (p., ej., la conexión sin cable, la TV por cable e Internet) y los programas asociados a las mismas (p. ej., los procesadores de texto, lo programas para hacer presentaciones, las aplicaciones, las simulaciones, los juegos, los navegadores de Internet). En este capítulo, nos centraremos en esas tecnologías electrónicas y analizaremos las aportaciones de la psicología cognitiva con relación a su diseño y su uso.

        Los educadores son cada vez más conscientes del potencial de la tecnología para cambiar cómo se llevan a cabo la enseñanza y el aprendizaje. Pese a que la educación continúa rezagada respecto a otros sectores sociales en el uso de la tecnología, en el aula se produce un uso relativamente escaso de la misma, en comparación con lo que sucede respecto a su integración en nuestras vidas a la hora de hacer gestiones financieras, comprar, buscar información y utilizar los teléfonos móviles de distintos modos; esperamos que la tecnología pueda mejorar e incluso suponer una revolución con relación a cómo aprenden los alumnos y cómo enseñan los profesores.

        La era moderna no es la primera en la que se han abrigado grandes esperanzas sobre la tecnología. Cuando aparecieron por primera vez las películas y la televisión se predijo que sustituirían buena parte, si no toda, de la instrucción realizada en las aulas. No ha ocurrido tal cosa. No obstante, las versátiles tecnologías actuales parecen ofrecer un espacio para el optimismo. Existe un interés creciente sobre cómo pueden emplearse mejor las tecnologías, habida cuenta de cómo se han integrado en nuestras vidas y del papel creciente que cumplen en las escuelas, las las que los estudiantes tienen acceso a comunicarse académicamente mediante el correo electrónico, acceden a fuentes en la red, como los programas de los cursos, las tareas, los materiales de enseñanza y los exámenes de práctica. ¿Deberían trabajar con la tecnología solos los alumnos o en colaboración?, ¿puede la tecnología facilitar los debates en el aula y proporcionar oportunidades para practicar?, ¿puede contribuir a promover la equidad educativa?, ¿puede ser eficaz la educación en linea?, ¿debemos emplear los recursos escolares en proporcionar ordenadores personales o son aún las salas de ordenadores una  buena inversión?

        El objetivo de este capítulo no es recomendar nuevas tecnologías de instrucción específicas sobre las cuales la investigación haya mostrado que pueden ofrecer beneficios respecto a los resultados del aprendizaje. No existen tales. Uno de los resultados más sistemáticos que arroja la revisión cuidadosa de la bibliografía es que existen muy pocas mejoras de los resultados del aprendizaje que puedan atribuirse únicamente a la tecnología. Es decir, cuando se comparan tecnologías como la presentación en línea y debate de estudios de caso para profesores en formación con los enfoques tradicionales (p. ej., los mismos alumnos leyendo y debatiendo estudios de caso en el aula), raramente se observan mejoras del aprendizaje que puedan atribuirse a la propia tecnología.

        Lo que la investigación sobre la tecnología de la instrucción nos muestra es que el aprendizaje es influido esencialmente  por los buenos métodos de instrucción que aprovechan lo que la tecnología ofrece. Es decir, la tecnología per se no es lo que motiva a los alumnos y produce el aprendizaje, sino cómo se utiliza esa tecnología. Vamos a centrarnos en cómo utilizan la tecnología los profesores competentes, profesores que comprenden los principios cognitivos y motivacionales y que son capaces de convertirlos en una instrucción eficaz. Cuando esos profesores regulan el uso de la tecnología, ¿qué puede ésta hacer a favor del aprendizaje y del desarrollo cognitivo de los alumnos?

        Comenzaremos con una revisión de las muchas fuentes basadas en la tecnología disponibles para los alumno. ¿Cuáles son las más adecuadas para los distintos tipos de objetivos de aprendizaje?

Simultáneamente, consideraremos varias habilidades cognitivas y estrategias relevantes que los alumnos necesitan para utilizar la tecnología con eficacia. El aprovechamiento pleno del potencial de la tecnología requiere que los estudiantes dispongan de un repertorio de conocimientos, estrategias y creencias. Resaltaremos aquellas que consideramos más importantes.

        En las siguientes cuatro secciones procederemos a describir parte de la teoría y la investigación que orienta el actual desarrollo de la tecnología de la instrucción. ¿cuáles son las teorías cognitivas y motivacionales  que orientan el diseño y uso actuales de la tecnología de la instrucción? La primera de las cuatro secciones describe la teoría de la carga cognitiva y el diseño multimedia. La teoría de la carga cognitiva, que introducimos en el capítulo 2, se ha convertido en un eje central del pensamiento sobre las aplicaciones multimedia para la instrucción. Presentaremos principios basados en esa teoría que permiten realizar valoraciones justificadas sobre si los medios están bien diseñados. La segunda de nuestras cuatro secciones resume el modelo de Cuatro componentes del Diseño de la Instrucción (4D/DI), que establece un marco para utilizar la tecnología en el desarrollo de habilidades complejas. En al tercera sección analizaremos las posibilidades que ofrece la tecnología para el andamiaje de la metacognición y el aprendizaje autorregulado. Describiremos cómo utilizar entornos de aprendizaje basados en la tecnología para orientar y apoyar a los alumnos para que sean más estratégicos, persistentes y reflexivos. La cuarta sección analiza  los usos de la tecnología de la educación desde la perspectiva de la teoría sociognitiva, centrándose en el Aprendizaje Colaborativo Apoyado mediante Ordenador mediante el cual la tecnología fucniona como centro para las comunidades de aprendizaje. Concluiremos el capítulo analizando la creciente vinculación entre tecnología y evaluación y las consecuencias generales para la educación de los enfoques basados en la tecnología.

¿Cómo pueden los alumnos utilizar las tecnologías?

        La propia tecnología raramente es la fuerza motriz del aprendizaje, pero es evidente que puede ampliar y extender las experiencias educativas de los alumnos. Cuando observamos las tecnologías basadas en el ordenador y en el empleo de Internet, se nos ocurren muchas formas de utilizarlas en la educación. Existen programas disponibles para crear y compartir recursos de la Red como gráficos, diagramas y videos, en tanto que la tecnología sin cables permite vincularse a los ordenadores portátiles y teléfonos móviles de los alumnos. La tabla 10.1 presenta diversas maneras mediante las cuales los estudiantes puedes utilizar la tecnología de la educación para ampliar sus experiencias educativas. En la tabla 10.2 presentaremos las principales habilidades cognitivas que son necesarias para aprovechar esas tecnologías.

        La primera categoría de la lista que aparece en la Tabla 10.1, los alumnos reciben información a través de la tecnología, no es nueva. Su historia se remonta a la aparición de la televisión, las películas e incluso antes. Muchos profesores emplean hoy día programas como Power Point, por ejemplo, para presentar la información. Habitualmente, esos programas incluyen posibilidades para mejorar y ampliar las presentaciones, como la posibilidad de usar distintos tipos de letra y fondos de pantalla que incluyen opciones como el uso de imágenes artísticas pregrabadas, fotos, animaciones y sonido. Estos rasgos pueden hacer que la información sea más atractiva e interesante, pero si no se emplean eficazmente, pueden distraer a los estudiantes y suponer una pérdida en la comprensión.

        Sin embargo la segunda categoría de la lista de usos de la tecnología se ah desarrollado más recientemente. Con la ampliación del acceso a Internet en las escuelas y hogares de EEUU, la tecnología ha comenzado a ofrecer una fuente significativa de recursos para el aprendizaje de los alumnos: acceder a la información y maneras de encontarla. Los navegadores disponibles para los ordenadores y los teléfonos móviles y los buscadores permiten a los alumnos encontrar información fácil y rápidamente. Al contrario de lo que sucede cuando falta información, cuando muchas escuelas y alumnos aún han de enfrentarse a bibliotecas mal dotadas y pocos libros de texto, la tecnología está creando nuevos desafíos llenos de ironía, la sobrecarga de información aparejada a contenidos de dudosa calidad. Tal como se muestra en la Tabla 10.2, los alumnos necesitan aprender métodos sistemáticos para buscar información y para identificar las diferencias en la calidad de esta; desprovistos de esas habilidades, las búsquedas de los alumnos pueden descarrilar a causa de factores pasajeros (p. ej., vínculos inusuales que son localizados o una secuencia de vínculos con apariencia interesante) y dar lugar a información sesgada o errónea (obtenida, p. ej., a partir de webs personales o de lugares no supervisados).

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