Campo formativo Aprendemos de jóvenes y mujeres Makarenko

Es una lectura bastante rica pero algo compleja, aun así fue muy impresionante conocer parte de la historia de Makarenko, el saber qué hace poco menos de un siglo tenemos un precedente histórico de lo que podemos lograr en PILARES, claro existen infinidad de diferencias, pero el principio de brindar una alternativa de superación aun sector, en cierta forma, excluido de la sociedad , fue inspirador, ojala y los gobernantes en la actualidad conocieran este poema para que entendieran la diferencia y el impacto que existe entre un reclusorio o cárcel y un reformatorio social, eso podría ser un gran diferenciador para lograr un cambio verdadero en las personas que por diversas causas se han visto involucradas en actividades ilícitas, de gran ayuda serian en este momento, creo yo. Bien lo decía Makarenko “Educar siempre es más fácil que reeducar” pero también es verdad que por más difícil que sea es infinitamente más útil y gratificante que solo ignorar.

También el encontrar muchas ideas con las que comulgo como “No hay adolecentes malos simplemente no han tenido un buen condicionamiento social” yo creo que si bien Makarenko lo menciona así por, en ese momento estar trabajando con adolescentes  considerados perdidos por la sociedad por sus actos ilícitos, esto puede ser extendido a gran parte de la sociedad, ya que nadie nace con la intención de ser malo o caer en actos ilícitos pero se ven orillados a esto por ser lo más “sencillo” o la única opción para satisfacer la necesidad existente en el momento.

O la idea de que “No importa la historia del alumno, importan sus ganas de cambiar”  y que mejor ejemplo que el mismo Antón Makarenko, abusado de niño con un padre violento y carencias económicas, aun así logro enfrentarse a la aparente realidad que tenía marcada y se volvió la mejor versión de sí que podía ser, tanto es así que más de un siglo después de su nacimiento un programa como Pilares hace que sus aspirantes conozcan su historia y su creación.

Quizás la parte que más me llamo la atención fue algo que dijo el viejo Andrei cuando destruyeron su máquina de licor “Hambre pasa el vago, el que trabaja no pasa hambre”  esto aún capítulos después de leerlo siguió resonando en mi cabeza y yo creo firmemente que es verdad, el que quiere, se compromete y lucha, quizás no tendrá todo, pero no tendrá la necesidad de quitárselo a alguien más, el problema es que existen algunos cuantos que prefieren quejarse y culpar a otros de sus carencias antes que actuar por sí mismos.

PROCESOS DISCIPLINARIOS DE A. MAKARENKO

-El orden, la disciplina y el esfuerzo

 A mi parecer es algo fundamental que todo individuo, educador o educando, debe conocer, saber que el tener un proceso y la realización constante del mismo es necesario para llegar a los objetivos, nada es fácil y si es fácil es que no se está haciendo bien, si el objetivo al que queremos llegar de verdad vale la pena será difícil pero con este estandarte “orden, disciplina y esfuerzo” es posible, su aplicación en la colonia Gorki es claro ejemplo de ello, si era posible cambiar a jóvenes considerados en la perdición total pero no sería tarea fácil, solo con los conceptos ya mencionados se podría lograr y se podrían obtener resultados.

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