Como Educar A Nuestros Hijos

¿CÓMO EDUCAR A NUESTROS HIJOS?

Todos sabemos que no es fácil educar a nuestros hijos para que ellos logren adquirir las metas que se proponen, sean seguros de sí mismos y tengan las herramientas necesarias para enfrentar las dificultades del mundo que nos rodea que surgen en cada uno de los periodos de su desarrollo. Educar con firmeza y cariño significa transmitirles a nuestros hijos las normas o reglas de la convivencia familiar y social con comprensión y exigencia, con confianza y respeto, con libertad y obediencia, con intimidad y apertura. El amor es inteligente cuando conoce y pone límites. Cuando los padres no logran marcar límites claros y manifiestan una tolerancia total hacia las conductas de sus hijos, se cae en la permisividad que ha causado tanto daño en el proceso de los infantes.

Nuestro rol como padres nos enseña que somos los principales educadores, la escuela o colegio, solo complementan esta pequeña tarea. Para un niño pequeño nosotros somos todo su mundo: afecto, seguridad, protección. Aprenden fijándose e imitando lo que nos ven hacer a nosotros. Somos sus principales modelos, debemos ejercer lo mejor posible como tal. Al nacer, nuestros hijos son como una pequeña semilla llena de futuras promesas. Podrán ser como un gran árbol frondoso, de sólidas raíces y sabrosos frutos. Pero también, pueden crecer torcidos, ser muy vulnerables a los azotes del viento y las pestes y en definitiva no dar nunca los frutos que de ellos se esperaban.

Como madre que soy, las cosas que debo educarle están referentes a los hábitos, que son el cómo deben cepillarse los dientes, cada noche, antes de irse a dormir y cada mañana, para mantener sus encías saludables, una buena alimentación y los

horarios fijos para cada comida, actividades físicas (organizar planes al aire libre). Completar las tareas deseadas junto con ellos. Hacer de los buenos hábitos un evento familiar. Lavar sus manos juntos antes de la cena. Crear un momento de lectura antes de ir a la cama en donde todos lean sus propias historias.

Las cualidades positivas son las que debemos reconocer, elogiar, atender y premiar directamente a él o comentándolo con otra persona mientras él lo escucha. Reconocer y descubrir sus capacidades y potencial es vital. Es necesario que nuestros hijos conozcan de antemano que premios y que castigos van a seguir a determinadas conductas. La comunicación es lo más importante. Lo esencial es escuchar de verdad, porque a veces lo que hacemos es oír a medias. Debemos buscar el momento ideal para escuchar a nuestro hijo hasta el final, si interrumpirle, cuando él nos desee contarnos las cosas y no cuando lo impongamos nosotros. Podremos conocer lo que es importante para él, sus dificultades, estados de ánimo, proyectos. Lo importante es escuchar.

Que nuestro hijo se relacione con otros niños es esencial. En la interacción con los demás aprenderá a compartir, cooperar, negociar, ceder, dirigir y aceptar normas entre otros. Estas cualidades son necesarias para la edad adulta. Tenemos que formar progresivamente su autonomía e independencia, darle libertad y responsabilidades adecuadas a su edad, además de darle la confianza que él necesita. Esto implica cumplir las promesas y no engañarle. Nuestras propias mentiras hacen que pierda la confianza en sí mismo, en nosotros

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