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Conductismo


Enviado por   •  10 de Noviembre de 2012  •  5.469 Palabras (22 Páginas)  •  556 Visitas

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Introducción

El conductismo no es la ciencia del comportamiento humano. Es la filosofía de esa ciencia. Estas son algunas de las preguntas que plantea: ¿Es realmente posible tal ciencia? ¿Puede explicar cualquier aspecto del comportamiento humano? ¿Qué métodos puede emplear? ¿Sus leyes son tan válidas como las de la física y la biología? ¿Conducirá hacia una tecnología y, en tal caso, qué papel desempeñará en los asuntos humanos? Es de singular importancia su relación con tratamientos anteriores del mismo tema. El comportamiento humano es el rasgo más familiar del mundo en que vive la gente, y respecto de él se ha dicho más de lo que se dice respecto de cualquier otra cosa; ¿hasta qué punto lo que se ha dicho vale algo?

Eventualmente, algunas de estas preguntas recibirán respuesta con el éxito o fracaso de las empresas científica y tecnológica, pero los asuntos actuales ya han surgido, y ahora se necesitan respuestas provisionales. Muchas personas inteligentes creen que ya se han encontrado tales respuestas, y que todas ellas son muy poco prometedoras. He aquí, por ejemplo, algunas de las cosas que usualmente se dicen del conductismo, o que se dicen de la ciencia del comportamiento. Yo creo que están erradas.

1. Ignora la conciencia, los sentimientos y los estados de la mente.

2. Descuida el bagaje innato y afirma que todo el comportamiento se adquiere durante la vida del individuo.

3. Formula el comportamiento simplemente como un conjunto de respuestas ante los estímulos, representando así a la persona como un autómata, un robot, un títere o una máquina.

4. No intenta explicar los procesos cognoscitivos.

5. No da lugar a la intencionalidad o el propósito.

6. No puede explicar la realización creadora, por ejemplo en el arte o en la música, la literatura, la ciencia o las matemáticas.

7. No le asigna un papel al yo o al sentido de sí mismo.

8. Es necesariamente superficial y no puede manejar las profundidades de la mente o de la personalidad.

9. Se limita a la predicción y al control del comportamiento y no investiga la naturaleza esencial del ser humano.

10. Trabaja con animales, particularmente con ratas blancas, pero no con personas, y, por tanto, su descripción del comportamiento humano se reduce a los rasgos que el hombre comparte con los animales.

11. Sus resultados bajo el control del laboratorio no se pueden duplicar en la vida diaria, y, consecuentemente, lo que tiene que decir acerca del comportamiento humano en el mundo es metaciencia sin respaldo.

12. Es extremadamente simple y es ingenuo, y sus hechos son triviales o ya bien conocidos.

13. Es más cientifista que científico. Simplemente, emula a las ciencias.

14. Sus realizaciones tecnológicas se hubieran podido lograr con el empleo del sentido común.

15. Si sus argumentos son válidos, deben aplicarse también al mismo científico del comportamiento y, por ende, lo que él dice es solamente aquello que él ha sido condicionado a decir y no puede ser cierto.

16. Deshumaniza al hombre; es reduccionista y destruye al hombre en cuanto hombre.

17. Solamente se interesa en principios generales, y por eso descuida la condición única del individuo.

18. Es antidemocrático por necesidad, porque la relación entre experimentador y sujeto es manipulativa, y, por tanto, sus resultados pueden ser utilizados por dictadores y no por los hombres de buena voluntad.

19. Considera ficciones las ideas abstractas tales como la moralidad o la justicia.

20. Es indiferente al calor y a la riqueza de la vida humana, e incompatible con la creación y la fruición del arte, la música y la literatura y con el afecto por el prójimo.

Estos argumentos representan, en mi opinión, un extraordinario mal entendimiento de los alcances y de la importancia de una empresa científica. ¿Cómo explicarlo? La historia inicial del movimiento puede haber causado ciertos problemas conductista explícito fue John B. Watson, quien, en 1913, lanzó una especie de manifiesto titulado La psicología tal como la ve un conductista. Como lo indica el título, no estaba proponiendo una nueva ciencia, sino afirmando que la psicología debía redefinirse como el estudio del comportamiento. Esto puede haber sido un error estratégico. La mayoría de los psicólogos de la época creían estar estudiando procesos mentales en un mundo mental de conciencia y, naturalmente, no estaban inclinados a estar de acuerdo con Watson. Los primeros conductistas perdieron mucho tiempo y confundieron un punto de importancia central cuando atacaron el estudio introspectivo de la vida mental.

El mismo Watson había hecho importantes observaciones del comportamiento instintivo, y realmente fue uno de los primeros otólogos en el sentido moderno de la palabra; pero se impresionó enormemente con la nueva evidencia de lo que podía aprender a hacer un organismo, e hizo algunas declaraciones bastante radicales acerca del potencial del ser humano recién nacido. El mismo las denominó exageraciones, pero desde entonces se las ha utilizado para desacreditarlo. Su nueva ciencia nació prematuramente, por así decirlo. Eran muy pocos los hechos científicos disponibles acerca del comportamiento, particularmente del comportamiento humano. La escasez de hechos es siempre un problema en una nueva ciencia, pero en el agresivo programa de Watson en un campo tan amplio como es el comportamiento humano fue especialmente perjudicial.

El necesitaba más apoyo fáctico del que pudo encontrar, y no es extraño que mucho de lo que dijo pareciera demasiado simplificado e ingenuo. Entre los hechos comportamentales disponibles estaban los reflejos y los reflejos condicionados, y Watson los utilizó lo mejorque pudo; pero el reflejo insinuaba un tipo de causalidad de «empujar a» no incompatible con la concepción decimonónica de la máquina. Con el trabajo del fisiólogo ruso Pavlov, publicado por la misma época, se dio la misma impresión, que no se corrigió con la psicología de estímulo-respuesta que surgió durante las tres o cuatro décadas siguientes.

Naturalmente, Watson infatuó los resultados más reproducibles que pudo encontrar, y muchos de ellos se habían obtenido a partir de animales —la rata blanca de la psicología animal y los perros de Pavlov—. Parecería estar implícito

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