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Construyendo Comunidad

NOHENIS17 de Junio de 2015

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Página 1 de 51

Act 1: Revisión de presaberes

Revisión del intento 1

Comenzado el viernes, 7 de marzo de 2014, 22:40

Completado el viernes, 7 de marzo de 2014, 23:36

Tiempo empleado 55 minutos 11 segundos

Puntos 4/6

Calificación 6.7 de un máximo de 10 (67%)

Question1

Puntos: 1

J

Jaime Bermeosolo Beltrán (2005) conceptúa que para Abbagnano el pensamiento se entiende como: 1) cualquier actividad mental o espiritual, 2) la actividad del entendimiento o de la razón en cuanto es diferente a la de los sentidos y de la voluntad, 3) la actividad discursiva, 4) la actividad intuitiva (p.115). El pensamiento, dirá este autor, hace referencia a procesos cognitivos caracterizados por el uso de símbolos (conceptos) que conducen a representar los objetos, sucesos y relaciones. Apunta a todo tipo de actividad o manipulación intelectual sea esta intuitiva o discursiva, y que se expresa en la formulación de juicios, la comprensión, la solución de problemas, la toma de decisiones, la planificación, la orientación de la acción.

La definición que se extrae del anterior párrafo es:

Seleccione una respuesta.

a. El pensamiento es una actividad mental que propende por elaborar razones y resolver situaciones que la vida presenta.

b. El pensamiento es una actividad mental intuitiva en cuanto que es capaz de orientar a los sentidos.

c. El pensamiento es una actividad mental discursiva que mueve las mejores razones.

d. El pensamiento es una actividad mental en la medida en que se ajusta a la concepción de pensamiento complejo.

Correcto

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Question2

Puntos: 1

Lipman (1998), un educador y creador de Programa de Filosofía para Niños, opinó que en los años 60 y 70 la educación abordó la preocupación de si se debía incorporar el pensamiento a las disciplinas o si se debía enseñar el pensamiento en sí mismo, a lo que Gilbert Ryle respondió que las destrezas de pensamiento sólo podían cultivarse en el interior de las disciplinas académicas específicas. Nunca tomó en serio la posibilidad de que el pensamiento pudiera enseñarse como una materia aparte (p.69). De modo que varios psicólogos y pedagogos formularon la pregunta de si se podía enseñar a pensar. En el caso de Nickerson, Raymond, S. (1990), indagó por la susceptibilidad de enseñanza y de aprendizaje de las habilidades del pensamiento (p. 83). Pensamos, dirá, sin que nadie nos enseñe a hacerlo. Ahora, del hecho que pensamos espontáneamente no se deduce que pensemos tan efectivamente como podemos. El desafío no es tanto enseñar a pensar como enseñar a pensar bien.

Para los autores, el pensamiento:

Seleccione una respuesta.

a. Debe impartirse como una asignatura

b. Debe estar orientado a la capacidad para pensar bien

c. Debe enseñarse en el aula

d. Debe motivarse en las habilidades para pensar

Correcto

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Question3

Puntos: 1

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Las personas que actúan de modo moralmente correcto son aquellas que se comprometen a dialogar con los implicados ante un problema moral o una situación injusta. Para tal fin los dilemas morales permiten ejercitar la conversación. Ahí se resuelven mediante el diálogo con personas que orienten la toma de decisiones.

Según el párrafo anterior el dilema representa:

Seleccione una respuesta.

a. un ejercicio sano para dejar de discutir

b. un ejercicio discursivo de pros y contras, de modo que sea posible encontrar una buena solución a un problema

c. un solución apresurada a los problemas morales

d. una respuesta confusa a los problemas cotidianos

Incorrecto

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Question4

Puntos: 1

Elija una respuesta

La actitud dialógica es una habilidad que se puede desarrollar, no es innata al hombre, la cual se evidencia en la capacidad de percibir problemas morales, en la capacidad reflexiva y para el autoconocimiento y para el conocimiento de los demás. De modo que el ejercicio dialógico debe cultivarse y desarrollarse en la medida en que un grupo humano participa activamente en la conversación, mediada por la palabra, la escucha, la crítica y el reconocimiento de los propios errores.

Por lo anterior el diálogo se aleja de una comprensión según la cual

Seleccione una respuesta.

a. se aproxima a todo acto coloquial caracterizado por el acuerdo grupal

b. solamente tiene derecho a hablar el que está respaldado por muy rigurosos argumentos

c. el diálogo favorece el ambiente democrático

d. el diálogo apela al respeto entre las personas

Correcto

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Question5

Puntos: 1

Para Lévinas, una reflexión que respeta el sentido de lo humano no puede basarse en el conocimiento y, asimismo, no puede partir del ser del ente sino del otro, es decir, de un rostro concreto que se me dirige y que nunca podrá ser entendido por el conocimiento. En efecto, “el sentido de lo humano (…) reside pues en perturbar la mismidad de éste, en sacudirlo éticamente”, y el yo únicamente puede salir de sí por la llamada del otro que se produce en la relación cara-a-cara (relación ética). Fuera del yo, de uno mismo, se encuentra el sentido y ello es anterior a cualquier consideración ontológica. Por esto, la ética es considerada por Lévinas como la filosofía primera, “ésa a partir de la cual las demás ramas de la metafísica adquieren sentido”. Para entender el sentido de lo humano hay que salir, pues, de la ontología y dirigir nuestra mirada a la ética, y esto implica, también, pasar de un enfoque centrado en el Mismo a una reflexión y acción guiadas hacia el otro. En resumen, Lévinas opone a la ontología como filosofía primera la relación ética que es relación con un ser otro, manifestado en un rostro que solicita mi responsabilidad. Tal es la relación cara-a-cara.

Por lo anterior el autor busca en su texto:

Seleccione una respuesta.

a. Partir de sí mismo

b. Partir de los demás

c. Partir del Otro

d. Partir del ente

Correcto

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Question6

Puntos: 1

“Una relación cuyos términos no formen una totalidad, sólo puede producirse como cara a cara”. Ésta es la primera afirmación que encontramos en los fragmentos escogidos y, asimismo, la primera caracterización de tal relación. Se trata, por tanto, de una relación en la que ambas partes constituyentes no se configuran en unidad, sino que los términos conservan su trascendencia. De ahí, que el otro sea exterior al Mismo y no se totalicen conjuntamente. Esta no totalización de los interlocutores hace del cara-a-cara una relación sin violencia, ya que la alteridad del Otro es respetada. Esto lleva a afirmar a Lévinas que “lo no sintetizable por excelencia es ciertamente la relación entre los hombres”. De este modo, en las relaciones interpersonales no se trata de pensar juntos a otro y a mí, sino de estar enfrente, de cara. Con lo cual la verdadera “unión” no consiste en formar un conjunto de síntesis, sino un conjunto de cara-a-cara. El cara-a-cara es, fundamentalmente, una relación social. Sin embargo, la sociabilidad del cara-a-cara no es, como ya he señalado, la sociabilidad de sumas de individualidades y síntesis, sino la sociabilidad consistente en relacionarse con el otro conservando la separación. Dicha separación es posible porque en el cara-a-cara el Otro se manifiesta a través de un rostro infinito, presencia desbordante, alteridad irreducible “perfilando una distancia en profundidad” o infinita; (sobre este respecto volveré más adelante). Asimismo, la relación entre el Mismo y el Otro no es reducible a la “actividad sintética del entendimiento”. Tal operación implicaría una adecuación entre el pensamiento y la cosa pensada, una violencia sobre la alteridad del Otro y, así, una reducción de dicha alteridad. Por lo tanto, la relación cara-a-cara no es de conocimiento, ya que la unión del Mismo y el Otro en una totalidad pensada en síntesis provocaría, como ya he dicho, violencia a esa trascendencia radical de los miembros que entran en relación. El cara-a-cara es una relación entre seres separados donde éstos conservan su trascendencia. De este modo, “la relación con el otro no anula la separación”. La noción de cara-a-cara expresa, también, una relación inmediata de interpelación y exigencia ética. En ella los términos se presentan el uno al otro de forma directa, es decir, inmediata, sin artificios, de frente y abiertamente. En tal relación el otro me llama a la responsabilidad. Y en su rectitud e inmediatez trasmite un imperativo ético, una obligación.

De los anteriores fragmentos se infiere que para Levinás:

Seleccione una respuesta.

a. La fase ética es ontológica cuando el hombre sale de sí mismo

b. Yo y el Otro comienza en la desigualdad de términos

c. La fase ontológica cuenta más que la ética

d. El cara a cara hace parte de la ontología

Incorrecto

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Act: 3. Reconocimiento Unidad 1

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