Contaminación Auditiva
litosound7 de Abril de 2013
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ARTÍCULOS SOBRE RUIDO
El ruido y los niños1
Federico Miyara
Quienes vivimos en las grandes ciudades estamos rodeados de ruido, sin que podamos escapar de él. Poca
gente es verdaderamente consciente del peligro del ruido. Cuando no es muy fuerte, puede afectarnos
lentamente la salud. Por ejemplo, puede provocarnos alta presión sanguínea, puede alterarnos la digestión o
provocarnos estrés. También nos afecta durante el sueño, reduciendo la duración del sueño profundo. Los
niños se ven especialmente perjudicados por esto, ya que es durante el sueño profundo que el cuerpo
produce las hormonas del crecimiento. Si el sueño profundo se reduce, también se alterará el crecimiento.
Cuando el ruido se vuelve muy fuerte, ya empieza a afectarnos la audición. Un ruido intenso durante un par
de horas, puede ensordecernos temporariamente. Si ese ruido se repite y se repite a lo largo del tiempo, el
resultado es una disminución definitiva de la audición, o sordera. Esto sucede aunque lo que se esté
escuchando sea música. Así, el que acostumbra escuchar la música fuerte, por ejemplo el que asiste a bailes
o fiestas en las que el volumen de la música sea muy fuerte, o el que escucha un walkman durante varias
horas por día, está expuesto al riesgo de daño auditivo prematuro. Es importante saber que los efectos del
ruido son acumulativos.
Además de afectarnos directamente la salud, el ruido nos impide comunicarnos por medio de la palabra
hablada. Esto perjudica muy especialmente a los niños, ya que les impide comprender las palabras nuevas o
más difíciles, dificultando el aprendizaje. También interfiere con la concentración necesaria para realizar
actividades intelectuales como la resolución de problemas matemáticos o la memorización de hechos o
nombres.
Por todas estas razones, el ruido es una forma más de contaminación ambiental, a la altura de otras más
famosas, como la contaminación del aire o del agua. Como sucede con toda forma de contaminación, es el
hombre el principal responsable, y el único que puede tomar la determinación de revertirla. Lamentablemente,
en el caso del ruido, desde todos lados nos llegan mensajes directos o indirectos que favorecen la producción
de ruido. En las fiestas infantiles, por ejemplo, las animadoras estimulan a los niños a responder más fuerte.
Aunque lo hagan con buenas intenciones, para impulsar la participación de todos en los juegos grupales,
cuando piden "¡Más fuerte, que no escucho!" están sembrando la semilla del ruido. Los programas de
televisión, especialmente los infantiles, están repletos de sonidos y ruidos de todas clases que no permiten ni
un instante para pensar en lo que se está viendo. Lo mismo sucede en el cine, donde el volumen siempre es
mayor que el necesario para entender lo que se dice. El tránsito por las calles de la ciudad es otra fuente
permanente de ruido. Los bocinazos, las innecesarias aceleradas a fondo, son todos elementos que
contribuyen a empeorar el ambiente acústico.
1 Fuente: http://www.eie.fceia.unr.edu.ar/~acustica/biblio/higchico.htm
En los clubes, en los bares, en los supermercados, prácticamente en todos lados aparecen parlantes
emitiendo música funcional a alto volumen. El efecto es tan profundo que hay ya muchos especialistas que
afirman que la gente se ha vuelto adicta al ruido. Y debe ser cierto, ya que a muchas personas les cuesta
dormirse cuando deben hacerlo en ambientes más silenciosos que lo que acostumbran.
¿Cómo mejorar esta situación? El primer paso es tomar conciencia del problema, informarnos sobre los
perjuicios y peligros del ruido, el más invisible de los contaminantes. El segundo paso es tomar acciones
individuales que permitan reducir el ruido total. Por ejemplo, no gritar si no es imprescindible, no golpear
cosas inútilmente, no escuchar la música o el televisor más fuerte que lo necesario para comprender lo que se
escucha. El tercer paso es asumir un papel socialmente más activo en la lucha contra el ruido. Por ejemplo,
pedir amablemente que bajen el volumen en un lugar público si la música está demasiado fuerte, o enviar
cartas a los responsables municipales de hacer cumplir las reglamentaciones sobre ruido.
El 12 de abril es el Día Mundial de la Conciencia sobre el Ruido. Ese día es importante para reflexionar
acerca del ruido, y entre las actividades previstas está el envío de cartas a las autoridades locales,
provinciales y nacionales pidiendo soluciones al problema de la contaminación por ruido.
Preguntas y Respuestas sobre Ruido2
Federico Miyara
Es domingo a la tarde y te acordaste de que en la Escuela te encargaron un trabajo sobre Ruido. O un amigo
tuyo te contó que de noche no pueden dormir porque el muchacho de al lado, que va a la Facultad, se queda
estudiando hasta las 2 de la mañana con la música a todo volumen. O alguien te contó que el ruido hace mal
y quieres saber qué hay de cierto. O, simplemente, tienes el precioso don de la curiosidad.
En cualquiera de esos casos seguramente tendrás un montón de dudas y necesitarás algo de ayuda. Por eso
hemos preparado esta lista de preguntas y respuestas que te permitirán introducirte en el tema.
P1. ¿Qué es el ruido?
R: Es un sonido que interfiere con las actividades, las conversaciones o el descanso. Un mismo sonido puede
ser música o diversión para una persona y ruido para otra.
P2. ¿Un sonido tiene que ser muy fuerte para ser ruido?
R: No necesariamente. A veces un ruido muy suave, como el de una canilla que gotea de noche, nos distrae
impidiendo concentrarnos. Pero los ruidos más fuertes son, sin duda, más perjudiciales.
P3. ¿De qué está hecho el ruido?
R: Como todo sonido, el ruido está formado por vibraciones del aire.
P4. El ruido ¿afecta solamente a las personas?
R: No. El ruido afecta también a los otros animales. En las Cataratas del Iguazú, al noreste de la República
Argentina, el ruido de los helicópteros que la sobrevuelan con fines turísticos ahuyentó a varias especies de
animales, alterando el equilibrio ecológico del lugar. En los bosques inundados de la Amazonía ecuatoriana,
el ruido afecta a los monos leoncillos, los más pequeños del mundo, haciéndoles que cambien su
comportamiento y tengan problemas con su reproducción.
P5. El ruido ¿Puede dañar a los edificios?
R: Si es muy fuerte, podría ser. Sin embargo, lo más probable es que el daño se produzca por vibraciones, las
mismas que también producen el ruido. Un ejemplo: las maquinarias pesadas de algunas fábricas hacen
vibrar las paredes vecinas, provocando rajaduras.
P6. ¿El ruido me puede dejar sordo?
R: Los ruidos extremadamente fuertes, como la explosión de un petardo demasiado cerca, pueden dañarte el
oído para siempre. Pero aun los que no son tan, tan fuertes, como la música a alto volumen, si se escuchan
durante varias horas por día pueden producir sordera, después de algunos años.
P7. ¿Cuáles son los ruidos más perjudiciales para el oído?
R: Los ruidos muy agudos son más dañinos que los graves. Los ruidos muy cortos y muy fuertes, como los
martillazos, impactos y explosiones, también son especialmente peligrosos.
2 Fuentes: http://www.eie.fceia.unr.edu.ar/~acustica/biblio/higchico.htm, de la Torre, S. 2000. Primates de la Amazonía del
Ecuador. Proyecto Petramaz/Simbioe, Quito.
P8. ¿Qué tan fuerte debe ser un ruido para dañar el oído?
R: Si un ruido te impide conversar normalmente, ya es peligroso. También si te hace doler los oídos o si te
produce zumbidos.
P9. Además de afectar al oído ¿el ruido produce otros efectos?
R: Sí: aumenta la presión sanguínea, produce problemas al corazón, predispone a la violencia, ocasiona
estrés, y disminuye la concentración. En el caso de los niños, afecta el crecimiento e interfiere con el
aprendizaje.
P10. ¿Qué parte del oído es la que más sufre ante el ruido?
R: En primer lugar hay que aclarar que el oído está formado por el oído externo (la oreja y el canal auditivo),
el oído medio (el tímpano y tres pequeños huesitos) y el oído interno. El oído interno tiene forma de caracol, y
en su interior hay unas células muy pequeñitas, llamadas células pilosas (en un milímetro caben 500 de ellas).
Ellas son las principales responsables de que oigamos lo que oímos. Pero por ser tan pequeñas son muy
delicadas, y los ruidos fuertes las destruyen.
P11. La audición perdida ¿se recupera?
R: No. Lamentablemente las células del oído interno, una vez destruidas, no vuelven a crecer. Por eso hay
que cuidarlas siempre.
P12. ¿Y entonces por qué después de un resfrío fuerte que nos ensordece por un par de días
volvemos a oír bien?
R: Porque en ese caso el problema es que el oído medio se llena de mucosidad, impidiendo que el sonido
llegue al oído interno. No hay destrucción de células.
P13. El ruido ¿produce adicción?
R: Muchos especialistas consideran que sí. Por eso es que hay que evitar exponerse a demasiado ruido.
P14. ¿Cuáles son las principales causas del ruido
...