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Deficit De Atencion

dulcevillegas6 de Octubre de 2014

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Trastorno de déficit de atención

INTRODUCCIÓN

Hemos elegido como eje de nuestro ensayo el tema del Trastorno por Déficit de atención con y sin hiperactividad (TDAH), por el alto porcentaje de niños con este trastorno. Existe un desconocimiento sobre dicho trastorno, lo que provoca que dichos niños, no sean diagnosticado correctamente y por ello, no recíbanla atención necesaria. Hasta hace aproximadamente una década, el TDAH era un gran conocido para la mayoría. Actualmente, aunque las cosas han cambiado en parte, e siguen con más frecuencia de la deseada, confundiendo a los niños y niñas aquejados de este trastorno que presentan problemas de conducta, con mala educación o que no tienen límites. A veces se busca la responsabilidad en el entorno familiar, se busca la causa donde no está y se les impide recibir el trato y el tratamiento que precisan. Existe la falsa creencia de considerar a todos los niños y niñas con el mismo potencial para el desarrollo autocontrol y por tanto es misión no sólo de padres y madres sino también del profesorado que consigan dicho autocontrol. Nos encontramos con unos niños, niñas y adolescentes con dificulta desde rendimiento y de comportamiento en los que las causa hay que buscarla en procesos internos a ellos mismo. Si no tenemos esto claro podríamos llegar a la conclusión equivocada de que cualquier dificultad emocional, de conducta o de aprendizaje es consecuencia de una relación pobre patológica en el seno de la familia, de pautas de crianza desacertadas o de un manejo inadecuado de las conductas a corregir. Las personas adultas no somos causante de sus comportamientos y dificultades pero sí que podeos facilitarles la ayuda necesaria para evitarles problemas añadidos como el fracaso escolar, el déficit de autoestima o frustraciones innecesarias.

Son variadas las situaciones que se generan en torno a los procesos de la atención, la que ha sido definida como la orientación de un comportamiento hacia determinada tarea. La alteración de cualquiera de estos procesos de la atención es llamada TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN. Dicho trastorno es uno de los problemas psiquiátricos más frecuentes en niños en edad escolar y también en adolescentes, es una de las principales razones por las que los niños son evaluados por profesionales de la salud mental.

Su prevalencia oscila entre el 2% y el 12% en niños entre los 6 a 9 años de edad, este trastorno está presente en todas las zonas y culturas del mundo; siendo las más frecuente en varones (9%) que en mujeres (3,3%).

El niño con déficit de atención no aprende de las experiencias sociales que tiene con compañeros, maestros y padres. Asimismo, no se da cuenta del tono, gestos y todas las manifestaciones de carácter pragmático que se asocian a las respuestas de quienes les rodean ante su conducta inapropiada.

El TDA es un síndrome reconocido por la Organización Mundial De La Salud (OMS). Este trastorno puede estar ligado con o sin hiperactividad. Es la denominación diagnóstica más reciente para individuos que presentan problemas serios de atención, impulsividad y en algunas ocasiones hiperactividad. Al decir problemas serios nos referimos a las dificultades graves para integrarse satisfactoriamente a su entorno escolar, familiar y social.

Este padecimiento no es nuevo, ni ha sido descubierto recientemente. Su historia se remonta desde principios del siglo XX cuando en Inglaterra, George Still y Alfred Tredgold realizaron investigaciones científicas acerca de la conducta de los niños, e identificaron un tipo de comportamiento que se asemeja a lo que actualmente conocemos como TRASTORNO DE DÉFICIT DE ATENCIÓN. Cabe señalar que, en la primera mitad el siglo XX, se le consideraba a estos niños con este trastorno como “niño con daño cerebral”, pasando los años y con nuevos descubrimientos tomaron varias definiciones como ”daño cerebral mínimo ”, “disfunción cerebral” ; pero hoy se le conoce con las siglas TDA ( trastorno de déficit de atención).

Este trastorno se caracteriza por una dificultad o una incapacidad para mantener la atención voluntaria frente a determinadas actividades tanto en el ámbito académico, como cotidiano; no sigue instrucciones, se distraen fácilmente por estímulos irrelevantes, olvidan sus objetos necesarios, son desordenados , desean terminar rápido su actividad o lo dejan para el último, tiene malos hábitos en sus cuadernos , no prestan atención a detalles, hablan mucho, su rendimiento escolar es inconsistente (mala memoria), tiene cambios de humor bruscos, comenten errores frecuentemente en las tareas o exámenes. Por todas estas características se les clasifica a estos niños como flojos, inquietos y no se le busca una solución que les ayude a superar esta deficiencia. Como consecuencia, las relaciones sociales para estos niños se ven afectadas porque es muy difícil para la persona seguir reglas o normas rígidas de comportamiento.

La evaluación se realiza con la ayuda de un psicólogo especialista de salud mental, los padres, docente y conjunto de especialistas (psiquiatra y pediatra), mediante entrevistas con los padres de donde se obtendrá mayor información sobre los síntomas, la conducta del niño y su historia evolutiva. Entrevista con el niño en donde se observará cómo se presenta ante el profesional desde su aspecto físico, la manera de desenvolverse ante la charla informal, la actividad motora, la presencia de tics, las habilidades o dificultades de coordinación al caminar o realizar alguna actividad que puede ser juego o dibujo. Entrevista con el docente, se le pregunta durante la entrevista sobre la conducta del niño en el aula, en los recreos, la entrada y salida del colegio. Aspectos que se consideren relevantes para diagnosticar el trastorno.

Una vez culminadas las entrevistas, el especialista procederá a dar el diagnóstico. Éste depende en gran medida de la opinión de familiares, profesores, y los síntomas del niño presente, cuando menos seis de los nueves síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad, evidencia que los síntomas empezaron antes de los siete años, el diagnóstico debe tener una duración mínima de seis meses, estos deben causar un grado de mala adaptación en los niveles del desarrollo y que afecten cuando menos dos áreas (escuela y casa).

El diagnóstico es el resultado de un proceso de evaluación altamente subjetivo, realizado mediante entrevistas de pruebas psicológicas, de inteligencia y desarrollo neurológico, una historia clínica, una escala de medición de TDA para padres y profesores, un examen físico y prueba de rendimiento.

Una vez que se ha diagnosticado el TDA al niño se debe saber que un elemento fundamental es su tratamiento, en el cual encontraremos dos opciones el farmacológico y el psicológico.

Por otra parte, el tratamiento psicológico es mejor para el niño que sufre el TDA, ya que no dependerá de medicamentos y con ayuda de consejos, tips que el especialista les pueda ofrecer a sus padres y docentes encontrarán las mejores alternativas de solución para tratar este problema. Tanto los padres como docentes pueden usar los premios y castigos.

Puede ser difícil criar y enseñar a niños que tienen TDA. Ellos pueden tener dificultad para comprender instrucciones. Los niños que están en un estado constante de actividad pueden representar un reto para los adultos. He aquí algunas cosas que padres y docentes pueden hacer para ayudarlos: haga un horario en el que se le fije horas específicas para levantarse, comer, jugar, hacer tarea, hacer quehaceres, mirar televisión o jugar juegos de video, y para acostarse. Ponga el horario donde el niño siempre lo pueda ver. Explíquele cualquier cambio en la rutina por adelantado. Simplifique las reglas de la casa. Es importante explicar lo que pasará cuando se cumplen las reglas y cuando se rompen las mismas. Escriba las reglas y los resultados de no seguirlas. Asegúrese de que sus instrucciones son comprendidas. Haga que su niño le preste atención y háblele directamente a los ojos. Luego dígale al niño con voz clara y calmada específicamente lo que usted desea. Mantenga las instrucciones simples y cortas. Pídale al niño que le repita las instrucciones a usted. Premie el buen comportamiento. Felicite a su niño cuando él o ella completan cada paso de una tarea. Asegúrese de que su niño sea supervisado en todo momento. Puesto que son impulsivos, los niños que tienen TDA pueden necesitar más supervisión de los adultos que otros niños de la misma edad. Fíjese cuando su niño está alrededor de sus amigos o amigas. A veces resulta difícil para los niños que tienen TDA aprender habilidades en el comportamiento social. Premie el buen comportamiento durante el juego. Fije una rutina para hacer las tareas. Escoja un lugar fijo para hacer la tarea, lejos de distracciones, tales como otras personas, televisión y juegos de video. Divida el tiempo para hacer tarea en sesiones cortas y permita descansos. Concéntrese en el esfuerzo y no en las calificaciones. Premie a su niño cuando él o ella tratan de terminar la tarea no solamente para sacar una buena calificación. Usted puede dar premios adicionales por obtener mejores calificaciones. Hable con los maestros de su niño. Trate de enterarse de cómo le está yendo a su niño en el colegio durante la clase, durante el recreo y durante la hora de la comida del medio día. Pida que los maestros le den notas de progreso diario o semanal.

El déficit de atención es un trastorno que se diagnostica cuando un niño presenta dificultades para quedarse quieto, actúa sin pensar primero o empieza a hacer algo pero nunca lo termina, entre otras situaciones. Los especialistas hablan de

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