Desarrollo De La Personalidad
deliacerquera2 de Septiembre de 2011
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DESARROLLO DE LAPERSONALIDAD
1- Concepto de la personalidad y su modificación Página 1
2- La medida de la personalidad. Página 3
3- Teorías de la personalidad Página 7
3.1-Teorías psicodinámicas de la personalidad. Página 7
3.2- Teorías fenomenológicas de la personalidad. Página 13
3.3- Teorías disposicionales de la personalidad. Página 15
3.4- Teorías conductistas de la personalidad. Página 17
4- Cuestiones controvertidas acerca de la personalidad. Página 19
1-El concepto de la personalidad y su modificación
La personalidad es algo distintivo y propio de cada individuo. El fundamento de esta unicidad varía según las escuelas, pero la mayoría de los autores aceptan que, de algún modo, en la personalidad se expresa y funda el propium de cada cual.
La personalidad es la presencia de un modo habitual de responder a situaciones heterogéneas.
Entre las funciones que influyen en la personalidad, destacan las afectivas y tendenciales.
Lo que la psicología pretende conocer de la personalidad, es el sistema de indicadores que permiten la predicción del comportamiento bajo condiciones específicas.
Algunas definiciones de personalidad:
El concepto de personalidad guarda una estrecha relación histórica y teorética con el de persona, que tiene un carácter mas filosófico, y cuyos orígenes se remontan a las creencias religiosas mas antiguas.
Cicerón distingue cuatro definiciones de la personalidad. Persona significa, según Cicerón, apariencia, es decir, la máscara con la que el sujeto se presenta ante los otros. Significa también cometido o rol social. Y conjunto de cualidades que hacen a un ser humano apto para su trabajo.
Pero la definición más acreditada es la de Boetio en el siglo VI, como substancia individual de naturaleza racional.
Locke insiste en la nota de reflexión , y Wolf en la autoconciencia y libre albedrío.
Éticamente la noción de persona es la condición de la responsabilidad.
En su libro titulado Personalidad, G.W. Allport hace un análisis casi exhaustivo de las definiciones acumuladas a lo largo de la historia en torno a este concepto.
Valentine afirmó que la personalidad es la suma de las disposiciones habituales de un individuo. Para Watson la personalidad es la suma de las actividades que pueden descubrirse por observación de la conducta del individuo durante un lapso de tiempo suficiente. En otras palabras, la personalidad es el producto final de nuestros sistemas de hábitos.
Prince dice que la personalidad es la suma total de todas las disposiciones biológicas innatas, impulsos, apetitos e instintos del individuo, y de las disposiciones y tendencias adquiridas por experiencia.
Mucho más conscientes son las definiciones de Wundt, Stern o Allport.
Bowne subraya la auto-conciencia y el auto-control y las dimensiones cognoscitivas (no sólo afectivas y accionales) que caracterizan la personalidad humana.
Warren y Carmichael definen la personalidad como la organización mental completa de un ser humano en cualquier etapa de su desarrollo. Incluye cualquier aspecto del carácter humano intelecto, temperamento, destrezas, moralidad, o cualquier actitud que se haya desarrollado en el curso de la vida.
En carácter distintivo, individual, del modo de conducirse, constituye otro de los criterios que algunos autores utilizan para definir la personalidad.
Según Kempf, la personalidad es el modo habitual de ajuste que un organismo efectúa entre sus pulsiones egocéntricas y las exigencias del ambiente.. En esta línea estaría probablemente de definición que hubiera podido hacer Freud.
En definitiva, conflictos, características neurofisiológicas, sistemas de rasgos y condiciones sociales constituyen las fuentes principales de donde los diferentes psicólogos pretenden extraer, con métodos muy diversos, los correspondientes indicadores de personalidad.
La creciente convicción de que la personalidad es el resultado de una acumulación de experiencias y acciones recíprocas entre un organismo y su medio, está guiando a la psicología hacia metas cada vez más fecundas, por un camino donde la producción del fenómeno contribuye a su genuina comprensión.
Ha sido la psicología del aprendizaje la que ha permitido modificar de una manera relativamente efectiva las estructuras subjetivas que regulan las relaciones interpersonales, la actitud del sujeto hacia sí mismo y todo ese complejo de conductas adaptativas, o desajustadas, que reciben el nombre de personalidad.
2- La medida de la personalidad
La personalidad es el campo de la psicología del que se conocen más medios de medida, y son éstos más heterogéneos. Pero esto no hace que sea fácil medir y determinar la personalidad de las personas, ya que la fiabilidad de los resultados obtenidos por las diferentes pruebas es bastante baja. Por ello, se suele recurrir a la aplicación de más de una prueba, de diferente tipo, cuando se estudia la personalidad de un individuo.
La validez de las pruebas, además de estudiarse comparándolas entre sí, se realiza mediante valoraciones empíricas, es decir, comparando los resultados del test con la opinión de las personas que conocen bien al sujeto estudiado. Por ejemplo, si la prueba dice que nos encontramos ante un sujeto tímido y todas las personas que le rodean lo califican de extrovertido, seguramente habrá algún fallo en el test.
La entrevista es actualmente la técnica más empleada para medir la personalidad. Es una observación participativa, ya que el entrevistador hace también las veces de participante en la prueba, pudiendo influir en las respuestas de la persona analizada. A veces, las entrevistas siguen los intereses de los protagonistas, saltando espontáneamente de una cuestión a otra; otras veces están estandarizadas y se plantean unas preguntas concretas en un orden preestablecido. Actualmente incluso se realizan entrevistas por ordenador, los entrevistados van respondiendo a una serie de preguntas programadas previamente en el ordenador.
Los datos obtenidos en la entrevista se manejan de manera informal, el profesional los interpreta según su experiencia. Se puede analizar también el contexto de la entrevista, y grabarla para poder observar con detenimiento gestos, ademanes o comentarios que revelen el nerviosismo del entrevistado o algún rasgo de su carácter.
Las entrevistas tienen, como todos los métodos, ventajas e inconvenientes. Son muy útiles para observar los pensamientos, sentimientos, conflictos y otras expresiones de las personas, que se suelen ocultar en los tests, y en una entrevista, si el observador tiene pericia, pueden ser advertidos mediante los gestos y comentarios antes citados. También permite al psicólogo una cierta movilidad en el estudio, ya que puede volver sobre un tema o modificar la prueba sobre la marcha si lo necesita para encontrar soluciones. Por la parte negativa, el entrevistado puede mentir y proporcionar datos falsos, y si el psicólogo no tiene mucha pericia para descubrirlo obtendrá conclusiones equivocadas. Además, tiene el inconveniente antes nombrado de que el entrevistador influye en la conducta que está observando, ya sea con una actitud demasiado familiar o provocando tensión. Por último, al ser una prueba subjetiva depende de la habilidad del observador para “leer entre líneas”, recopilar información y analizarla.
En ocasiones los investigadores de la personalidad deciden medir la conducta mediante observaciones y experimentos controlados. Esta técnica consiste en vigilar y analizar las reacciones fisiológicas del sujeto en momentos determinados, de manera que de ellas se pueda obtener información sobre la personalidad del individuo. Por ejemplo, se puede utilizar un instrumento que mida la presión sanguínea periódicamente y observar los cambios que sufre la presión de una persona según las actividades que esté haciendo en cada momento. También se pueden observar las expresiones faciales, tonos de voz u otros aspectos que varíen según el estado anímico de la persona. De estas observaciones, de los cambios experimentados a lo largo de la jornada, se pueden extraer conclusiones acerca de alguna característica de la personalidad.
Hay experimentos conductuales que se realizan para ver la respuesta de una persona ante diferentes situaciones. Por ejemplo, en la Segunda Guerra Mundial una de las pruebas de selección para ocupar un cargo que entrañaba un considerable peligro, consistía en construir un armazón de madera con la “ayuda” de dos asistentes. Éstos eran en realidad observadores que ponían trabas al trabajo del sujeto y calificaban sus reacciones ante las dificultades.
Estas pruebas reducen los prejuicios frente a las entrevistas, ya que la persona no tiene ya que hablar de sí misma sino actuar espontáneamente. El problema que surge es que al saberse observado el sujeto entra en una situación artificial y poco realista, está tenso y muchas veces no es realmente “él mismo”. Además, estas pruebas no proporcionan datos sobre problemas profundos y personales, por lo que ante estos casos se debe recurrir a otros medios.
El tercer medio, por lo general también muy usado, son las pruebas escritas que realizan los psicólogos. Estas pruebas pueden ser de dos tipos, que analizaremos por separado: objetivas y proyectivas.
Las pruebas objetivas pueden ser corregidas y calificadas de una manera estándar, no dependen de quién pasa la prueba y analiza los resultados. Tienen unas respuestas preestablecidas y unas tablas de puntuación realizadas a partir de la investigación en un gran número de personas.
Una
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