Desercion Escolar
susana.vallejos28 de Marzo de 2012
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(http://www.univision.com/content/content.jhtml?cid=843260)
Un problema que perjudica a todo el país
Según las estadísticas nacionales, poco más de la mitad de los estudiantes hispanos logra terminar la secundaria. Sin diploma, las oportunidades laborales se reducen y las chances de entrar a la universidad son nulas. Para prevenir la deserción y lograr que tus hijos se gradúen, alentarlos a que lean es fundamental.
El Concilio Hispano para la Reforma y las Opciones Educativas dice que los latinos que viven en Estados Unidos son el grupo que más valor le da a la educación, ya que la mayoría cree que un diploma es fundamental para tener éxito económico. Sin embargo, son el grupo étnico que más deserciones escolares tiene en todo el país ¿a qué se debe esta contradicción? ¿Por qué pocos terminan y casi nadie va a la universidad?
"Los hispanos actualmente son la minoría más grande de Estados Unidos y son el segmento en nuestra población que crece con más rapidez. Aun así, tenemos el índice más alto de estudiantes que no terminan la preparatoria y el índice más bajo de estudiantes que terminan la universidad que cualquier otro grupo en el país", asegura Jesús Mena, vocero de la Hispanic Scholarship Fund, una organización dedicada a apoyar a la educación superior de los latinos.
Un estudio realizado por el National Research Council (Concilio Nacional de Investigación) da datos alarmantes: sólo el 58 por ciento de los estudiantes hispanos en Estados Unidos logra terminar la escuela, y de los que terminan, uno entre cinco está preparado para ingresar a la universidad.
El tema, que hasta hace poco sólo preocupaba a la comunidad latina, ya es un problema nacional: en el 2050, uno de cada cuatro habitantes será de origen latino. Si el panorama sigue igual, habrá millones de personas en Estados Unidos que ni siquiera habrán logrado completar su educación básica.
Esto, afirman los especialistas, perjudicará a la economía y el crecimiento de todo el país. "A medida que la población hispana continúa incrementando (en tamaño y proporción), la educación será un factor principal para el desarrollo de la fuerza laboral y el éxito económico de Estados Unidos", explica Mena.
¿Por qué dejan la escuela?
Los especialistas aseguran que los responsables de este alto índice de deserción no son los padres ni los chicos, sino de los programas educativos. "La crisis en la educación de los latinos es tan severa que miles de hispanos están diciendo 'a nosotros no nos importa la política; no queremos enviar a nuestros niños a escuelas que fallan'", dice Rebeca Nieves Huffman, presidente y CEO del Concilio Hispano para la Reforma y las Opciones Educativas.
El 95 por ciento de los latinos van a escuelas públicas, y asisten a programas educacionales que casi nunca los contienen o los hacen sentir integrados. Si la escuela falla, los padres no tienen demasiadas opciones. "Cuando los padres que son ricos no están satisfechos con las escuelas de sus hijos, entonces los envían a escuelas privadas," dispara Huffman. "Cuando los padres de clase media no están satisfechos, entonces se cambian a otro vecindario. Pero cuando padres que son pobres no están satisfechos con la escuela de su vecindario, no tienen opciones".
Lo cierto es que las escuelas no están preparadas para contemplar las razones que tienen los estudiantes para terminar el colegio. Ernesto Nieto, del National Hispanic Institute (Instituto Nacional Hispano), asegura que no se trata de estudiantes vagos, que no tienen ganas de aprender o que no muestran interés. Los problemas son muchos y muy complejos, y las escuelas deberían adaptarse a ellos si quieren captar a más estudiantes.
"En la mayoría de los casos, la decisión de dejar la escuela no viene por falta de habilidad, desinterés o por vagancia", dice Nieto. "Por lo general, hablamos de jóvenes que también deben asumir otras responsabilidades, como cuidar de mayores de la familia porque sus padres trabajan todo el día, o trabajar para colaborar con la economía familiar porque sus papás tienen empleos temporales".
Mucha lectura y programas más flexibles
"Deben existir programas alternativos, como clases en la tarde o en la noche para aquellos que tienen que trabajar. Las escuelas secundarias deben ser más flexibles en este sentido, y deben motivar a los estudiantes y a sus padres para que acaben", afirma el doctor en educación Daniel A. Doménech, ex superintendente de escuelas en Nueva York y actual vicepresidente de la editorial educativa McGraw-Hill
Pero además de no poder seguir adelante porque trabajan y no tienen tiempo, los estudiantes latinos no se sienten integrados en un sistema que les da pocas actividades extraescolares con sus compañeros, en el que sólo se habla inglés y en el que los contenidos son difíciles de aprender porque están en ese idioma.
Los especialistas aseguran que es fundamental que los padres alienten a sus chicos para que lean en inglés, ya que en sus casas se suele hablar español. Libros de cuentos, novelas, revistas. Cualquier cosa en inglés aumenta el nivel de comprensión y facilita a los chicos el seguimiento de las clases. Es fundamental dejar de lado la televisión y los videojuegos y hacerse un tiempo para los textos.
Es que los hispanos muestran un alto índice de comprensión en los textos que leen, ya que los interpretan bien, los comprenden y pueden estudiarlos. Entonces ¿por qué no pueden diplomarse? Es que a la hora de analizar textos en inglés fallan: el Concilio Hispano para la Reforma y las Opciones Educativas dice que el 44 por ciento de los hispanos que viven en Estados Unidos son prácticamente analfabetos en inglés. Como las escuelas públicas no se detienen a enseñarlo y dan por supuesto que todos los alumnos lo hablan, los chicos terminan dándose por vencidos.
Daniel A. Doménech afirma que los cambios deben comenzar por el jardín de infantes. Un jardín con doble escolaridad, en el que se ponga especial énfasis en el aprendizaje del inglés, es de gran ayuda para que los estudiantes luego puedan seguir las clases.
El especialista asegura que la doble escolaridad es importante en todo el ciclo escolar: de esta forma, los chicos pueden aprender bien el idioma del país en el que viven. Pero también es fundamental que se sientan integrados y cuidados, y que la escuela provea programas educativos que les den salidas laborales concretas.
Siete consejos para acabar con la deserción
El Nacional Dropout Prevention Center Network (Centro Nacional para prevenir la deserción, NDPCN) implementa programas para terminar con la deserción. Pero según el Centro, las familias deben comprometerse más con la educación de los chicos: los padres tienen que hacerse un tiempo para preguntar qué están aprendiendo, inculcar entusiasmo y colaborar con las tareas.
Además de alentar a los padres a que participen, el NDPCN está intentando inculcar en las escuelas la flexibilidad, para que se contemplen situaciones especiales de alumnos que tienen menos tiempo o que no pueden asistir a los horarios en los que se suele impartir clase en las escuelas públicas. Además, intenta que las escuelas den una atención más individualizada y mayor número de programas extraescolares que integren a los adolescentes.
Pero mientras se implementan estos programas, los padres pueden tomar algunas medidas para no dejar que los chicos se queden fuera de la escuela. Los especialistas recomiendan:
• Involucrarse con la educación de los jóvenes: los padres no pueden desentenderse. Deben preguntar a sus chicos qué están estudiando, interesarse y hacerlos que se interesen por los temas que están viendo y hacerlos comprender que sin el diploma escolar el futuro laboral será muy difícil
• Estar atentos a la escuela: los padres tienen derecho a exigir que se integre a los chicos hispanos en la comunidad escolar, que se piense en programas extracurriculares para ellos, que se les enseñe con paciencia si el inglés les cuesta y que se les asigne un consejero escolar si tienen problemas. Es importante hacer valer los derechos
• Alentar a la lectura con el ejemplo: si la televisión está encendida todo el día y los padres no leen, es difícil que los chicos lo hagan. Hay que alentar a los jóvenes a que lean revistas, periódicos y libros en inglés. La lectura por sí misma aumenta la capacidad de comprensión y de aprendizaje.
• Si los adolescentes trabajan, avisar a la escuela. Los papás deben decir en la escuela que el chico trabaja y pedir atenciones especiales, como que no los dejen fuera por asistencia o que les tomen algunas evaluaciones en otros horarios. No hay que tener miedo de decir que el chico trabaja, aunque sea sin papeles de por medio, porque los educadores deben comprender la situación
• Estar atentos a los programas de becas. Existen muchos sitios en los que se ayuda a los hispanos para que completen sus estudios. Si la escuela pública falla, se puede contar el caso a uno de estos centros y pedir una beca para un centro privado en el que haya menos alumnos.
• Explicar claramente lo que significa el diploma: los padres no pueden ser indulgentes y dejar que el chico abandone. Le deben explicar claramente que la falta de diploma escolar los limitará de por vida para cualquier trabajo que no sea manual.
• Pedir ayuda: estos son algunos de los sitios a los que los padres pueden dirigirse para pedir ayuda:
Concilio Hispano para la Reforma y las Opciones Educativas: Teléfono gratuito: 1-877-888-2736.
I Have a Dream Foundation (Fundación
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