Determinantes De Comportamiento

DETERMINANTES DE COMPORTAMIENTO

La psicología es la ciencia que se encarga del estudio y análisis del comportamiento humano. Pero no existen leyes o reglas que determinen que conducta o comportamiento va adoptar un individuo en las situaciones que se le presenten. Esto se debe a que cada ser es único e irrepetible, y todos tenemos cosas que nos hacen similares o distinto, el ser humano no debe ser reducido a un simple objeto de estudio, pues él se encuentra en una dinámica de constante cambio. En el comportamiento hay factores que juegan un papel fundamental como el contexto en que se desenvuelve el individuo, la cultura, lo aprendido, el factor socio-económico, las experiencias; esto hace referencia a lo exterior, con respecto al interior encontramos: la percepción, la capacidad cognoscitiva, el enfoque que tenga de la realidad y del mundo etc.

La sociedad impone ciertos comportamientos, con el fin de poder vivir en comunidad, por ello juzga y sanciona comportamientos inadecuados donde se vea vulnerada o afectada la integridad de los otros individuos que conviven en ella. Así mismo valora, exalta y recompensa comportamiento que aportan y dignifican a la comunidad. Por ahora nos ocuparemos del ser humano, rodeado e individualizado por los límites de su piel, con un adentro y un afuera, asomándose a su interioridad y dejándose impactar por lo exterior.

¿RETORNO A LA MENTE Y EL CUERPO?

Si nos detenemos y pensamos que tanto podemos dominar nuestro cuerpo, analizaríamos que hay actos que están bajo el dominio de la voluntad con nuestra mente consiente como levantarnos, caminar, estudiar, trabajar, entre otras actividades, pero este tipo de actividades que nuestro cuerpo puede realizar porque la voluntad así lo desea, no escapa de lo involuntario, lo fisiológico, aquellos órganos de nuestro cuerpo que no están al dominio de la mente. El CEREBRO: Es la parte fundamental. En él se encuentra la CORTEZA CEREBRAL, lugar en el que interpretamos los estímulos externos y elaboramos las respuestas. Allí radica la consciencia y la voluntad. El cerebro hace parte del sistema nervioso central que en su mayoría escapa de nuestra voluntad, ejemplo: el bulbo raquídeo es el encargado de controlar el funcionamiento de nuestros órganos: el latido cardíaco, el ritmo respiratorio, la presión arterial, el estado de la digestión, etc. Cuando un individuo duerme sus órganos siguen trabajando, es involuntario, está fuera de su dominio, no puede ordenarle al corazón que deje de latir, o que deje de respirar o hacer digestión, todo esto escapa de la voluntad consciente del ser humano.

La conciencia

Con origen en el vocablo latino conscientĭa (“con conocimiento”), la conciencia es el acto psíquico mediante el cual una persona se percibe a sí misma en el mundo. Por otra parte, la conciencia es una propiedad del espíritu humano que permite reconocerse en los atributos esenciales.

Resulta difícil precisar qué es la conciencia, ya que no tiene un correlato físico. Se trata del conocimiento reflexivo de las cosas y de la actividad mental que sólo es accesible para el propio sujeto. Por eso, desde afuera, no pueden conocerse los detalles de lo consciente.

La etimología de la palabra indica que la conciencia incluye aquello que el sujeto conoce. En cambio, las cosas inconscientes son las que aparecen en otro nivel psíquico y que son involuntarias o incontrolables para el individuo.

Para la psicología, la conciencia es un estado cognitivo no-abstracto que permite que una persona interactúe e interprete con los estímulos externos que forman lo que conocemos como la realidad. Si una persona no tiene conciencia, se encuentra desconectada de la realidad y no percibe lo actuado.

La psicología distingue entre los niveles consciente (establece las prioridades), preconsciente (depende del objetivo a cumplir) e inconsciente (no se racionaliza). La estructura de la conciencia está dada por la relación que establecen estos tres niveles.

La conciencia es lo que nos hace diferentes de las demás especies, si bien la naturaleza nos ofrece el instinto, la conciencia va ligada a la razón, se enriquece y fortalece a medida que aprendemos, actuamos, experimentamos, creamos memoria y actuamos de acuerdo a la perspectiva que tenemos de la realidad y del entorno. Ahora el proceso de conciencia del individuo incluye su parte biológica y su entorno social, debido a esto la respuesta de un individuo ante determinada situación se debe a la percepción que tiene de la realidad y en esta percepción influye lo interno y lo externo.

La percepción

La información que obtenemos del mundo exterior la recibimos por medio de los sentidos. La percepción es un proceso nervioso superior que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno y de sí mismo. Los sentidos están conformados por células especificas (neurotransmisores) que reciben y llevan la información a receptores específicos que se encuentran en el cerebro.

El tacto

El sentido del tacto se halla principalmente en la piel, órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los distintos tipos de estímulos del exterior en información susceptible de ser interpretada por el cerebro. Por medio de la piel podemos percibir cambios en la temperatura y la presión además tiene un alto grado de sensibilidad, las caricias, lo abrazos, las demostraciones de afecto se perciben por medio de la piel. Debemos tener en cuenta que aunque principalmente el sentido del tacto se encuentra en la piel, también lo encontramos en las terminaciones nerviosas internas del organismo pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el dolor. Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos.

El olfato

Es el sentido encargado de detectar y procesar los distintos olores. Por medio de la nariz podemos percibir olores que nos pueden parecer agradables o no. Los olores aunque no nos demos cuenta o pasemos desapercibido nos acompaña siempre, el olor que emana la combustión, la comida, el parque, las flores, los arboles, la madera, las industrias en fin son muchos los olores que percibimos aunque no seamos concientes de ellos y solo llamen la atención aquellos que sean muy agradables o desagradable.

La visión

El sentido de la visión tiene que ver con la capacidad

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