EL TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO EN EL CINE
yaimuza19 de Enero de 2012
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Indice
I.- ¿Qué es el TOC? Concepto y características …………………. …...… 2
II.- Frecuencia y edad de inicio …………………………………………….. 6
III.- ¿Qué causa el TOC? ……………………………………………………. 7
IV.- Tratamiento del TOC …………………………………………………… 8
V.- El TOC y el cine ………………………………………………..……….. 11
- Mejor… Imposible ………………………………………..……….. 11
- El aviador .……………………………………………....…………..15
- Retratos de una obsesión …………………………..…………… 17
- Otras ……………………………………………………..…...…… 19
- No sólo en el celuloide ……………………………………...…… 20
VI.- Conclusión ………………………………….……………..……...……..21
VII.- Bibliografía ……………………………………………..………………21
I.- ¿QUÉ ES EL TOC? BREVE ACERCAMIENTO A SU CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS.
El trastorno obsesivo compulsivo está inserto dentro de los trastornos de ansiedad.
Según el diccionario, “obsesión” proviene del latín “obsessioonnis”, y la define como “idea, preocupación o deseo que alguien no puede apartar de la mente”. En el lenguaje coloquial, el término “obsesión” es utilizado frecuentemente, se dice “estoy obsesionado con algo o tengo una idea que me obsesiona”. Si lo pensamos un momento, todos tenemos obsesiones, y si éstas se mantienes dentro de unos límites, se consideran normales. El problema surge cuando tales obsesiones no permiten a la persona llevar una vida normal, sumado al sufrimiento que le producen. Es en este caso cuando se consideran patológicas.
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) se define como la presencia de obsesiones y/o compulsiones repetidas y suficientemente graves para causar un malestar intenso e interferir en la vida cotidiana de la persona, es decir, en su entorno laboral, en sus relaciones y actividades sociales y en su rutina personal.
Las obsesiones son ideas o impulsos no deseados que surgen repetidamente en la mente de la persona con TOC. Son comunes los temores persistentes de que puede ocurrirle algún mal a la propia persona o a un ser querido, una preocupación sin razón de contaminarse o una necesidad excesiva de hacer cosas correctamente o perfectamente. Una y otra vez el individuo siente un pensamiento inquietante, tal como: “mis manos deben estar contaminadas, me las debo lavar” o “si no toco 5 veces el marco de la puerta al salir de casa puedo causarle algún mal a mi hijo”. A veces las obsesiones son de naturaleza violenta o sexual o están relacionados a enfermedad. Estos pensamientos son intrusos y desagradables y producen un alto nivel de ansiedad.
Las compulsiones son conductas repetitivas a las que recurren las personas a raíz de las obsesiones. Las más comunes son el lavado y el verificado. Otras conductas compulsivas incluyen contar, repetir, guardar y arreglar objetos infinitamente de manera que estén en precisa alineación unos con otros. También son comunes repetir frases, hacer listas y verificarlas constantemente. A modo esquemático podríamos distinguir los 8 tipos más comunes de compulsiones:
- Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones, lo que les lleva a lavarse compulsivamente (normalmente las manos) hasta el punto de hacerse daño.
- Verificadores: éstos inspecciones de manera excesiva todo su entorno (casa, coche, despacho…) con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe.
- Repetidores: son aquellos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas (tales como cerrar la puerta con llave x número de veces, o hacer lo mismo encendiendo y apagando las luces…).
- Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
- Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes de los que no pueden desprenderse.
- Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos e imágenes repetitivas, llamadas compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones.
- Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino “rumiaciones mentales”.
- Sexuales: consiste en pensamientos sexuales recurrentes, que incluyen sobre todo un temor exagerado a ser homosexual.
Estas conductas son destinadas a defender a la persona con TOC o a otros contra un daño o las realiza con el objeto de sentir un alivio en su estado de ansiedad, pero en todos los casos este alivio sólo es temporal.
Las personas con TOC tienen algún grado de percepción acerca de la falta de sentido de sus obsesiones. A menudo, especialmente cuando no están teniendo una obsesión, pueden reconocer que sus obsesiones y compulsiones no son realistas. De hecho, el TOC era llamado antiguamente “locura razonante” porque los enfermos se daban cuenta de lo que les pasaba, pero no podían evitarlo. A diferencia del psicótico, que está enajenado de la realidad, el obsesivo-compulsivo, normalmente, sabe lo que le pasa, se siente ridículo y hasta humillado por lo que le sucede, hasta tal punto que, en muchos casos, a sus síntomas se les suma la fobia social, es decir, el miedo a relacionarse con los demás.
Pero esto no ocurre siempre, es posible que la persona con TOC pueda sentirse un tanto insegura acerca de sus temores o creer profundamente en su validez.
Muchas personas con TOC luchan por desterrar sus pensamientos no deseados y compulsiones. De hecho, muchos pueden mantener sus síntomas obsesivo-compulsivos bajo control durante las horas de trabajo y escuela. Pero la resistencia puede debilitarse con el paso del tiempo y, cuando esto ocurre, el TOC puede volverse tan severo que los rituales que llevan tiempo afincados en la conducta del enfermo pueden tomar posesión de su vida, lo que le impedirá continuar con el desempeño de sus actividades laborales.
II.- FRECUENCIA Y EDAD DE INICIO.
Hace algunas décadas se pensaba que el TOC era un trastorno infrecuente, pero en los últimos años se ha producido un aumento progresivo de la frecuencia de su diagnóstico y, en la actualidad, se aceptan cifras del 1 al 3% para la población general a lo largo de la vida. Dado que los pacientes con TOC suelen ser muy reservados en relación con sus síntomas y que esperan una media de 7,5 años antes de acudir a la consulta psiquiátrica en busca de ayuda, se supone que la prevalencia real debe ser mucho mayor a la que anteriormente se consideraba.
El TOC afecta por igual a hombres y a mujeres. Sin embargo, en niños se ha encontrado un predominio importante de varones, de lo cual se deduce que la edad de inicio del trastorno sería más precoz para los niños que para las niñas.
El TOC puede iniciarse en cualquier momento, desde la edad preescolar hasta la edad adulta. Sin embargo, estudios recientes han detectado que el 80% de los adultos con TOC identificaron el inicio de los síntomas antes de los 18 años de edad. Desafortunadamente, con frecuencia no se reconoce la enfermedad. Como promedio, las personas con TOC visitan 3 o 4 médicos y pasan más de 9 años buscando tratamientos antes de recibir un diagnóstico correcto.
Los estudios realizados han observado también que como promedio pasan 17 años desde el inicio del TOC hasta que se obtiene el tratamiento adecuado y ello es así, porque las personas que padecen este trastorno pueden guardar secretamente sus síntomas o tener dificultad en identificar sus síntomas como tales.
III.- ¿QUÉ CAUSA EL TOC?
La antigua creencia de que el TOC era el resultado de experiencias personales ha sido debilitada ante la evidencia creciente de que el factor biológico es un colaborador primario al trastorno. El hecho de que los pacientes con TOC responden bien a medicamentos específicos que afectan el neurotransmisor serotonina sugiere que el trastorno tiene una base neurológica. Por esa razón, el TOC ya no es atribuido sólo a actitudes que un paciente puede haber aprendido durante la niñez, como, por ejemplo, un énfasis inusitado en la limpieza, o una creencia de que ciertos pensamientos son peligrosos o inaceptables. En su lugar, la búsqueda de causas ahora está enfocada en la interacción de factores neurobiológicos e influencias ambientales, así como en procesos cognitivos.
A veces el TOC está acompañado con depresión, problemas de comer, abuso de droga, trastorno de personalidad, trastorno de déficit de atención, u otros de los trastornos de ansiedad. Trastornos coexistentes pueden hacer que el TOC sea más difícil de diagnosticar así como de tratar.
Los síntomas de TOC se ven en conjunto con algunos otros trastornos neurológicos. Hay
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