ENSAYO: PSICOLOGÍA DEL MEXICANO EN EL TRABAJO

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MAESTRIA EN ADMINISTRACION DE NEGOCIOS

Profesor: Carmen Rodríguez Martínez

Alumno: Heriberto Araujo Mendoza

Universidad Insurgentes Plantel Vía Morelos

Material: promoción y creación de negocios

Ensayo: Psicología del Mexicano en el Trabajo

Grupo: AN171

ENSAYO: PSICOLOGÍA DEL MEXICANO EN EL TRABAJO

Por: HERIBERTO ARAUJO MENDOZA

        De acuerdo a estudios realizados por el Psicólogo Gordon Willard Allport, la personalidad se caracteriza por patrones de percepción, reacción y relación que son relativamente fijos y socialmente desadaptados. Para saber las tendencias en trastornos de personalidad es importante valorar las causas por las cuales nos  enfrentamos a dichos cambios con pequeñas directrices, nada demasiado concreto; sólo orientativo al por qué el comportamiento del mexicano en el trabajo.

        En el presente ensayo se hará una reflexión sobre el comportamiento de nosotros como sociedad en los diferentes ambientes, que a su vez repercuten en el ámbito laboral, también se verá la importancia que tiene el incorporar un análisis personal para recuperar valores, sociales, culturales y laborales que se han ido perdiendo.

        Antes que nada es importante el saber que somos un país que geográficamente estamos magníficamente ubicados, contamos con las 29 reservas naturales esenciales las cuales no son optimizadas de manera correcta por una simple cuestión de actitud para ello debemos reanalizar la problemática de cómo se fue cimentando la cultura de nuestro país, desafortunadamente esta se va dando de acuerdo al medio en el que nos desenvolvemos perdiendo valores fundamentales.

        La idiosincrasia y la falta de identidad son los motivos principales por los cuales se tienen las limitantes si nos remontamos a tiempos donde la multiplicidad de tribus peleando entre ellos y venerando a una gran diversidad de dioses, pasando por la colonización trayendo consigo  el mestizaje y sin olvidar nuestra actualidad donde buscamos emular sistemas de otros países, es indudable que en estos 3 pasajes nos percibimos como una sociedad sumisa.

Padecemos  de un mimetismo social o crisis de identidad general donde buscamos a través de apariencias, actos y comportamiento no estar a disposición de alguien más, manteniéndonos a la expectativa de ser agredidos generando comportamientos tales como búsqueda de la aceptación, auto idealismo, desconfiados y religiosos teniendo fe sobre algo divido, desgraciadamente somos un país que se preocupa más festejar cualquier vanidad sin tener compromiso alguno con la sociedad, solo preocupándose por los intereses individuales. Seguimos aferrados a la deletérea creencia de que somos incapaces de resolver nuestros propios problemas donde aguantamos resignados como si no hubiera una historia solo un destino padeciendo de un  poder creativo.

        Somos una sociedad elitista donde anteponemos la etiqueta de los nombres o puestos que el valor moral y civil con el que contamos cada uno de nosotros, de alguna manera nuestro comportamiento tiene mucho sentido, ya que contamos  con miedos arraigados, lo que nos mantiene en una batalla constante con nuestro pasado, presente y futuro, siendo un  tanto injustos con las personas que salen del prototipo lo cual nos genera un problema, tal pareciera que el querer cambiar la forma de pensar nos hace diferentes, genera molestia y nos dedicamos a ponerle trabas para que no pueda sobresalir siempre justificando nuestras acciones tal pareciera que ser víctima es la forma de vida idónea. Vivimos con una “democracia” risible donde el dedazo esta mas que dado y seguimos conformes con el sistema lo cual nos vuelve a mostrar desunidos  lo vulnerables que somos.

        Socialmente sigue predominando el machismo aún con la lucha constante de la equidad de géneros se siguen patrones de conducta trasmitimos a las nuevas generaciones, desafortunadamente sigue habiendo un gran índice de mujeres abnegadas, sumisas y sometidas que no permiten que se de ese gran cambio de igualdad. Pero cómo pedir igual si vivimos en el país donde el rico se vuelve más rico y el pobre más pobre, este es un ejemplo más de las limitantes que nos ponemos como sociedad, al vivir en desgracia constante solo dejamos de lado el individualismo que nos caracteriza cuando visualizamos una desgracia aun mayor pero esta conjunción se desvanece pronto no es algo profundo y duradero.

        Todos estos malos hábitos culturales de trasladan al ámbito laboral donde desde la conquista española ya se tenía un sistema precursor de la grilla y el compadrazgo, corrupción administrativa y  la creencia religiosa que interpretaba al trabajo como castigo de dios. Se visualizaba una sociedad de privilegios y no de meritos dando así inicio la mala cultura del:

 “Queda Bien “, llevando consigo el individualismo, auto devaluación y la dependencia en la búsqueda de conquistar poder y estatus a través del influyentismo.

“Conformismo”  que vemos el trabajo solo como un medio de sobrevivencia.

“Sindicalismo “los cuales están generando conformidad total con las personas por el simple hecho de  sentirse cobijadas, con esto no digo que el sindicalismo sea malo solo que debería tener una mejor canalización y pelear realmente por los derechos perdidos de la gente pero a su vez hacer conciencia al trabajador que para pelar dichos derechos necesitamos cumplir las obligaciones.

 “La desunión “nos pasa frecuentemente se nos complica el trabajar en conjunto, por experiencias pasadas en los cuales abusaron de nuestra actitud servicial nos crea desconfianza y actuamos con cautela.

 “Falta de liderazgo”  este tema es muy común nos cuesta trabajo atrevernos a cargar con la responsabilidad principal cuestionándonos hasta que punto contaremos con la colaboración  del equipo de trabajo.

     Llevándonos a una realidad en donde las expectativas de obtener logros, reconocimientos y autoestima son escasas, el sentimiento de inferioridad hacen suponer que difícilmente podremos lograr algo grande y menos solo, ahí es donde acrecienta el problema ya que todos sabemos existe desconfianza hacia los demás, por lo tanto  se decide no arriesgarse.

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