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ENURESIS Y ECOPRESIS


Enviado por   •  9 de Julio de 2014  •  5.914 Palabras (24 Páginas)  •  731 Visitas

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TRASTORNOS DE LA ELIMINACION

LA ENURESIS Y ECOPRESIS

Los trastornos de la eliminación, se caracterizan por la emisión de orina o heces en lugares inapropiados, ya sea voluntaria o involuntariamente.

El esfínter es un músculo con que se abre y se cierra el orificio de una cavidad del cuerpo, como la vejiga o el ano, para dar salida o retener los desechos orgánicos. Cuando existe una disfunción en éste músculo hablamos de un problema de control de esfínteres. Existen cuadros en que las personas que en algún momento podían controlar esfínteres dejan de hacerlo.

Si la persona es mayor de 4 o 5 años, con un desarrollo evolutivo que le permite controlar esfínteres, y no se detecta una causa orgánica que justifique el descontrol, su puede sospechar de un trastorno fecal (encopresis) o urinario (enuresis).

Las causas de los trastornos de la eliminación pueden ser orgánicas, psicológicas o ambas.

1. ENCOPRESIS

La encopresis es una de las alteraciones donde se aprecia mejor el equilibrio entre lo psíquico y lo fisiológico, sin olvidar lo orgánico, por lo que en muchas ocasiones se precisa para su intervención un equipo multidisciplinar.

En general el término encopresis se utiliza para designar una pauta de defecación inadecuada, consistente en que el niño evacua su intestino en lugares socialmente inapropiados (déficit en el control de la evacuación intestinal) cuando ya tiene una edad suficiente para defecar en el sitio correcto y no padece ninguna enfermedad orgánica que pueda explicarlo.

Encontramos ciertas discrepancias entre la definición de este término en diferentes autores en relación a la edad de comienzo, el carácter voluntario o involuntario de la defecación. A pesar de estas discrepancias se observan ciertos puntos de consenso: descartar la presencia de factores orgánicos como causa primaria del trastorno y el carácter involuntario del problema.

En concreto, el DSM-IV-TR define encopresis como un trastorno de eliminación, cuya característica esencial consiste en la evacuación repetida de heces en lugares inadecuados (por ejemplo, ropa o suelo) cuando el niño ha superado los 4 años de edad o un nivel de desarrollo equivalente y su frecuencia ha de ser de un episodio al mes como mínimo durante un período continuado de 3 meses. Como criterio de exclusión, se establece que la incontinencia no debe ser consecuencia de una enfermedad médica (diarrea crónica), ni ocasionada por la ingestión de alguna sustancia (laxantes).

La prevalencia de la encopresis no es muy elevada, las publicaciones indican que oscila entre el 1,5 y el 5,7% (Levine, 1975) con mayor proporción de varones (2,3%) que en mujeres (0,7%). Las fluctuaciones observadas pueden atribuirse a la discrepancia en la definición de encopresis, a la edad y a la extracción de muestras.

TIPOS:

Las diferentes clases se han organizado en función del inicio o curso del problema, adecuación del entrenamiento recibido en la infancia y la presencia o ausencia de estreñimiento. Las más comunes son:

• Encopresis primaria (continua) y secundaria (discontinua): En el primer caso el niño no ha mostrado un control intestinal adecuado desde que nació y en el segundo caso la encopresis viene precedida por un periodo de continencia de al menos un año. Estos términos fueron popularizados por Anthony (1957), autor que también mencionó que los niños con encopresis secundaria eran niños sobreprotegidos, inhibidos emocionalmente, con rasgos obsesivos, fuertes sentimientos de vergüenza, culpa o ansiedad. En cambio sugería que los niños con encopresis primaria eran niños desatendidos, regresivos, desinhibidos emocionalmente, sin sentimientos de vergüenza por la encopresis y procedentes generalmente de clases sociales menos favorecidas.

• Encopresis retentiva y no retentiva: La primera, se caracteriza por un ciclo de varios días de retención, una expulsión dolorosa y otro periodo de retención. A largo plazo, la retención rectal crónica ocasiona que la pared rectal se distienda y se desensibilice frente a la presión, con pérdida de la sensación de la necesidad de defecar y la aparición de un megacolon psicógeno. Las heces se acumulan e impactan y, finalmente, se defeca por rebosamiento. En este caso, el ensuciamiento se encuentra determinado en gran parte por alteraciones fisiológicas que provocan estreñimiento (tránsito intestinal más lento, dilatación del recto, pérdida de tono muscular y distensión rectal). En la segunda, no existe evidencia de estreñimiento, por lo que puede deberse a un entrenamiento inadecuado, a una reacción fisiológica ante el estrés ambiental o una forma de evidenciar conductas de oposición ante las normas establecidas. Entre el 80 % y el 90 % (Loening-Baucke, 1993) de los niños encopréticos padecen encopresis retentiva. Muchos de estos niños suelen defecar a diario, pero la evacuación es incompleta y suele manifestarse con dolores abdominales recurrentes.

• Encopresis con estreñimiento e incontinencia por rebosamiento y encopresis sin estreñimiento ni incontinencia por rebosamiento: Son las clasificaciones que realiza el DSM-IV (APA, 1994). En el segundo caso, los episodios de incontinencia son más irregulares y en los dos tipos pueden ser de origen primario o secundario.

Etiopatogenia

La encopresis es de causa funcional pero una serie de factores ambientales pueden estar presentes y promover el desarrollo de la misma así como su perpetuación.

Estreñimiento y encopresis

El organismo tiene mecanismos de control para evitar la salida involuntaria de gases, heces y orina. De forma inconsciente desde el nacimiento hay una regulación de la defecación. Aproximadamente a los 2 años y medio se puede alcanzar el control voluntario de la defecación.

La continencia fecal es la capacidad del organismo para saber el momento en que está llena la ampolla rectal y para retener el contenido de la misma hasta que sea conveniente su expulsión. Las estructuras principales que gobiernan la continencia y la defecación son: el esfínter anal externo, el músculo puborrectal, el esfínter anal interno y el recto. El bolo fecal puede ser detenido de forma voluntaria, evitándose que salgan las heces, mediante la contracción del esfínter externo y del músculo puborrectal. En la expulsión de las heces hay que distinguir las siguientes etapas:

1) mediante acciones voluntarias se provoca un aumento de la presión intraabdominal: la glotis se cierra y el diafragma queda fijo,

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