Ejercicio FOL. El síndrome de burnout

Joana Maria Sastre Alemany

Administración y Fiananzas

Nos encontramos ante un artículo que trata, en temas generales, sobre el síndrome del burnout.

El síndrome de burnout fue definido, por primera vez, en 1969. En 1974 Freudenberger popularizó más este síndrome y, más tarde en 1986, unas psicólogas norteamericanas lo definieron como ‘’ un síndrome de cansancio emocional, despersonalización, y una mayor realización personal que se da en aquellos individuos que trabajan en contacto con cliente y usuarios “. 

Por tanto, este síndrome sería la respuesta extrema al estrés crónico en el contexto laboral y tendría repercusiones de índole individual, pero también podría afectar a aspectos organizacionales y sociales. Desde mediados de siglo XX los investigadores se han interesado mucho por este síndrome. Actualmente existe cierto consenso sobre sus causas y consecuencias.

Irritabilidad, agotamiento emocional, ansiedad o estrés constante son algunos de los síntomas de este síndrome.

Ahora ha sido incluido por la Organización Mundial de la Salud en su lista de Clasificación Internacional de Enfermedades, que se contemplará como enfermedad laboral a partir del 1 de enero de 2022. Esto fue decidido por todos los Estados miembros de la OMS y se denomina QD85.

Actualmente, con la desgraciada situación que esta afectando a todo el mundo, el “burnout” toma peso en la lista de dolencias de la OMS. Este síndrome esta floreciendo más que nunca entre los sanitarios. Centrándonos en España, el desgaste profesional de todos nuestros médicos por la situación y el estrés que viven cada día se puede deber a una mala organización de las tareas por parte de la empresa o incluso puede surgir este síndrome a través de la propia autoexigencia. Probablemente este síndrome del burnout no ha sido el protagonista hasta el día de hoy. Y, seguramente, una vez superemos la pandemia quedarán muchas consecuencias que podremos ligarlas a este síndrome. Aquí en España y en el resto del mundo.

En España, no es una enfermedad profesional, pero existen sentencias que lo reconocen como accidente de trabajo. Según José Navarro “ Queda pendiente el tema legislativo. En España hay que modificar la legislación y que se incorpore dentro de las enfermedades profesionales…”.

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