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El Consumismo En Los Adolescentes


Enviado por   •  18 de Julio de 2015  •  2.772 Palabras (12 Páginas)  •  534 Visitas

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El Consumismo

El consumismo es la acumulación, compra o consumo de bienes y servicios considerados no esenciales. Y en los jóvenes de hoy en dia el consumismo esta mas que presente, dentro del ámbito tecnológico, en la ropa y en la alimentación.

Gracias a la internet los jóvenes están más informados y tienen una via más fácil de acceder a la información, pero también son más vulnerables a las publicidades de distintas empresas que intentan ofrecer un producto para reemplazar a otro producto que sigue funcionando pero que según la empresa el nuevo producto tiene distintas características. Esto se puede ver en los teléfonos celulares, cada seis meses una multinacional pone a la venta un nuevo celular con características distintas a otro celular, pero si vemos bien, las características de un celular a otro son muy pequeñas. Esto no solo ocurre con los celulares, también con otros productos, una experiencia propia ocurrio cuando me compre una guitarra eléctrica( recién puesta a la venta) y la use por un año, pero al pasar ese año, salio a la venta otra guitarra de la misma marca y el mismo modelo pero con unas características que le agregaron que decían que el modelo anterior no tenia; y yo me la compre.

Pero al no comprarla me sentía que no pertenecía al círculo sociable de la gente que poseía esa guitarra (o cualquier producto). Veía a guitarristas profesionales usar esa guitarra en conciertos y cada vez tenía más la necesidad de comprarla. Y cuando finalmente la compre me sentí incluido en ese ámbito de poseer el último modelo de la guitarra.

"Consumir más es el camino a la inclusión"- Zygmunt Bauman

“Cada vez más tendemos a pensarnos, a apreciarnos o degradarnos sobre la base del patrón de los productos del mercado. Ir de compras y consumir significa, hoy en día, invertir individualmente en la propia membresía social. El consumo es inversión en la autoestima individual.”- Zygmunt Bauman

Otro tema muy importante con respecto al consumismo en los jóvenes es la alimentación. Las multinacionales tales como McDonalds, Burger King, Wendys, etc… , cada vez presentan mas publicidades para invitar a los jóvenes a comer en sus establecimientos.Tienen precios muy bajos para que mas personas vayan a comer ahí. Y los jóvenes asisten a estos lugares sin darse cuenta del daño que esta comida chatarra produce en ellos. Según un estudio de Tabula V, empresa de estudios sociológicos para Mc Donalds, el 54% de los jóvenes entre 18 y 26 años acude habitualmente a establecimientos de comida rápida. De hecho, se asegura en el trabajo, que seis de cada diez estudiantes han estado en alguno de estos lugares

La Psicología y la Sociedad de consumo

Reflexionar acerca de los consumos es un tanto más complejo de lo que suele parecer. Dice Michel de Certeau (1999): “las prácticas del consumo son los fantasmas de la sociedad que lleva su nombre. Como los espíritus de antaño, constituyen el principio multiforme y oculto de la actividad productora”. Cuando no todo es irracionalidad en las prácticas de consumo, cuando hay una variedad de factores que intervienen en las mismas, es necesario prestar atención a los procesos socioculturales que dan lugar a la apropiación y a los usos de aquello que se consume.

Conocemos entonces la existencia de unos poderes hegemónicos, de unos grupos que se apropian de la producción y estratégicamente generan unos tipos de necesidades tendientes a ser satisfechas mediante la adquisición de bienes materiales y simbólicos; pero para conocer los modos en que se consume lo que se consume y los principios de la actividad productora resulta de gran ayuda revisar algunas de las características de estas sociedades. Siguiendo a Zygmunt Bauman, asistimos a un desplazamiento de unas sociedades de productores a otras de consumidores, al tiempo que la distancia que separa la una de la otra es cada vez más amplia con lo que nos encontramos ante una redefinición de los límites espacio-temporales, de los adentros y los afueras en estas sociedades consumistas y no consumistas.

Valiéndose de la herramienta de los “tipos ideales” el autor que nos ocupa da cuenta de una sociedad capitalista, donde los deseos de estabilidad, seguridad, acumulación

de capital, estima y comfort se constituyen como motivaciones y de poseer ciertos bienes de consumo. De manera que los productos generados en el marco de estas sociedades deben responder a las exigencias de unos consumidores que valoran la solidez y la duración en el tiempo de los mismos. En esta sociedad, se enuncia la importancia del libre mercado, y la posibilidad de oportunidades para todos sus habitantes, está permitido volver a intentar aquello que pueda llegar a salir mal, con esfuerzo nada resulta inalcanzable en esta era en la que la ficción se postula como una promesa en lo real. De tal forma, ello suena muy tentador: pertenecer a dicha sociedad que dice levantar la bandera de la libertad y luchar por su estandarte ante el surgimiento de cualquier tipo de sucesos que trate de amenazarla. Así, con unas reglas del juego puestas por el mercado, a favor de la libertad de elección, de la producción constante y diversificada que deben cumplir con el gran objetivo de satisfacer los deseos de los consumidores, y de mostrarles ante cada compra cuán libres y seguros pueden sentirse en un mundo como éste.

Ubicadas en el otro lado, las sociedades post-capitalistas dan lugar a la emergencia de un fenómeno que Bauman no duda en denominar “consumismo líquido”. Aquí la estabilidad y la seguridad del comfort y del acomodamiento social son fortificaciones que pierden sus encantos. Si en medio de una sociedad de productores los bienes perseguían el fin de satisfacer deseos; en una sociedad de consumidores los deseos irrumpen con mayores fuerzas que en la etapa antes mencionada; y esta vez la felicidad lejos de ser asociada a la gratificación de los mismos, se halla vinculada a las lógicas de lo que dura poco y de lo desechable. Más deseos pueden acarrear consigo más felicidad, pero para ello hay que dejar ir los viejos productos para adquirir los nuevos, que pronto se vuelven prescindibles dando lugar a otros nuevos deseos, nuevas necesidades y, por lo tanto, nuevos productos.

En sintonía con las consecuencias de las políticas neoliberales, las heridas de las derrotas en el plano político y de la razón no se sanan fácilmente, ya que aparecen presentes ante cada producto de una economía de las emociones que apela a la capacidad de desear de los adolescentes de hoy en día que permiten que el consumo se convierta en el aspecto central

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