ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El Consumismo Y Los Niños, Adolescentes Y jóvenes, Relación A Tener En Cuenta


Enviado por   •  6 de Junio de 2014  •  3.498 Palabras (14 Páginas)  •  425 Visitas

Página 1 de 14

El consumismo y los niños, adolescentes y jóvenes, relación a tener en cuenta

por los educadores

1. Resumen

2. Introducción

3. Desarrollo

4. Acciones educativas que pueden los docentes generar para formar en los niños, adolescentes y jóvenes una cultura de consumo racional

5. Conclusión

6. Bibliografía

Resumen

El Sistema Educacional Cubano tiene como objetivo primordial, la formación de una cultura general en los niños, adolescentes y jóvenes de manera que puedan desempeñar con éxitos en sus futuras esferas de actuación profesional y social.

Por otro lado el apetito desenfrenado hacia el consumo de vienes materiales o servicios que invade a la sociedad actual con el nombre de “consumismo” no solo afecta el desarrollo de la personalidad de manera particular, ni tampoco solo a personas con elevado poder adquisitivo, sino que arrastra hacia la insostenibilidad a muchas familias los encierra en una especie de ciclo vicioso que no termina nunca, siempre está comenzando otra vez.

El presente trabajo aborda la problemática del consumismo desde la arista pedagógica al corroborar la existencia de un interesante problema:

¿Cómo contribuir a formar en los niños, adolescentes y jóvenes una cultura de consumo racional, de manera que mejoren su calidad de vida?

Con el material se propone preparar a los docentes para formar en los niños, adolescentes y jóvenes una cultura de consumo racional, de manera que mejoren su calidad de vida. Para ello se ofrecen un grupo de acciones que los docentes pueden utilizar para contrarrestar esta problemática del consumismo y formar en los estudiantes una cultura de consumo racional.

Introducción

El apetito desenfrenado hacia el consumo de vienes materiales o servicios que invade a la sociedad actual con el nombre de “consumismo” no solo afecta a personas de manera particular, ni tampoco solo a personas con poder adquisitivo, sino que arrastra hacia la insostenibilidad a muchas familias.

La educación formal desempeña un papel importante en este sentido, puesto que a esta se le atribuyen entre otras funciones; la de crear la cualidades positivas para lograr un desarrollo integral, multifacético de la personalidad y su preparación para la vida.

Aunque la escuela es considerada como una institución específicamente preparada para desarrollar una cultura general integral de las nuevas generaciones, no es la única influencia de magnitud a tener en cuenta que interviene en dicho proceso, la familia, los grupos sociales, los medios de comunicación son otras instancias ejercen influencias importantes y decisivas en el desarrollo de este proceso.

Para el logro de tal aspiración, todos los esfuerzos de los maestros y profesores, la familia, las organizaciones políticas y de masas, las instituciones sociales, los medios masivos de difusión deben estar dirigidos al logro de una personalidad adecuada en nuestros adolescentes y jóvenes, cuyas manifestaciones se concreten en su actividad social, en la participación activa creadora en el trabajo, en la preparación activa en la vida del colectivo, en la formación de valores que reflejen madurez y objetividad ante las diferentes situaciones planteadas, en una conducta de consumo racional y en general que desarrollen una cultura general integral que los prepare para la vida.

A pesar de que tal aspiración constituye el fin del conjunto de objetivos priorizados de nuestro sistema educacional, la escuela como institución representativa, ha demostrado no estar suficientemente preparada para ajustarse a esta problemática que invade a una importante cantidad de nuestros jóvenes y adolescentes y los encierra en una especie de ciclo que no termina nunca, siempre esta comenzando otra vez.

Pareciera que para estos jóvenes y adolescentes ya no es prioridad buscar ser sino tener, es decir, de manera que para ellos es más importante tener que ser. Esta problemática que día a día parece ir en crecimiento y está determinada a su vez por varios factores tales como el modelo social y económico, el ambiente familiar, las relaciones interpersonales, tiene una elevada repercusión social, puesto que afecta el desarrollo de valores fundamentales como la solidaridad, la austeridad, la sencillez, el respeto a la diferencia, la tolerancia, el autodominio entre otros.

Por otro lado, es fácil observar como se pone de manifiesto por un numeroso grupo de familias, una mayor precaución por la forma de vestir de sus hijos, por la posibilidad de ofrecer un buen juguete u otros objetos de modas, que ante la educación que se les brinda.

Esta problemática ha sido ampliamente tratada por diferentes investigadores desde diversos campos, estos han abordado el fenómeno del consumismo, especialmente desde la psicología, la economía, la sociología, la pedagogía.

Los autores más significativos de esta temática son J. L. Castillejo, A. J. Colom, P. Mª Alonso Pérez-Geta, T. Rodríguez Neira, J. Sarramona, J. M. Touriñán y G. Vázquez, Querol Palau. M, Bonil Gargallo, Pujol vilallonga.R, María José Díaz. Aguado.

En Cuba no ha sido muy investigada esta problemática.

Esta situación pasa desapercibida por la familia sin preparación para educar a sus hijos y se asocia a la idea de la obtención de la satisfacción personal e incluso de la felicidad personal, esta realidad se ha convirtiendo en una obsesión de muchas personas en nuestro entorno y está impactando de manera nociva en la educación de los niños y en el ambiente familiar.

La familia constituye la célula fundamental para el funcionamiento exitoso de la sociedad, no es posible que una sociedad funcione con coherencia y tenga éxitos, si la familia como institución no cumple sus funciones.

La sociedad aspira a que las personas consuman los productos y los servicios de una manera racional, en dependencia de sus necesidades reales, sin embargo en la actualidad esta aspiración es una utopía, la realidad en este sentido es el incremento del consumismo traducido en caprichos desproporcionados por la adquisición de productos, artículos, prendas de vestir, equipos electrodomésticos y otros, que a la larga lo que provocan es aumentar la baja autoestima, el sentimiento de dependencia material y provocan que la sociedad adopte un ritmo insostenible, afectando de manera considerable el medio ambiente y por ende la calidad de vida de los ciudadanos.

De la contradicción anteriormente planteada, se desprende un interesante problema a tratar en este estudio. ¿Cómo contribuir a formar en los niños, adolescentes y jóvenes una cultura de consumo racional, de manera que mejoren

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21 Kb)  
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com