El Poder Del Perdon

EL PODER DEL PERDON.

“Reconciliarnos con quienes nos han lastimado y con nosotros mismos es una puerta hacia la paz interior” frase con la que da inicio el articulo la escritora Ágata Skely. En el cual nos plantea, que en el momento que le es sugerido el tema para el artículo del poder del perdón, su primer pensamiento fue realizar un artículo sobre “el valor de la venganza” lo que capturo mi atención para poder realizar esta reflexión. Lo que me lleva a pensar por que este pensamiento de la autora, ¿qué valores practica como ser humano?

Conforme avanzaba mi lectura del artículo, me di cuenta que el acto del “perdón” así como esta en la lectura es uno de los más difíciles de experimentar, en gran parte por que existe un prejuicio acerca del perdón, tiene que ver con “los valores de la personalidad” de cada individuo.

Es necesario definir “Que es el valor” para poder entender con claridad la relación entre el perdón y el valor y existen múltiples respuestas, el significado dependerá de a quien le preguntes, pero existen enfoques como:

El Enfoque Metafísico o Filosofía, que se pregunta por la misma esencia de “todo lo que es, por el hecho de ser, es valioso”, en otras palabras se refiere que el valor de las criaturas dependerá del grado de semejanza con el ser pleno.

El Enfoque Antropológico, dice que el hombre es “un varón de deseos” que va en la búsqueda de los valores que perfeccionan su naturaleza y que en cierto modo es inacabada, así como el hombre posee una conciencia cognitiva que le da al valor una lógica para justificar los actos.

El enfoque ético, será valioso, lo que se acerque a la consecución de su fin; y lo que lo aparte, lo aleje o frustre sus intentos por alcanzarlos, no recibirá el calificativo de valioso. Toda virtud es un valor pero no un todo valor es una virtud.

El perdón genuino en muchas de las ocasiones, no se llega dar por la influencia de estos enfoques ya que según la personalidad y los valores y los antivalores de cada ser, será la perspectiva, hacia este don del perdón , ya que como factor común en la sociedad no perdonamos a nadie y se tiende a guardar la herida en el alma, y como algo valioso, guardado en un recoveco de nuestro corazón.

El ser humano tiene esa extraordinario capacidad de recordar los enojos del pasado como si fuera una película que proyectara este episodio imperdonable, convirtiéndolo en venenos profundos del alma, a esto le llamamos rencor.

El artículo menciona una pregunta de vital importancia ¿Por qué motivos valdría la pena perdonar?

¿Pero que es el perdón?

Fred Luskin, consejero y psicólogo, en su guía “Perdonar es sanar “ aclara que el perdón no es aceptar la crueldad , olvidar que algo doloroso ha sucedido, ni excusar el mal comportamiento, ni una reconciliación con ese alguien que nos hizo daño.

El perdón es una cuestión personal, reconociendo que el pasado ya paso, y que no debemos desperdiciar energía por vivir atrapados en una furia por las cosas que ya no se puede hacer nada.

De manera personal esto me recuerda a una oración que mi familia me ha inculcado a lo largo de mi vida y es la oración de la serenidad:

“Dios concédeme serenidad

Para aceptar las cosas que no puedo cambiar,

Valor para cambiar las que sí puedo

Y sabiduría para discernir la diferencia. ”

Sera una forma religiosa, o algo más profundo que solo religión, quizá una nueva opción forma de vida, si las personas aceptáramos las cosas que no podemos cambiar y las podamos transcender para no estar atados a esos patrones familiares.

Los seres humanos tenemos esa capacidad de introspección, para poder analizar si guardamos algún

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