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El concepto de neurosis y psicosis


Enviado por   •  16 de Mayo de 2014  •  Tutoriales  •  2.876 Palabras (12 Páginas)  •  268 Visitas

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anulación, proyección, introyección, autoperjuicio, identificación con lo opuesto al deseo.

La sublimación sería un mecanismo propio del psiquismo normal que eventualmente es un mecanismo de defensa enfermizo. La causa y el origen de toda enfermedad psíquica es la represión, si bien Freud no olvida otras posibles fuentes de enfermedad psíquica o, al menos, como coadyuvantes en la formación de la enfermedad mental.

La neurosis y la psicosis constituyen los estados en que se manifiestan los trastornos funcionales del aparato: <<Si el yo se desprende de la realidad del mundo exterior, cae, por influjo del mundo interior, en psicosis>> 18. La psicosis surge porque <<los instintos han adquirido extraordinaria exacerbación>> de lo que resulta una excisión psíquica o excisión del yo. El médico analista trata de ayudar al paciente, para ello establece un pacto con él: <<plena sinceridad contra estricta discreción>>, la sinceridad exige que el paciente ponga a su disposición todo el material que le suministra la percepción de sí mismo (tanto lo desagradable y absurdo, como lo insensato y lo que parezca carente de importancia) ya que esto suministra al analista una cantidad tal de material que le colocaría en situación de adivinar lo inconsciente y reprimido en el enfermo, ampliándole, al comunicárselo, el conocimiento que su propio yo tiene del inconsciente, y por tanto el <<dominio sobre los territorios perdidos de la vida psíquica>>. Pero

ante el psicótico pronto el análisis fracasará, porque aquél no puede cumplir el pacto, por haber perdido todo <<reconocimiento de las exigencias que plantea la realidad>>. Ninguna cosa exterior le importa, y el analista como para él también es cosa exterior tampoco le va a importar.

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La transferencia, clave para la cura analítica, no puede darse y por tanto resulta inútil todo intento. Pero Freud dice al respecto. <<esta renuncia quizá sea definitiva, o quizá solo transitoria, hasta que hayamos encontrado otro plan más eficaz en este caso>>19.

Los neuróticos son <<otra clase de enfermos psíquicos, sin duda muy emparentados con los psicóticos. Tanto las condiciones de la enfermedad como los mecanismos patogénicos deben ser idénticos, o por lo menos muy análogos, en estos enfermos; pero, en cambio, su yo ha demostrado ser más resistente, ha sufrido menor desorganización. Pese a todos sus trastornos y a la incapacidad consiguiente, muchos de ellos aún consiguen afirmarse en la vida real. Quizá estos neuróticos se muestren dispuestos a aceptar nuestra ayuda, de modo que limitaremos a ellos nuestro interés y trataremos de ver cómo y hasta qué punto podemos curarlos>>20 Ellos pueden cumplir el pacto antes dicho y son capaces de vivir en el análisis la transferencia, llega un momento de este proceso en que el enfermo ve al analista como una copia, una reencarnación de alguna persona importante de su pasado, y le transfiere los sentimientos y reacciones que correspondieron a este modelo. La transferencia, al reproducir los vínculos con los padres puede asumir dos tipos de actitud, como las habidas frente a éstos: positiva (de aceptación al analista, de amor) o negativa (rechazo y hostilidad), lo que constituye un problema serio en el análisis, pues lo que se busca es que el analista ocupe el lugar de esos modelos pretéritos, en cuyas relaciones surgió el superyó, pasando a ser la fuente de un nuevo superyó (reeducación del neurótico), aunque “sin intentar doblegar, guiar, dirigir al paciente, pues si bien le libera de un superyó absurdo le crea otro nuevo igual”. El analista debe pues “respetar siempre la peculiaridad del paciente”.

Según Freud la causa de las neurosis habría que buscarla “en la interacción de las disposiciones congénitas (instintos) y las vivencias accidentales (impresiones y vivencias exteriores)”, enfatizando el hecho del “prolongado período de dependencia infantil” del que surge el complejo de Edipo, lo que hace decir a Freud: “Parece que las neurosis sólo pueden originarse en la primera infancia (hasta los seis años), aunque sus síntomas no lleguen a acusarse sino mucho más tarde”. Freud reconoce, como excepción, la denominada neurosis traumática, motivada por un susto desmesurado y otros accidentes. Refiriéndose a las excitaciones sexuales de la primera infancia, Freud aclara que el yo, al tener que luchar contra ellas, no las puede dominar “porque su inmadurez no le permite enfrentarlas”, y como consecuencia se provoca un “retardo de la evolución yoica frente a la evolución libidinal”, lo que desencadena la neurosis, que podría evitarse “si se dejase en plena libertad la vida sexual del niño, como sucede en los pueblos primitivos”, ahorrando esa tarea de lucha al yo infantil.

Así pues, lo que el terapeuta intenta conseguir mediante el análisis es fortalecer al yo debilitado:

-Convirtiendo en preconsciente lo reprimido, es decir, restituyendo al yo lo que se ha vuelto inconsciente, para ello se basa en materiales que le ofrece el paciente en sus comunicaciones (asociaciones libres, sueños, actos fallidos, etc.) ayudándole a reconstruir lo olvidado, de tal modo que sólo le quede por dar un paso, porque, aunque el analista vea pronto la solución final, si la expresa prematuramente puede no tener resultado o provocar una resistencia tan violenta que paralice el proceso.

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18 Ibid., p. 51

7 17 Ibid., p.82

20 Ibid., pp. 53-54

-Al conseguir una tra

represiva del yo, es decir, su escasa disposición a exponerse al pesado trabajo que se le encarga, además del sentimiento de culpabilidad surgido de la relación con el superyó, y de la necesidad de sentirse enfermo motivada por profundas transformaciones de su economía instintiva”. A superar todo esto pretende ayudar la terapia analítica.

D. Clínica y terapéutica Los síntom

formación consiguiente dien, este proceso de la form

b

tiene modificaciones y desplazamientos por lo cual se hace necesaria la técnica hermenéutica que supone el psicoanálisis. Los síntomas se unirían estructuralmente ligados por una fuerte catexia o carga afectiva que constituyen los “complejos”. El principal complejo sería el de Edipo, siento también muy importantes los complejos familiar, el de castración y el de culpabilidad. Se ha aumentado la descripción de síndromes y de conflictos, pero los anteriormente reseñados serían propiamente freudianos. En cuanto al diagnóstico, se llega a él mediante el psicoanálisis en sus trabajos sobre los sueños, actos fallidos, estudio de la relación con el terapeuta (transferencia), estudio de diversos productos y emergentes inconscientes. En cuanto a

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