Ensayo: “ El sujeto y el poder”, “Violencia de género en la escuela: sus efectos en la identidad, en la autoestima y en el proyecto de vida” y “ Declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural”

Ensayo: “ El sujeto y el poder”, “Violencia de género en la escuela: sus efectos en la identidad, en la autoestima y en el proyecto de vida” y  “ Declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural”

Miguel Licea González  grupo “E”

Introducción

La violencia de género se puede entender como  el abuso de poder  , el cual atenta contra varios derechos  humanos fundamentales y mantiene  a grupos vulnerables asociados con la femineidad  en una constante segregación.

               Entendemos como poder de manera general a el ser potente que busca  lograr el dominio sobre algo o alguien en concreto (Fuenmayor F. 2007).  (Foucault  M. 1983) aborda el tema del poder desde una concepción clásica,  cree que el poder no recae en la institución ni en el estado. Observa el poder desde lo público y lo político, dejando por fuera el ejercicio del poder en otros ámbitos de la vida social, sea este la familia, las parejas y  la relación en distintas instituciones.  

              El deseo de poder lleva al ejercicio de la política (no del partidismo) y el ejercicio de esta implica la capacidad para imponerse sobre la voluntad de un grupo y/o individuo, en este sentido el poder esta distribuido de forma desigual, aspecto que nos coloca en una relación de dominación y sumisión, es decir, el poder se da entre los individuos en una relación de dos o más de ellos, la esfera privilegiada” de ese poder es la política y la asociación política por excelencia es el estado, quien genera su propio saber y determina sus propias reglas de convivencia, es decir que este grupo de poder en algún momento determinó que la violencia era un asunto privado y permitido.

             Desde su perspectiva el poder está en todas partes, en el espacio y en el tiempo en toda relación humana, en la medida en que existen contextos históricos específicos que se definen a través de los discursos institucionales, normas, valores, legalidad, etc, a través del ejercicio del poder se construyen “verdades” que se incorporan en la sociedad como modo de vida, para lograr la construcción de verdades.

             (Foucault M. 1983) menciona los modos de  objetivización

 mejor llamados practicas divisorias: Público- privado, Loco-cuerdo, Rico-Pobre, Citadino-indígena.  Está objetivizacion se logra a través del discurso dominante, el discurso de poder y saber traspasados por las relaciones de poder, ejercemos poder sobre otros y se ejerce poder sobre nosotros. Para analizar las relaciones de poder es necesario conocer los “saberes” que han construido una hegemonía. ¿cómo “sabemos” la violencia? ¿cómo convivimos con el poder? ¿cómo convivimos con la violencia? ¿por qué existe la violencia de género?.  Es justamente en la lucha de fuerzas que existen en el proceso de creación de un saber, o de imponer verdades donde emerge la relación de poder y unos serán sometidos, dominados por otro , cuando los “saberes” se construyen parten del cuerpo, el cuerpo se vuelve un producto de las relaciones de saber y de verdad, se vuelve un objeto de dominación (si tienes un cuerpo masculino) y de sumisión (si tienes un cuerpo femenino) uno se vuelve el vigilante y otro el vigilado. En este sentido la violencia hacia las mujeres en cualquier institución atravesada por relaciones de poder se vuelve un ejercicio “validado” a través de los “saberes y verdades” construidos por la objetivización, dando como consecuencia un daño en los espacios públicos y privados pero también íntimos de las personas, cuando el uso y abuso de un poder esta validado para decidir sobre el cuerpo y la vida de otra persona.

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