Ensayo Sobre La Aportación De A.S.Makárenko

A. S. MAKARENKO

Comentario

JAMES Bowen y Peter R. Hobson, “A. S. Makarenko”, en: Manual del Maestro, Edit. Ediciones Ciencia y Técnica, S. A. PP. 215-262, México, 1990.

Biografía

Antón Semiónovick Makárenko (1888-1939) nació en un pequeño pueblo de Ucrania, Belopole, de la provincia de Járkov, hijo de un pintor que trabajaba en un taller ferroviario. Su primera escolaridad la obtuvo de un niño vecino suyo, y sólo cuando su padre fue trasladado al pueblo de Krúikov cerca de Kremenchug, pudo ir a la escuela. Incluso aquí se requirió el sacrificio de sus padres, quienes tenían que pagar la colegiatura con “dinero de cobre” según se decía, esto es con morralla o calderilla, que no obstante resultaba difícil para un jornalero.

Entonces, al igual que ahora, en las escuelas rusas se calificaba el trabajo de los alumnos sobre la escala de cinco puntos, y Makárenko infaliblemente sacaba “cincos”, que era la puntuación máxima.

Apenas acabada la escuela, Makárenco se relacionó con cuestiones de enseñanza. Siempre alumno diligente, con cierto olfato para la redacción creativa y para la literatura en general, fue admitido fácilmente al cabo de unos meses de haber cumplido dieciséis años, en 1904, a un curso de un año de preparación magisterial.

Una vez completado, fue destinado a una escuela ferrocarrilera de Kruikov, donde se comenzara su propia educación formal. Se quedó en ese puesto durante seis años, hasta que fue transferido, al parecer como un intento de control burocrático por sus simpatías claramente revolucionarias, a la escuela ferrocarrilera de Dolinski del Sur, en la provincia de Jersonski.

Ahora demostraba ser un maestro prometedor y logró la admisión a un curso avanzado de preparación magisterial en el Instituto Normal de Poltava, donde se graduó en 1917 (tras breve periodo de servicio militar, otra vez fue destinado a la escuela ferrocarrilera de Kruikov y al cabo de dos años, en septiembre de 1919, fue director de la escuela de Poltava, puesto que mantuvo durante doce meses, cuando se le encomendó una institución para delincuentes juveniles.

Este último destino fue ocasionado por las críticas de Makárenko contra la aparente renuncia por parte del régimen bolchevique, que estaba en el poder desde noviembre de 1917, ha de llevar a cabo las reformas educativas con una rapidez suficiente. Makárenko fue crítico de la educación rusa ya desde 1905, cuando apoyó vigorosamente los derechos de los trabajadores durante el periodo de levantamientos generalizados estimulados por la formación, ese 1905, de la Unión de Liberación (Soyús Osvobosdenia) movimiento popular que buscaba la constitucionalización de todo el país.

Aunque nunca fue cabecilla, de todas formas Makárenko se atrajo la atención oficial y esa agitación en pro de reformas que continúo después del golpe bolchevique, le acarreó hacerse notorio, en 1920 ante el departamento provincial de educación. A resultas de una entrevista con el director de dicho departamento, aceptó el reto de poner en práctica sus palabras asumiendo la dirección de una colonia de delincuentes (Malolétnil prestúpnikii).

Dirigió dicha institución (llamada Colonia Máximo Gorki) durante siete años, esto es, hasta octubre de 1927, tiempo durante el cual desarrolló sus métodos educativos, que apuntaban a producir el ideal comunista del “nuevo hombre soviético”. No obstante, durante ese periodo Makárenko siguió en malos términos con la política educativa oficial y cada vez fue más criticado en los círculos educativos oficiales. Pero el 20 de octubre de 1927 aceptó la dirección de una nueva colonia para huérfanos, fundada en Járkov, en recuerdo del jefe de la policía secreta Felix Dzerzinski, asesinado, se llamó Comuna Dzerzinski , y ahora Markárenko, a salvo de interferencias (durante este tiempo Stalin había consolidado su dictadura ). Llevó a cabo sus prácticas educativas por los mismos métodos que había practicado en la Colonia Gorka, siguió en el cargo hasta el 1º. de Julio de 1935.

Entonces Stalin se encontraba en medio de las grandes purgas que alcanzaron a casi todos los aspectos de la vida rusa, implantando su propia autoridad y eliminando la oposición de cualquier tipo de fuerza y de golpe. Makárenko se vio famoso como “genuino” educador soviético, cuyos métodos ofrecían un medio promisorio de realizar al “nuevo hombre soviético”. No obstante, fue removido de su cargo de director de la Comuna Dzerzinski, para que pudiera viajar por el país conferenciando sobre sus maestros.

Así estuvo durante casi cuatro años, en su capacidad oficial de Director de Asistente del Departamento de Colonias Laborales del Comisariado Popular de Asuntos Interiores de Ucrania; durante lo cual, en un número incontable de charlas, rindió el contenido de las conferencias aquí recogidas, publicadas por primera vez en enero de 1938 bajo el título de Problemas de la educación escolar soviética (Problema Sjólnvo Sovétskovo Vospitaniya).

El esfuerzo realizado en estas presentaciones públicas, sin embargo, parece que minó su salud y al final murió, al parecer de ataque cardiaco, en un vagón de ferrocarril camino a Moscú, en abril de 1939, justo al cabo de dos meses de haber recibido el galardón prestigioso de la Bandera Roja del Trabajo, por sus contribuciones literarias.

Características principales del pensamiento educativo de Makárenko

Comentario

¿Qué tiene en particular la labor de Makárenko que ha hecho de él una figura educativa importante? ¿En qué aspectos constituye su trabajo una innovación notable en el pensamiento educativo occidental? En esto se puede responder con mucha facilidad. Por medio de sus prácticas, que duraron más de dieciséis años, y la teoría que extrajo de ellas y las plasmó en un vasto cuerpo de escritos, Makárenko proporcionó a Rusia un modelo para la producción del ciudadano en la nueva utopía que el comunismo trataba de establecer.

Sus obras completas llegan a siete volúmenes grandes. En ese vasto conjunto hay tres que han tenido enorme influencia en la Unión Soviética: su relato ético de la Colonia Gorka, titulado Poema pedagógico (pedagogica Poema).y un relato semejante (esta vez en forma quasifinguida) de la Comuna Jersonski, llamado Banderas en las Torres (Flagui nabashñáj), y su celebrado libro para los padres (Kñiga dlia Rodíteliei). Todos

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