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Epistemología De Las Ciencias Sociales

arceman15 de Octubre de 2012

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ÌNDICE

Introducción ……………………………………………………………………………03

Orígenes de la Ciencia …………………………………………………….....04

Corrientes Psicopedagógicas ………………………………………………….11

Teóricos Influyentes ..………………………………………………………….15

Conclusión ……………………………………………………………………………. 22

.

Bibliografía ……………………………………………………………………………...23

INTRODUCCIÓN

La ciencia es concebida como un factor de conocimiento y razonamiento del hombre, ha permitido que este se desarrolle y aprenda sobre su propia existencia, conozca su medio ambiente y desarrolle métodos y técnicas que le permitan vivir mas eficazmente.

Desde su nacimiento estos factores determinan la evolución del individuo, todo ello conduce a una adaptación progresiva al medio ambiente físico y social que lo rodea; dicha adaptación permitirá su desenvolvimiento y lograra así un pleno desarrollo biológico, afectivo y lingüístico según sus capacidades.

La investigación que le estamos presentando contempla una indagación relativa al estudio del origen de la ciencia, así como el estudio de las diferentes corrientes psicopedagógicas contempladas en la educación y los diferentes autores y teóricos. El hecho de adentrarse en el contenido de este informe permitirá conocer un poco mas sobre los aspectos anteriormente expuestos.

ORÍGENES DE LA CIENCIA

El concepto ciencia etimológicamente proviene del latín scientiam, que como ya se expuso anteriormente es asimilable a conocimiento, esto no quiere decir que antes de los eruditos latinos no hubiera ciencia, la ciencia era la episteme griega, y aun antes de ellos también hubo conocimientos y

trabajo científico. Se establece que ya en la prehistoria hay un trabajo precientífico, donde las palabras necesidad y curiosidad son los dos elementos centrales para el trabajo de búsqueda e investigación de los primitivos clanes y tribus tratando de esta manera superar los obstáculos que encuentran en su entorno.

Con los hombres de Mesopotamia y Egipto, el conocimiento se organiza y da paso a diversas especializaciones, bástenos recordar que tanto la agricultura, como la ganadería, las matemáticas, los primeros procedimientos quirúrgicos, la observación sistemática de la esfera celeste se comienzan en estas etapas de la humanidad, y como no el desarrollo de la escritura, hoy día producto de las últimas investigaciones sabemos que hay dataciones cronológicas del inicio de la escritura en Harappa, India de casi 3500 a.C.

A través de los años el hombre a presentado un cambio radical en su nivel de vida; los conocimientos que él ha logrado acumular y aplicar ha sido para su beneficio que ha cambiado radicalmente su modo de vivir. Existe una notable diferencia entre el hombre de hace unas cuantas décadas y el hombre moderno, tal diferencia se ha dado por el desarrollo de la ciencia que esta estrechamente relacionada con las innovaciones tecnológicas.

La ciencia por si misma no existe si no que es un estudio que el hombre ha hecho acerca de todos los fenómenos que le rodean; de esta manera, afirmamos que la ciencia es creación del hombre pero que no es algo que halla podido lograrse de la noche a la mañana sino que han transcurrido millones de años para su evolución, observación y desarrollo.

Los

esfuerzos para sistematizar el conocimiento se remontan a los tiempos prehistóricos, como atestiguan los dibujos que los pueblos del paleolítico pintaban en las paredes de las cuevas, los datos numéricos grabados en hueso o piedra o los objetos fabricados por las civilizaciones del neolítico. Los testimonios escritos más antiguos de investigaciones protocientíficas proceden de las culturas mesopotámicas, y corresponden a listas de observaciones astronómicas, sustancias químicas o síntomas de enfermedades (además de numerosas tablas matemáticas) inscritas en caracteres cuneiformes sobre tablillas de arcilla. Otras tablillas que datan aproximadamente del 2000 A.C. demuestran que los babilonios conocían el teorema de Pitágoras, resolvían ecuaciones cuadráticas y habían desarrollado un sistema sexagesimal de medidas (basado en el número 60) del que se derivan las unidades modernas para tiempos y ángulos.

En el valle del Nilo se han descubierto papiros de un periodo cronológico próximo al de las culturas mesopotámicas que contienen información sobre el tratamiento de heridas y enfermedades, la distribución de pan y cerveza, y la forma de hallar el volumen de una parte de una pirámide.

Algunas de las unidades de longitud actuales proceden del sistema de medidas egipcio y el calendario que empleamos es el resultado indirecto de observaciones astronómicas prehelénicas.

Orígenes de la Teoría Científica

El conocimiento científico en Egipto y Mesopotamia era sobre todo de naturaleza práctica, sin excesiva sistematización. Uno de los primeros sabios griegos que investigó las causas fundamentales de los

fenómenos naturales fue, en el siglo VI a.C., el filósofo Tales de Mileto que introdujo el concepto de que la Tierra era un disco plano que flotaba en el elemento universal, el agua. El matemático y filósofo Pitágoras, de época posterior, estableció una escuela de pensamiento en la que las matemáticas se convirtieron en disciplina fundamental en toda investigación científica. Los eruditos pitagóricos postulaban una Tierra esférica que se movía en una órbita circular alrededor de un fuego central. En Atenas, en el siglo IV a.C., la filosofía natural jónica y la ciencia matemática pitagórica llegaron a una síntesis en la lógica de Platón y Aristóteles. En la Academia de Platón se subrayaba el razonamiento deductivo y la representación matemática; en el Liceo de Aristóteles primaban el razonamiento inductivo y la descripción cualitativa. La interacción entre estos dos enfoques de la ciencia ha llevado a la mayoría de los avances posteriores.

Durante la llamada época helenística, que siguió a la muerte de Alejandro Magno, el matemático, astrónomo y geógrafo Eratóstenes realizó una medida asombrosamente precisa de las dimensiones de la Tierra. El astrónomo Aristarco de Samos propuso un sistema planetario heliocéntrico (con centro en el Sol), aunque este concepto no halló aceptación en la época antigua. El matemático e inventor Arquímedes sentó las bases de la mecánica y la hidrostática (una rama de la mecánica de fluidos); el filósofo y científico Teofrasto fundó la botánica; el astrónomo Hiparco de Nicea desarrolló la trigonometría, y los anatomistas y médicos Herófilo y Erasístrato basaron la anatomía

y la fisiología en la disección.

Tras la destrucción de Cartago y Corinto por los romanos en el año 146 a.C., la investigación científica perdió impulso hasta que se produjo una breve recuperación en el siglo II d.C. bajo el emperador y filósofo romano Marco Aurelio.

El sistema de Tolomeo —una teoría geocéntrica (con centro en la Tierra) del Universo propuesta por el astrónomo Claudio Tolomeo— y las obras médicas del filósofo y médico Galeno se convirtieron en tratados científicos de referencia para las civilizaciones posteriores. Un siglo después surgió la nueva ciencia experimental de la alquimia a partir de la metalurgia. Sin embargo, hacia el año 300, la alquimia fue adquiriendo un tinte de secretismo y simbolismo que redujo los avances que sus experimentos podrían haber proporcionado a la ciencia.

La Ciencia Medieval y Renacentista

Durante la edad media existían seis grupos culturales principales: en lo que respecta a Europa, de un lado el Occidente latino y, de otro, el Oriente griego (o bizantino); en cuanto al continente asiático, China e India, así como la civilización musulmana (también presente en Europa), y, finalmente, en el ignoto continente americano, desligado del resto de los grupos culturales mencionados, la civilización maya. El grupo latino no contribuyó demasiado a la ciencia hasta el siglo XIII; los griegos no elaboraron sino meras paráfrasis de la sabiduría antigua; los mayas, en cambio, descubrieron y emplearon el cero en sus cálculos astronómicos, antes que ningún otro pueblo. En China la ciencia vivió épocas de esplendor, pero no se dio un impulso sostenido.

Las

matemáticas chinas alcanzaron su apogeo en el siglo XIII con el desarrollo de métodos para resolver ecuaciones algebraicas mediante matrices y con el empleo del triángulo aritmético. Pero lo más importante fue el impacto que tuvieron en Europa varias innovaciones prácticas de origen chino. Entre ellas estaban los procesos de fabricación del papel y la pólvora, el uso de la imprenta y el empleo de la brújula en la navegación. Las principales contribuciones indias a la ciencia fueron la formulación de los numerales denominados indo arábigos, empleados actualmente, y la modernización de la trigonometría.

Estos avances se transmitieron en primer lugar a los árabes, que combinaron los mejores elementos de las fuentes babilónicas, griegas, chinas e indias. En el siglo IX Bagdad, situada a orillas del río Tigris, era un centro de traducción de obras científicas y en el siglo XII estos conocimientos se transmitieron a Europa a través de España, Sicilia y Bizancio.

En el siglo XIII la recuperación

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