Epps Y Salud Mental

INTRODUCCIÓN.

A pesar de estar insertos como país dentro de un contexto latinoamericanista, en donde priman valores aún tradicionales tanto nacionales como culturales, nuestra nación participa activamente en el ingreso a la modernidad con el consecuente avance tecnológico y económico, esto por supuesto en la medida que la marcada estratificación social con sus permanentes necesidades pospuestas se lo permita.

Es en este escenario en donde se combinan los atractivos modelos de vida de naciones librecambistas con nuestra raíz migro-campesina, tan arraigada aún y posible de encontrara incluso en los casquetes centrales de cualquier ciudad chilena. Es en este contexto en donde se desarrollan, estudian y se desenvuelven cotidianamente miles y miles de jóvenes, los cuales deben conformarse como adultos en este espacio híbrido, teñido tanto por lo moderno como por lo tradicional.

La relevancia teórica de este tema de la correlación entre la conformación de la personalidad y el espacio en donde se desenvuelven los jóvenes, está dada por el reconocimiento que los diferentes estudios y autores del desarrollo humano le han dedicado. Así por ejemplo Erickson la ha denominado “crisis de identidad”, siendo ésta un momento de constante tensión para los jóvenes, de conflicto entre lo que quieren ser y lo que el sistema espera que sean. Esta particular vivencia la experimentan en el difícil camino hacia la construcción de una identidad teniendo lugar en un entorno de vital importancia para ellos: el espacio escolar. (Papalia, Wendkos & Duskin, 2004).

Nuestra cultura deposita en el sistema escolar al sujeto que se encuentra entre la infancia y la adultez, para que comience, a través de un proceso de socialización, a formar una disposición especial que lo haga apto para internalizar los instrumentos propios de su cultura.

Sin lugar a dudas nos hemos encontrado con un sin número de investigaciones que tocan las dimensiones relacionadas con exclusión social, pobreza y otros problemas psicosociales como son la deserción escolar, embarazo adolescente, droga, cesantía y violencia entre los jóvenes secundarios chilenos y sus familias. Debido a lo anterior, consideramos valioso profundizar en el área de perfiles de personalidad de los jóvenes, específicamente en sus preferencias personales con el ánimo de especificar la posible relación entre éstos y el desempeño escolar que cada uno posee. Así también determinamos importante el ahondar en la esfera de salud mental en que se encuentran y cómo esta determinará un potencia perfil de personalidad o bien un estipulado rendimiento académico.

El presente estudio pretendemos dar respuesta a la siguiente pregunta; ¿habría alguna relación existente entre resultados académicos y alguna señal de alteración en la salud mental de los adolescentes secundarios de 3° medio, así como también la relación entre la primera y el perfil de personalidad que posee el individuo?. Como objetivo general determinaremos si existe una relación entre personalidad, rendimiento académico y salud mental de los jóvenes.

Como objetivos específicos plantearemos en primer lugar evaluar la existencia de una relación entre personalidad y rendimiento académico; en segundo lugar la relación entre personalidad y salud mental; como tercer objetivo será definir la relación entre rendimiento académico y salud mental; y finalmente evaluaremos la relación entre cada una de estas variables y el género.

Se trabajará con una muestra no probabilística de jóvenes de 3° medio del Liceo Marta Donoso Espejo, ubicado en Avenida B. O´ Higgins n° 1334. se caracterizará por estar conformada por alumnos poseedores de la totalidad de opciones que presenta el rendimiento académico nacional. En el marco teórico se desarrollarán los conceptos de personalidad, adolescencia, rendimiento académico y de salud mental.

Posteriormente en el marco metodológico se expondrán los instrumentos en que nos apoyaremos para un acabada recolección de datos, los cuales serán Test de Edwars y el Cuestionario para evaluar Salud Mental Juvenil de Acle, Berger y González. Producto de este análisis se pretenderá identificar los factores y variables de personalidad y de salud mental determinantes de los diferentes rangos de rendimiento académico.

MARCO TEÓRICO

Como nuestro trabajo se orienta a investigar tanto en perfil de personalidad, salud mental y rendimiento académico en la población adolescente que cursa en el presente año su enseñanza media, consideramos importante dar a conocer los principales conceptos definitorios de cada una de nuestras variables.

Con el fin de interiorizarnos en el tema de personalidad y por ser matriz teórico-metodológica de uno de nuestros instrumentos de evaluación, ahondaremos en el concepto de personalidad de Henry Murray. Este autor conceptualizó el término basándose en una investigación de necesidades humanas, según esto Murray (1938 citado en Engler, 1996) definió la necesidad como un constructo representativo de una fuerza del cerebro que organiza la percepción, el entendimiento y la conducta para así cambiar una situación insatisfactoria en una satisfactoria.

Para Murray (1938 citado en Pervin, 1998) no todas las necesidades están presentes en los sujetos, así como que su intensidad es variable para cada persona. Es en este contexto que el autor señala que las personas se diferencian por los ambientes en que prefieren desempeñarse, por lo tanto las características del ambiente se podrían relacionar con la satisfacción-frustración de una necesidad Estas características ambientales Murray las llamó presión, definiéndolas como aspectos del ambiente que afectan el bienestar de las personas (Murray, 1938 citado en Pervin, 1998).

Específicamente, Murray (1938 citado en Paulus y Vallejos, 2002) plantea que los rasgos de personalidad son formas de reacción social, los cuales se presentan ante interacciones del sujeto con la realidad, por lo tanto están determinadas por el funcionamiento del individuo y su particular forma de reaccionar ante los estímulos.

Murray (1938 citado en Paulus y Vallejos, 2002) plantea que las personas originalmente contamos con necesidades que buscan ser satisfechas inmediatamente, pero, es a través del proceso mediador del desarrollo vital y de las fases de la socialización que los sujetos vamos incorporando las normas, patrones y valores sociales que modificarán nuestro accionar-demandador-de satisfacción, es decir, una necesidad.

Murray (1938 citado en Paulus y Vallejos, 2002) plantea que la personalidad dentro de este escenario, estaría encargada de conciliar las demandas de satisfacción de las necesidades con las exigencias y valores sociales de la cultura del sujeto, les crearía una forma de expresión más aceptable surgiendo así el concepto de variable de la personalidad, entendiéndola como una forma de reacción social. Por lo tanto la variable de personalidad sería la sumatoria de la necesidad en forma pura, más el accionar de la personalidad más las normas sociales.

“El resultado de esta sumatoria servirá al sujeto para poder optar sobre la dirección de su actuar, sobre sus tendencias, y el valor de éstas radica en que pueden ser observadas, medidas y evaluadas” (Paulus y Vallejos, 2002, p.74).

Dentro de este marco es necesario distinguir la existencia de una jerarquía entre las necesidades. Siguiendo con esta idea, Murray (1938 citado en Paulus y Vallejos, 2002) destacó el concepto de prepotencia para definir las necesidades más importantes las cuales no pueden ser pospuestas. Así también pueden entrar en conflicto al rivalizar dos necesidades par ser satisfechas. Cuando varias de ellas pueden ser gratificadas por la misma acción se referiría a la fusión de necesidades. Y finalmente cuando una necesidad operaría al servicio de otra se hablaría se subsidiariedad.

Adolescencia

Adolescencia, etapa de maduración entre la niñez y la condición de adulto. El término denota el periodo desde el inicio de la pubertad hasta la madurez y suele empezar en torno a la edad de catorce años en los varones y de doce años en las mujeres. Aunque esta etapa de transición varía entre las diferentes culturas, en general se define como el periodo de tiempo que los individuos necesitan para considerarse autónomos e independientes socialmente (Santrock. J, 2004)

El comienzo de la pubertad está asociado a cambios físicos determinados hormonalmente, que conducen a la madurez sexual y provocan los cambios emocionales propios de la adolescencia. En este momento, la actividad de la hipófisis supone un incremento en la secreción de determinadas hormonas con un efecto fisiológico general; la hormona del crecimiento produce una aceleración del crecimiento que lleva al cuerpo hasta casi su altura y peso adulto en unos dos años. Este rápido crecimiento se produce antes en las mujeres que en los varones, indicando también que las primeras maduran sexualmente antes que los segundos. La madurez sexual en las mujeres viene marcada por el comienzo de la menstruación y en los varones por la producción de semen. Las principales hormonas que dirigen estos cambios son los andrógenos masculinos y los estrógenos femeninos. Estas sustancias están también asociadas con la aparición de las características sexuales secundarias. En los varones aparece el vello facial, corporal y púbico, y la voz se hace más profunda;

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